Avanza un proyecto para crear distritos de innovación en el estado de São Paulo

Ha culminado la primera etapa de un estudio técnico de factibilidad de los ambientes de estímulo al desarrollo de soluciones innovadoras y a la creatividad en la zona oeste de la ciudad de São Paulo y en la ciudad de Campinas

Por Elton Alisson  |  Agência FAPESP – Investigadores de la Fundação Instituto de Pesquisas Econômicas (Fipe) culminaron la primera etapa de un estudio técnico de factibilidad para la implementación en el estado de São Paulo de dos distritos de innovación, tal el nombre que se les da a las áreas planificadas en los alrededores de universidades e institutos de investigación que reúnen a empresas intensivas en tecnología, incubadoras y aceleradoras de startups con el objetivo de favorecer el surgimiento de soluciones innovadoras.

Las próximas etapas de este trabajo, que la FAPESP solicitó en el año 2018, se debatieron en un seminario online organizado por ambas instituciones al comienzo del mes de junio.

“La organización de esos distritos de innovación es compleja y demanda la participación de una gran cantidad de actores del sector público y del sector privado. Esto requerirá de modelos jurídicos y de gobernanza muy sólidos, con los cuales no tenemos demasiada experiencia en Brasil”, dijo Marco Antônio Zago, presidente de la FAPESP, durante la apertura del evento.

En este estudio se analizó inicialmente el área en donde actualmente se encuentra instalada la Compañía de Almacenes Generales de São Paulo (Ceagesp), en el barrio de Vila Leopoldina, en São Paulo. Pero ahora se extiende a otras áreas situadas a lo largo del río Pinheiros y cerca de la Universidad de São Paulo (USP) y de los institutos Butantan, de Investigaciones Tecnológicas (IPT) y de Investigaciones Nucleares (Ipen), entre otros.

En la misma zona, el gobierno del estado de São Paulo pretende implementar la cuarta etapa del Centro Internacional de Tecnología e Innovación (CITI). Este proyecto, desarrollado por la Secretaría de Desarrollo Económico en colaboración con la alcaldía paulista, apunta a incentivar el desarrollo y la aplicación de tecnologías de alta intensidad (hardtechs).

La primera etapa del proyecto culminó al final del año 2020 con el lanzamiento del IPT Open Experience. Este programa tiene por objeto atraer hacia el campus del IPT a centros de investigación y desarrollo (I&D) de empresas de mediano y gran porte, aparte de startups y institutos de ciencia y tecnología (ICT), conectándolos a la infraestructura de tecnología de la institución.

“Con a implementación del CITI, el proyecto de desarrollo del distrito de innovación en el predio de la Ceagesp adquirió mayor amplitud y envergadura”, dijo Carlos Américo Pacheco, director presidente del Consejo Técnico Administrativo de la FAPESP.

El segundo distrito de innovación ocuparía la hacienda Argentina, un predio de 1,4 millones de metros cuadrados (m²) adquirido en 2014 por la Universidad de Campinas (Unicamp) y contiguo a esa institución.

Juntos, ambos terrenos, que se articulan en el Área Metropolitana de São Paulo expandida, concentran a las más importantes universidades e instituciones de investigación, ciencia y tecnología de Brasil, aparte de grandes empresas de diversos sectores, y son responsables por aproximadamente el 25 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, según estima Andrea Calabi, coordinador del equipo técnico a cargo del estudio.

“Esas dos áreas públicas del estado de São Paulo reúnen condiciones especiales para la construcción de distritos de innovación, que son espacios físicos catalizadores de iniciativas transformadoras que demandan conexiones con emprendedores, investigadores e inversores con miras a estimular la producción y la inserción de tecnologías innovadoras en el mercado, y para crear una base sólida orientada hacia el surgimiento de nuevas empresas y empleos”, sostuvo Calabi.

Con el fin de desarrollar el modelado jurídico, institucional, financiero y urbanístico para hacer factibles los proyectos de construcción de distritos de innovación en esas dos áreas urbanas, los investigadores participantes en el proyecto mapearon durante los últimos dos años los desafíos inherentes a la concepción, la implementación y la gestión de esos emprendimientos.

Los resultados indicaron que ambos distritos de innovación cuentan con potencial como para estimular una nueva dinámica regional, orientada hacia la producción y hacia la aplicación de conocimientos en la producción de bienes y servicios. Asimismo, pueden ser inductores de un proceso de reorganización y de densificación del ecosistema de innovación paulista, como así también de desarrollo de la economía local y regional, en forma inclusiva desde el punto de vista social y con mejoras evidentes en la recalificación sostenible de los espacios públicos.

“La construcción de estos distritos de innovación genera oportunidades fundamentales para São Paulo desde la óptica del aumento de la competitividad y la creación de nuevas empresas y empleos calificados”, sostuvo Pacheco.

Otra conclusión del estudio indica que será necesario el compromiso de todas las esferas de gobierno –municipal, estadual y federal– en las distintas etapas de los proyectos, de manera tal de diseñar estrategias capaces de alinear los objetivos de las políticas públicas implementadas con el potencial de generación de ingresos, asegurando la sostenibilidad financiera de los emprendimientos.

El estudio también consignó que la construcción de ambos distritos de innovación dependerá de la habilidad de los coordinadores de los proyectos para motivar y atraer a inversionistas privados, dada la situación fiscal y la actual coyuntura económica del país, que dificultan la movilización de mayores volúmenes de recursos públicos.

“Dada la crisis fiscal, uno de los desafíos residirá en transformar activos públicos en flujos de inversiones destinadas al desarrollo de proyectos de interés de la sociedad y con enfoque en el incremento de la productividad y la competitividad económica”, afirmó Calabi.

La evolución de los ambientes de innovación

Los distritos de innovación constituyen una tendencia mundial y representan una evolución de los ambientes de innovación −parques tecnológicos, incubadoras y aceleradoras– y los ordenamientos geográficos para la innovación, como el Vale del Silicio, en Estados Unidos.

Una de las razones por las cuales se los ha creado a gran escala consiste en que son estratégicos no solamente para acelerar la innovación, sino también para rediseñar las ciudades, reconstruyendo espacios urbanos de manera tal que puedan ser mejores y más atractivos para personas talentosas y nuevas empresas emergentes intensivas en tecnología, según consignaron los expertos que participaron en el evento.

“Los distritos de innovación corresponden a un nuevo modelo urbanístico relacionado con la actual revolución tecnológica que vivimos, que requiere de un nuevo modelo de ciudades más sostenibles, con un nuevo modelo de movilidad que combina el uso de los espacios donde las personas puedan interactuar, y donde puedan generarse innovaciones basadas en esas relaciones”, dijo Miquel Barceló, quien presidió 22@Barcelona, en España, entre 2004 y 2007.

Uno de los primeros distritos de innovación del mundo, junto con el de Boston, es el referido 22@Barcelona, que entró en operación en el año 2000, y permitió transformar la región industrial de Poblenou en un polo pujante de innovación y creatividad.

Dicha zona, conocida como “la Mánchester catalana”, empezó declinar a comienzos de la década de 1960. Su reconfiguración empezó a planificarse a finales de la década de 1990, cuando Barcelona pasó por transformaciones urbanísticas en razón de las Olimpíadas y se empezó pensar qué hacer con aquella área industrial.

Una de las ideas en tal sentido consistía en reconvertirla en nuevos barrios residenciales. Pero un grupo de intelectuales, economistas y urbanistas sostuvo que no se debía perder el carácter económico y productivo de Poblenou. El alcalde de la ciudad en ese entonces hizo suya dicha propuesta, y así fue como se decidió sentar las bases para la transformación del área de un polo manufacturero obsoleto en un polo de la economía del conocimiento.

“Los distritos de innovación dan respuestas a las nuevas demandas de emplear el conocimiento, la innovación y la creatividad como elementos claves para el desarrollo económico y social de una región”, afirmó Barceló.

Un estudio del Instituto Global de Distritos de Innovación (GIID, por sus siglas en inglés) indicó que existen más de cien de ellos distribuidos por el mundo, entre los cuales se encuentran el propio 22@ Barcelona, Ruta N, de Medellín, Colombia, el Distrito Tecnológico de Buenos Aires, Argentina, Porto Digital, en Recife, estado de Pernambuco, Brasil, y MaRS, en Toronto, Canadá.

“Cada uno de dichos distritos refleja el contexto y las condiciones locales. Y la razón de su éxito reside en que cuentan con buenos modelos de gobernanza, liderazgo y financiación”, dijo Julie Wagner, directora del GIID.

No obstante, la creación de distritos de innovación no constituye una tarea fácil. Alrededor del 70 % de los intentos de crearlos en países tales como Corea del Sur, Canadá, Estados Unidos y Arabia Saudita fracasaron, según indicó Ramon Gras, investigador en innovación urbana de la Universidad Harvard, en Estados Unidos.

“Lo que sucedió en los proyectos de creación de distritos innovadores en esos países es que se tomaron decisiones equivocadas en los proyectos urbanísticos y arquitectónicos, y en la elección de los sectores económicos de las empresas participantes. Podemos evitar esto mediante la realización de un buen diagnóstico”, afirmó Gras.

Con el fin ayudar en la planificación de nuevos distritos, el investigador, en colaboración con colegas del Masachusetts Institute of Technology (MIT), desarrolló un sistema digital que permite modelar la complejidad económica de las ciudades de cualquier país e identificar qué sectores exhiben ventajas competitivas y que deben insertarse en el plan de desarrollo de un distrito de innovación.

“Este modelo permite identificar a los sectores económicos específicos de una ciudad que poseen perspectivas interesantes. Hemos empleado este sistema para analizar diversos lugares de Estados Unidos, México y Europa”, afirmó Gras.

Según Tim Moonen, investigador de la Universidad de Bristol (en el Reino Unido), algunos de los factores determinantes para el éxito de un distrito innovador se refieren a que las ciudades que los alojarán deben disponer de un marco regulador y de mecanismos que incentiven los emprendimientos, permitan el acceso al capital y cuenten con sectores económicos con buenas perspectivas de crecimiento.

“Los distritos de innovación concentran una parte del ecosistema de innovación. Por eso es necesario apoyar a las ciudades de diferentes maneras, para ayudarlas a contar con distritos de innovación exitosos”, afirmó.

En el estado de São Paulo, además de la capital paulista y de Campinas, otras ciudades, tales como São Carlos, Ribeirão Preto y São José dos Campos, cuentan con potencial como para desarrollar distritos innovadores, según consignaron los participantes en el evento.

“São José dos Campos es una ciudad candidata natural a tener un distrito de innovación, pues posee un historial de atracción e inserción global de industrias intensivas en tecnología en razón de la presencia del sector aeroespacial”, dijo César Augusto Vieira de Mello, uno de los articuladores de la construcción del Parque Tecnológico de dicha ciudad.