La FAPESP celebra sus 60 años con el anuncio de nuevas inversiones

Se trata de tres nuevos Centros de Investigaciones en Ingeniería, 15 nuevos Centros de Investigación para el Desarrollo y pliegos de apoyo a la infraestructura de investigación científica, entre otros proyectos, que totalizan un valor de 990 millones de reales

Por Karina Toledo  |  Agência FAPESP – “Hoy quiero hablar de sueños. No de devaneos, sino de sueños que se convierten en realidad y que transforman nuestras vidas. Que cambian el destino de la gente, generan riqueza y trabajo y disminuyen las desigualdades. Sueños que le ayudan a la gente a alcanzar la felicidad”. Con estas palabras, el presidente de la FAPESP, Marco Antonio Zago, dio comienzo a la ceremonia que tuvo lugar este miércoles (25/05) para celebrar el 60º aniversario de la Fundación. En dicho evento, que reunió a exponentes de la comunidad científica y a autoridades políticas, se anunciaron nuevas inversiones en actividades de investigación que ascienden a un monto total de 990 millones de reales.

Entre estas novedades se encuentran tres Centros de Investigaciones en Ingeniería (CPE, en portugués): uno en asociación con la compañía farmacéutica GSK y el Instituto Israelita de Ensino e Pesquisa Albert Einstein, en el área de inmunooncología, otro con la empresa Ericsson y la Universidad de Campinas (Unicamp) en redes y servicios inteligentes, y el tercero con la fábrica de aviones Embraer y el Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA) en el área de movilidad aérea.

“Los CPE constituyen un modelo de financiación de la investigación científica que congrega al sector empresarial y al sector académico en una composición sumamente eficiente. El estado de Nueva York [en Estados Unidos] también adopta este modelo y actualmente cuenta con 15 de estos centros. La FAPESP, con los tres centros que anuncia hoy, pasa a brindar su apoyo a 23 CPE, que en total movilizarán más de 1.500 millones de reales en actividades de investigación. De este modo, los 325 millones que la FAPESP aporta prácticamente se multiplican por cinco”, destacó Luiz Eugênio Mello, director científico de la Fundación.

Durante la ceremonia, también se anunciaron 15 nuevos Centros de Ciencia para el Desarrollo (CCD), cuya misión consiste en brindar apoyo a la investigación enfocada en problemas, con impacto social y/o económico específico, que responda a los desafíos de los entes públicos y que sea relevante para el desarrollo de São Paulo. Entre los proyectos seleccionados, existen iniciativas orientadas a la garantía de la seguridad hídrica y alimentaria, a la búsqueda de soluciones para los residuos y los envases, al desarrollo de biofármacos y políticas públicas urbanas, a promover la transición energética y a generar innovaciones que mejoren la salud humana y animal.

Las novedades incluyen también un pliego destinado a la creación de tres nuevos Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CEPID), la iniciativa Investigadores en Riesgo, orientada al apoyo a científicos en países en conflicto, el Proyecto Generación, para financiar ideas audaces de investigadores en comienzo de carrera, el Proeduca, un programa desarrollado junto a la Secretaría de Educación del Estado de São Paulo y enfocado en la mejora de la  enseñanza básica, la iniciativa Amazonia + 10, una colaboración de la FAPESP con las Fundaciones de Apoyo a la Investigación Científica (FAP, en portugués) de la Amazonia Legal Brasileña que apunta al desarrollo sostenible, y tres nuevos pliegos de apoyo a la infraestructura de investigación.

“La FAPESP sigue otorgando regularmente, como siempre lo ha hecho, becas y ayudas de investigación. Y estas iniciativas se incrementarán durante los próximos años. Simultáneamente, estamos anunciando un conjunto de actividades adicionales. Esto es el resultado de la rápida recuperación de la economía paulista y del crecimiento de la recaudación del estado de São Paulo. También es fruto de la orientación del Consejo Superior de la FAPESP destinada a que los recursos se gestionasen de manera sumamente prudente en el período de la pandemia. La demanda dirigida a la Fundación disminuyó durante dicho período de tiempo, en función del cierre de muchos laboratorios y de la menor actividad presencial en los institutos de investigación y en las universidades. Preservamos esos recursos, mantuvimos los mismos criterios de calidad de antes de la pandemia y ahora esto nos permite anunciar una serie de iniciativas que serán importantes en la recuperación”, afirmó Carlos Américo Pacheco, director presidente del Consejo Técnico Administrativo de la FAPESP.

Tal como lo recordó Zago, en los últimos 60 años la FAPESP ha otorgado 180 mil becas de apoyo a la formación de nuevos investigadores y 130 mil ayudas de investigación, de las cuales casi una tercera parte correspondieron a proyectos robustos, de alto valor y a largo plazo. Y se puso a la cabeza de grandes cambios científicos y tecnológicos en Brasil, tales como la implementación de internet, de la genómica y de la bioinformática.

“El sueño [de los ideadores de la FAPESP] no ha cambiado. El dominio de la calidad, del mérito y de la misión es tan relevante hoy en día como siempre lo ha sido en el trascurso de estas seis décadas. Pero el mundo sí ha cambiado, Brasil ha cambiado y la sociedad ha cambiado. Y la FAPESP también ha cambiado. Estos cambios forman parte de la vida de las instituciones vigorosas, pues aquellas que no evolucionan se mueren o se vuelven obsoletas. Y la FAPESP, en cambio, al tiempo que consolidó sus abordajes más tradicionales de apoyo a la investigación científica, sigue abriendo nuevos frentes y nuevas formas de promover el desarrollo con base en el conocimiento”, subrayó.

Una política de Estado

El infectólogo David Uip, recientemente nombrado secretario de Ciencia, Investigación y Desarrollo en Salud del Estado de São Paulo, representó al gobernador Rodrigo Garcia en el evento, e hizo hincapié en el histórico compromiso de la gobernación paulista con la ciencia, la investigación, la innovación y el desarrollo.

“El gobernador me asignó la misión de encabezar una secretaría creada para facilitar la interlocución entre las excelencias públicas del estado de São Paulo y la iniciativa privada en todos los sectores. Vamos a cortar camino y romper las murallas que separan a lo público y lo privado”, afirmó.

La importancia de la asociación con el sector privado también apareció destacada en las palabras de la secretaria de Desarrollo Económico del Estado de São Paulo, Zeina Latif, quien integró la mesa de la ceremonia. “La pandemia generó dos revelaciones inesperadas: la valoración de la ciencia en la sociedad y la capacidad del estado de São Paulo para dar respuestas. Y los aciertos en las políticas públicas y en la preocupación por reservar parte del presupuesto para el fomento de la ciencia y la innovación. Es importante aumentar la sinergia entre nuestras universidades para que tengamos cada vez más demanda de fomento. Y el sector privado cumple un rol esencial, no solamente para perfeccionar las políticas, sino también para ganar en escala. Aún invertimos poco en relación con las necesidades del país y con nuestro potencial. Se puede hacer mucho más”, dijo.

La comunidad científica brasileña estuvo representada en la ceremonia por la presidenta de la Academia Brasileña de Ciencias (ABC), Helena Nader. Al hacer uso de la palabra, Nader afirmó que debe su trayectoria académica a la FAPESP, a la que considera un “hito en Brasil”.

“Una institución como la FAPESP, con 60 años de historia, muestra que Brasil puede y sabe hacer política de Estado. Y los proyectos que aquí se han mostrado no apuntan hacia un movimiento aislado. El estado de São Paulo mira hacia Brasil. La gobernación de São Paulo logró entender que la educación y la ciencia no son gastos, sino inversiones. Debemos recomponer lo que es una política de Estado y la FAPESP se erige como un modelo”, dijo Nader.

El presidente de la Legislatura del Estado de São Paulo (Alesp, en portugués), Carlão Pignatari, puso de relieve en sus palabras la gratitud por la historia que la FAPESP está construyendo en São Paulo. “Vivimos actualmente una elección que hicimos en el pasado. Y las elecciones que hacemos ahora las viviremos en el futuro. Nada fue más correcto que la iniciativa de constituir un fondo de apoyo a la investigación científica en el estado de São Paulo, que no por casualidad es el estado más desarrollado de Brasil. La FAPESP ha brindado su apoyo a todas las universidades del país, incluso en momentos como este, con las dificultades que algunos organismos federales afrontan y con los recursos destinados a la investigación científica retenidos. La FAPESP y la gobernación del estado de São Paulo están siempre junto a la ciencia en defensa de la vida de nuestro pueblo.”

A juicio del presidente de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp), Josué Gomes da Silva, obedece a este apoyo de larga data que la FAPESP y la gobernación paulista han venido asegurando destinado a la ciencia y a la tecnología la preponderancia de la industria de São Paulo en el escenario brasileño. “La innovación y la tecnología constituyen la base de la FAPESP y la única salida para la riqueza de nuestra nación y la disminución de las desigualdades.”

El evento contó también con la presencia de los expresidentes del Consejo Superior de la FAPESP, Celso Lafer y Carlos Vogt, de un exdirector científico, José Fernando Perez, del presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), Evaldo Ferreira Vilela, de los rectores de las universidades públicas con sede en el estado de São Paulo, de directores de institutos de investigación y de diversos investigadores.