Científicos se unen a los pueblos de la selva amazónica para proteger sitios arqueológicos en riesgo

Un grupo de investigadores aplica tecnologías emergentes para mapear locales en donde se encuentran preservados vestigios y evidencias de la existencia de poblaciones tradicionales en áreas amenazadas por el avance del desmonte, de la minería que llevan a cabo los garimpeiros en la región y del cambio climático

Por Elton Alisson, desde Belém (Pará)  |  Agência FAPESP – El descubrimiento durante las últimas décadas de miles de sitios arqueológicos en la Amazonia ha hecho un importante aporte para alterar las perspectivas de estudio sobre el pasado de la mayor selva tropical del mundo. Así y todo, estos yacimientos, en donde se encuentran preservados vestigios y evidencias de las actividades de las poblaciones tradicionales, se encuentran en riesgo de destrucción debido al avance del desmonte, de la minería ejercida por garimpeiros y de los cambios climáticos, entre otros factores.

Mediante el empleo de tecnologías emergentes, como la teledetección aerotransportada con “lídar” (vocablo proveniente del acrónimo en inglés de light detection and ranging), científicos brasileños en colaboración con los pueblos de la selva están mapeando esos sitios arqueológicos en áreas amenazadas de la Amazonia con el fin de dotarlos de una mayor protección.

Los resultados preliminares de este proyecto, intitulado “Amazonia revelada”, se conocieron en el marco de una mesa redonda que se realizó el pasado 9 de julio, durante la 76ª Reunión Anual de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), un evento que transcurrió entre los días 7 y 13 de julio en el campus Guamá de la Universidad Federal del Pará (UFPA), en la ciudad de Belém.

“La idea es efectuar sobrevuelos utilizando esta tecnología para identificar estos sitios arqueológicos y registrarlos en organismos como el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional [Iphan], para que sean objeto de una capa extra de protección. De mínima habrá de que solicitar algún tipo de permiso antes de concretar cualquier proyecto [en las áreas donde se ubican estos yacimientos]”, explicó Eduardo Neves, director del Museo de Arqueología y Etnología de la Universidad de São Paulo (MAE-USP).

Para efectuar el referido relevamiento, los científicos participantes en el proyecto, financiado por la National Geographic Society y apoyado por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) de Brasil, entre otras instituciones, inicialmente conversan con los representantes de las poblaciones que viven en los lugares donde hay evidencias de la existencia de sitios arqueológicos para saber si están interesados o no en el mapeo.

“No queremos subirnos a un avión y salir volando por ahí porque sería una vez más una forma de reproducir prácticas científicas colonialistas”, sostuvo Neves.

Algunas de las poblaciones que ya han sido consultadas y que brindaron su aval para efectuar sobrevuelos fueron una comunidad de palenque de Costa Marques y el pueblo indígena Amondawa de la Aldea Trincheira, en el estado de Rondônia. “Se trata de una zona de muchos conflictos y al respecto de la cual contamos con evidencias de la destrucción de yacimientos arqueológicos como consecuencia de ocupaciones recientes”, afirmó Neves.

Los investigadores pretendían sobrevolar la región del Alto Xingú, pero cancelaron el plan luego de conversar con representantes del pueblo indígena Kuikuro. “No querían que sobrevolásemos su tierra por ahora porque nuestra idea es hacer pública la información recabada y ellos no desean que otras personas sepan acerca de la existencia de esos lugares que les son importantes”, comentó Neves.

Con ese cambio de planes, el nuevo lugar elegido fue la isla de Marajó, en el estado de Pará, en donde existe evidencias de la creación de estructuras artificiales. “Al observar excavaciones arqueológicas realizadas en la zona detectamos una serie de distintos colores que son capas de construcción de terraplenes realizadas por poblaciones que ocuparon Marajó durante el primer milenio de la era común, más o menos a partir de 400 años después de Cristo, y hasta el segundo milenio. Estos terraplenes se construyeron, se ocuparon y servían como cementerios”, comentó el investigador.

Otra zona que se sobrevolará es Terra do Meio, en Pará, atravesada por el río Xingú y sus afluentes y formada por reservas, unidades de conservación y las tierras indígenas Cachoeira Seca, Xipaya y Kuruya. Blanco de garimpeiros ilegales, dicha región también padece el desmonte y el robo de madera.

“Nos unimos al ISA [el Instituto Socioambiental], que ha venido realizando desde hace mucho tiempo un trabajo en aquella región con miras a concretar relevamientos participativos comunitarios. Los lugares de sobrevuelo se decidieron en talleres realizados con los habitantes de la zona”, comentó Neves.

El arqueólogo Eduardo Neves dio a conocer la investigación el pasado 13 de julio, durante la Reunión Anual de la Sociedad Brasileña Para el Progreso de la Ciencia (foto: Elton Alisson/Agência FAPESP)

Los primeros resultados

En razón de la gran cantidad de incendios que hubo en la Amazonia el año pasado, no fue posible realizar la mayor parte de los sobrevuelos programados. Este año el trabajo comenzó antes y ha empezado a generar sus primeros resultados.

Con los sobrevuelos realizados en una zona situada entre el estado de Acre, el sur del estado de Amazonas y el estado de Rondônia, fue posible detectar un sitio arqueológico compuesto por estructuras geométricas triangulares y circulares asociadas a carreteras.

“Estamos logrando demostrar que esas estructuras geométricas se extienden mucho más al norte de lo que se pensaba. Atraviesan el río Purus, en el sur del estado de Amazonas, y quizá lleguen hasta el Solimões. Pero aún no lo sabemos”, ponderó Neves.

En tanto, en Serra da Muralha, en Rondônia, fue posible detectar otro sitio arqueológico compuesto por una muralla rocosa y estructuras de mampostería asociadas también a un camino. En la región se ubica uno de los mayores parques nacionales de la Amazonia llamado Mapinguaria, cuyo extremo oeste fue invadido por garimpeiros en 2019.

“Pretendemos empezar a elaborar un registro de esos yacimientos arqueológicos para convertir a esos sitios en patrimonio y generar un derrotero tendiente a proteger esas áreas amenazadas”, afirmó Neves.

De acuerdo con el investigador, actualmente existe más de 6.000 sitios arqueológicos registrados en toda la cuenca amazónica. Con todo, a su juicio, esa cifra está subestimada.

“A cualquier lugar que vamos en el interior de la Amazonia, nunca dejamos de encontrar un sitio arqueológico. El tema es saber qué hacer con ellos.”

Según el investigador, hay que pensar en la Amazonia no solamente como un patrimonio natural sino también biocultural, como un producto de la historia de las poblaciones tradicionales que comprenden no solamente a los pueblos indígenas, sino también a las poblaciones de palenques o quilombolas, las ribereñas y las campesinas, que vienen ocupando la región desde hace al menos 13.000 años.

“La idea de pensar la Amazonia como un lugar histórico, no solamente como un patrimonio natural sino también como un patrimonio biocultural, sirvió como base para la realización de las investigaciones arqueológicas y ha orientado nuestras actividades en la región durante los últimos 30 años”, dijo el arqueólogo.

Pueden hallarse los resultados de estudios anteriores a cargo de Neves con el apoyo de la FAPESP en agencia.fapesp.br/51281 y en agencia.fapesp.br/39639.

Y hay más información disponible sobre la 76ª Reunión Anual de la SBPC en este enlace: ra.sbpcnet.org.br/76RA/.