La FAPESP lanza cuatro Centros de Ciencia para el Desarrollo orientados hacia la inclusión

Convenios entre secretarías estaduales paulistas, universidades y centros de investigación apuntan a atender demandas de la sociedad, como el desarrollo de dispositivos, aplicaciones y procesos que promuevan la asistencia, la rehabilitación y la mejoría de la calidad de vida de las personas con discapacidad

Por Maria Fernanda Ziegler  |  Agência FAPESP – El Centro de Tecnologías de Asistencia a Actividades de la Vida Diaria (Tecvida), con sede en la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo (Poli-USP), pretende desarrollar exoesqueletos y sillas de ruedas motorizadas más livianas, más resistentes y económicamente más accesibles. Para ello cuenta con la colaboración de las secretarías de Derechos de las Personas con Discapacidad y de Salud del Estado de São Paulo, del Instituto Mara Gabrilli, de la empresa Voltta Fitness y de investigadores de la Facultad de Medicina (FM) y de la Escuela de Ingeniería de São Carlos (EESC) de la Universidad de São Paulo (USP), y del Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IPT, ligado a la Secretaría de Desarrollo Económico, Ciencia y Tecnología del Estado de São Paulo).

En la Universidad de Campinas (Unicamp), el Centro de Tecnología de Asistencia y Accesibilidad en Lengua Brasileña de Señas (Taal) tendrá como meta crear mediante el aprendizaje automático una aplicación de traducción automática de portugués a libras (la lengua de señas) y de libras a portugués.

En tanto, el Centro Multidisciplinario para el Desarrollo de Tecnología Asistida (CMDTA), con sede en la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en su campus de Bauru, tiene por objeto crear una red de laboratorios para el desarrollo de nuevas prótesis, órtesis y tecnologías para el sistema braille. Por último, el Centro de Tecnología de Asistencia para la Educación Bilingüe de Sordos (Taebs), una colaboración de la Unicamp con la Secretaría Municipal de Educación de Campinas, desarrollará material didáctico destinado a estudiantes sordos.

La FAPESP presentó estos cuatro nuevos centros tras su aprobación en el marco del tercer pliego de concurso del programa Centros de Ciencia para el Desarrollo (CCD) de la Fundación. El lanzamiento se concretó durante una ceremonia realizada el pasado 14 de agosto en el Museo de la Inclusión de la capital paulista. Estos proyectos constituyen una colaboración de la FAPESP –que está invirtiendo en total 29 millones de reales– con la Secretaría de Derechos de las Personas con Discapacidad del Estado de São Paulo y la Secretaría de Educación de Campinas, universidades públicas paulistas e institutos de investigación.

“Hoy es un día de celebración y celebrar es importante, pues da el ejemplo y genera repercusión y nuevas iniciativas. Prueba de ello es que estamos celebrando el lanzamiento de cuatro nuevos CCD y los secretarios acá presentes están explicitando la intención de crear otros. En São Paulo contamos con un sistema de CT&I [ciencia, tecnología e innovación] muy maduro, que está presente no solamente en la academia, sino también en más de 10.000 empresas privadas que invierten en investigación, desarrollo e innovación. Por eso en la FAPESP nuestra intención es colaborar para promover la inclusión y mejorarle la vida a la gente”, dijo Marco Antonio Zago, presidente de la FAPESP.

Zago puso de relieve la robustez del sistema paulista de ciencia, tecnología e innovación (foto: Daniel Antonio/Agência FAPESP)

El secretario de Derechos de las Personas con Discapacidad, Marcos da Costa, también celebró el lanzamiento de los nuevos CCD. “Tan pronto como se publicó el pliego, fuimos a la FAPESP a conversar con el profesor Zago y empezamos a soñar. Nuestros investigadores pueden transformar el mundo y estos proyectos que ahora inauguramos harán posible un mayor acceso a las tecnologías de asistencia”, dijo Da Costa, quien integra los proyectos para la creación de tres de los cuatro nuevos centros (Tecvida, Taal y CMDTA).

Los 49 CCD aprobados en tres pliegos desarrollan proyectos de investigaciones orientados hacia la solución de problemas que el poder público y la sociedad apuntan.

“Se habla mucho de acercar la academia a la sociedad, pero existe un pequeño detalle: el gobierno también debe estar cerca de la academia y de la sociedad. Por eso, la iniciativa de la FAPESP con miras a apoyar la interacción del medio académico de investigación con el gobierno es loable. La ecuación de los Centros de Ciencia para el Desarrollo es sencilla: el poder público plantea los problemas, la FAPESP emite un pliego de concurso y los centros de investigación surgen para solucionar esos problemas. En otras palabras, se trata de la ciencia, la tecnología y la innovación a favor del desarrollo de políticas públicas”, afirmó Vahan Agopyan, secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de São Paulo.

El modelo de cofinanciación

Juntas, las convocatorias a la presentación de propuestas emitidas en 2020, 2021 y 2023 contaron con una inversión de 324 millones de reales de la FAPESP.

Todos los proyectos operan en un modelo de cofinanciación: por cada real solicitado a la Fundación, las entidades asociadas aportan una contrapartida idéntica. La financiación es a largo plazo, por un lapso de hasta cinco años, y los proyectos presentados deben contar con una gobernanza clara, mecanismos de revisión en el transcurso del plazo de ejecución y metas intermedias. Los resultados deben impulsar el avance del conocimiento y proporcionar la mejora de las políticas públicas.

El objetivo de la FAPESP con la emisión de los tres pliegos consistió en identificar, medir y detallar grandes retos públicos del estado de São Paulo, y con base en ellos reunir y organizar a los diversos actores institucionales en busca de soluciones adecuadas para resolver o disminuir esos cuellos de botella.

De este modo, el programa CCD recibe propuestas remitidas por consorcios formados por investigadores vinculados a universidades e institutos de investigación paulistas y gestores de organismos de la gobernación del estado y de los municipios, aparte de empresas y organizaciones no gubernamentales (ONG).

“Con la pandemia registramos una mengua de la remisión de proyectos. La producción científica y la organización para solicitar recursos decayeron. En 2022, volvimos a crecer. Y esos recursos que quedaron guardados en las arcas están destinándose a la creación de los Centros de Ciencia para el Desarrollo, una manera de aunar esfuerzos entre la academia, la gobernación y las empresas en proyectos orientados hacia la solución de problemas que la sociedad plantea”, informó Zago.

También el miércoles 14 de agosto se suscribió un pliego conjunto entre la USP, la Unicamp y la Unesp, por valor de 10 millones de reales, para apoyar el desarrollo de tecnologías de asistencia.

“Las universidades públicas paulistas están listas para afrontar cualquier reto que plantee la sociedad. Por eso estamos poniendo dinero de las universidades para apoyar la causa de la inclusión. Esperamos que con este pliego de concurso nuestros investigadores trabajen juntos colaborando para la solución de problemas de nuestra sociedad y en la formulación de políticas públicas. Al fin y al cabo, el objetivo de la universidad es generar conocimiento y transferírselo a la sociedad de la manera más rápida posible”, destacó Carlos Gilberto Carlotti Jr, rector de la USP.

También participaron en el evento realizado en el Museo de la Inclusión Vinicius Neiva, secretario ejecutivo de Educación; Ana Maria Frattini Fileti, prorrectora de Investigación de la Unicamp; Pasqual Barretti, rector de la Unesp; Maria de Jesus Dutra dos Reis, vicerrectora de la UFSCar; Claudia Regina Vieira, prorrectora de Asuntos Comunitarios y Políticas Afirmativas de la Universidad Federal del ABC (UFABC); Anderson Ribeiro Correia, director presidente del IPT; Ignácio Maria Poveda, asesor especial del secretario de Derechos de las Personas con Discapacidad; Arturo Forner Cordero, investigador principal del Tecvida; José Mario de Martino, investigador principal del Taal; Carlos Roberto Grandini, investigador principal del CMDTA, e Ivani Rodrigues Silva, investigadora principal del Taebs.