La FAPESP y la empresa Braskem crean un centro de investigaciones en plasticultura para el agronegocio

El proyecto estará a cargo de científicos ligados al Núcleo Interdisciplinario de Planificación Energética de la Unicamp, en colaboración con diversas universidades e instituciones de investigación con sede en el estado de São Paulo, en Brasil

Por Elton Alisson  |  Agência FAPESP – La FAPESP y Braskem, una de las mayores compañías productoras de resinas termoplásticas de América, seleccionaron un proyecto destinado a la constitución de un Centro de Investigaciones de Plasticultura, un término que hace alusión al cultivo agrícola con la ayuda de plásticos, en telas de sombreado o antiinsetos, invernaderos y películas para la cobertura del suelo, por ejemplo.

El proyecto estará a cargo de científicos ligados al Núcleo Interdisciplinario de Planificación Energética de la Universidad de Campinas (Nipe-Unicamp), en colaboración con diversas universidades e instituciones de investigación con sede en el estado de São Paulo, en Brasil.

El nuevo centro integrará el programa Centros de Investigaciones en Ingeniería (CPE), que viabiliza sinergias entre la iniciativa privada y el sector académico con miras a producir y diseminar la investigación de clase mundial, mediante la generación de un alto impacto económico y social por la vía de la innovación.

“Mediante soluciones basadas en la plasticultura, puede potenciarse el uso de recursos cada vez más escasos, tales como el agua, los fertilizantes y los suelos fértiles. El nuevo CPE tendrá la misión de expandir aprendizajes complejos, al apuntar caminos sostenibles para una plasticultura contemporánea y generar soluciones prácticas en el área”, comenta Luiz Eugênio Mello, director científico de la FAPESP.

Se espera impulsar avances científicos que revelen el potencial de la plasticultura –el empleo del plástico en la producción rural– con miras a aumentar la disponibilidad de alimentos que llegan al mercado, volviéndolos accesibles para una mayor cantidad de gente.

“Uno de los objetivos de los estudios que se realizarán en el nuevo centro consistirá en optimizar los insumos y los recursos naturales que se emplean para la producción de alimentos, como en el caso del agua, aparte de reducir los impactos ambientales e incrementar la productividad para atender la demanda de consumo”, le dice a Agência FAPESP Telma Teixeira Franco, docente de la Facultad de Ingeniería Química de la Unicamp e investigadora del Nipe, quien coordina o proyecto.

Las investigaciones del CPE se enfocarán en segmentos estratégicos del agronegocio brasileño, tales como los de la silvicultura, la caña de azúcar, la producción de granos (soja y maíz), cítricos y bananas, la acuicultura, el café, los cultivos protegidos (hortalizas y frutas) y los alimentos orgánicos.

Las investigaciones se concretarán en colaboración estrecha con los productores agrícolas y las asociaciones del sector.

“Efectuamos un estudio inicial de las principales necesidades de los agricultores. La idea es escuchar constantemente los problemas que ellos plantean para buscarles soluciones”, afirma Teixeira Franco.

Tres temas transversales permearán las investigaciones: la economía circular y la logística reversa, el análisis técnico-económico y de impactos y las modificaciones disruptivas en el sector de plásticos destinados a la agricultura.

Los proyectos contarán con la participación de investigadores de la Unicamp, de las universidades de São Paulo (USP), Estadual Paulista (Unesp) y Federal de São Carlos (UFSCar), de los institutos Agronómico (IAC), de Pesca, Forestal, de Cítricos, de Investigaciones Energéticas y Nucleares (Ipen), de la Faculdade de Agronegocios de Holambra (Faagroh), del Instituto Eldorado, del Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial (Senai) y del Centro de Tecnología y Capacitación (EACEA) de Cunha.

Ejemplos de estudios

Las investigaciones en el CPE de Plasticultura concentrarán las necesidades de los productores agrícolas y orientarán las decisiones entre privilegiar tecnologías ya dominadas, de frontera o disruptivas, o una combinación de ellas para crear un mercado de cultura plástica sostenible en Brasil.

Parte de los estudios se destinará a adaptar soluciones plásticas en polietileno, polipropileno y PVC para la cobertura de cultivos, la preparación protegida de plantines y el almacenamiento de semillas en silos plásticos y envases para proteger los alimentos en el transporte hacia las ciudades.

“Existen muchas soluciones que se han desarrollado con la mira puesta en algunos sectores como el de la construcción civil que podrían adaptarse para su uso en estanques de cría de peces y crustáceos”, ejemplifica Teixeira Franco.

“Haremos muchos experimentos de campo para adaptar esos materiales ya existentes a nuevos cultivos”, afirma.

Otra vertiente de estudio será el desarrollo de nuevos materiales para el almacenamiento y el transporte de granos, como en el caso de la soja.

Esta oleaginosa, el principal producto agrícola exportado por Brasil, se almacena y se transporta a granel en contenedores, lo que acarrea pérdidas de grandes cantidades de granos. A los efectos de hallarle una solución a este problema, los investigadores del nuevo centro pretenden desarrollar silobolsas –compartimentos de almacenaje en forma de bolsas flexibles– con propiedades especiales para acopiar granos.

“En la actualidad prácticamente no se utilizan las silobolsas para acopiar y transportar soja porque presentan problemas como el de la retención de humedad. Uno de nuestros objetivos es desarrollar una silobolsa más apropiada para la soja”, dice Teixeira Franco.