Se recabaron datos en un estudio durante cinco años, correspondientes a tres mil varones de Brasil, EE.UU. y México. La aparición de lesiones pretumorales surgió dos años después de la infección (imagen: Wikimedia Commons)

La tasa de infección con el VPH entre los varones en Brasil asciende al 70%
14-09-2017

Se recabaron datos en un estudio durante cinco años, correspondientes a tres mil varones de Brasil, EE.UU. y México. La aparición de lesiones pretumorales surgió dos años después de la infección

La tasa de infección con el VPH entre los varones en Brasil asciende al 70%

Se recabaron datos en un estudio durante cinco años, correspondientes a tres mil varones de Brasil, EE.UU. y México. La aparición de lesiones pretumorales surgió dos años después de la infección

14-09-2017

Se recabaron datos en un estudio durante cinco años, correspondientes a tres mil varones de Brasil, EE.UU. y México. La aparición de lesiones pretumorales surgió dos años después de la infección (imagen: Wikimedia Commons)

 

Por Ricardo Zorzetto  |  Revista Pesquisa FAPESP – El sistema público de salud brasileño puso en marcha en enero de este año la inmunización de chicos de 12 y 13 años de edad contra el virus del papiloma humano, el VPH. Sin embargo, hasta comienzos de junio, tan sólo a 595 mil adolescentes (el 16,5% de la población de esa franja etaria) se les había aplicado la primera de las dos dosis de una vacuna importada que protege contra la infección que producen cuatro tipos del virus.

El VPH se transmite a través del contacto con la piel y las mucosas durante el sexo, y se asocia en los varones con el desarrollo de verrugas genitales y anales, además de tumores de pene, ano, boca y garganta. Como el uso de preservativos no siempre evita la transmisión del virus, expertos en salud afirman que la mejor forma de combatir su propagación consiste en vacunar a la población no contaminada. A finales de junio, el ministerio recomendó la inmunización de los chicos de una franja etaria más amplia, de los 11 a los 14 años, lo que hace que la meta de terminar 2017 con un 80% inmunizado se erija como un desafío mayor aún. La vacuna está disponible desde hace más tiempo para las niñas, pero ese índice no se ha alcanzado ni siquiera entre ellas.

Las señales que indican que será necesario redoblar los esfuerzos para proteger a los chicos surgen poco después de la publicación de estudios que empiezan a develar cómo y durante cuánto tiempo progresa la infección ocasionada por el virus hasta que genera verrugas genitales y lesiones precursoras del cáncer en el sexo masculino. “Desde hace mucho se sabe que el VPH lleva al desarrollo de verrugas y tumores también en la región genital masculina, pero no había trabajos en los cuales se hubiera medido la probabilidad de que la infección genere lesiones, ni tampoco el tiempo que eso tarda para ocurrir”, comenta la bioquímica Luisa Lina Villa, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FM-USP).

Villa fue una de las primeras investigadoras brasileñas que detectó la presencia del VPH en tumores de pene, en la década de 1980. Y desde hace casi una década coordina la parte brasileña del estudio epidemiológico intitulado “VPH infection in men (HIM)”. En esta investigación, financiada por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, por la FAPESP y por la empresa farmacéutica Merck Sharp & Dohme, fabricante de la vacuna tetravalente Gardasil, se efectuó un seguimiento durante casi cinco años de la salud sexual de 4.100 varones con edades entre 18 y 73 años en Brasil, México y Estados Unidos.

El HIM ha generado ya decenas de artículos científicos. Tres de éstos, publicados entre 2015 y 2017, contienen un análisis más detallado de la historia natural de la infección por el VPH. En dos papers, el grupo de la epidemióloga Anna Giuliano, del Moffitt Cancer Center, en Florida, coordinadora general del HIM, informa sobre los resultados del examen de alrededor de tres mil de esos varones. Al comienzo de la investigación, ninguno de ellos padecía enfermedades de transmisión sexual ni estaba infectado con el VPH. Con el tiempo, algunos contrajeron el virus, detectado mediante test genéticos, realizados en el material extraído del pene y del escroto.

Aproximadamente el 72% de los brasileños estaban infectados con el VPH en algún momento del estudio, una proporción significativamente mayor que la de mexicanos (un 62%) y la de estadounidenses (un 61%). De los 37 tipos de VPH investigados, cuatro se hallaron con mayor frecuencia: dos considerados de bajo riesgo en cuanto a la posibilidad de causar tumores (VPH 6 y VPH 11) y dos de alto riesgo (VPH 16 y VPH 18), los mismos contra los cuales la vacuna disponible gratuitamente en el sistema de salud brasileño produce inmunidad.

Uno de los exámenes tuvo en cuenta los datos de 3.033 participantes de los tres países. De ese total, 1.788 presentaron infecciones ocasionadas al menos por un tipo de VPH, y 86 de ellos (el 5% de los infectados) desarrollaron verrugas genitales (condilomas). Tan sólo 9 de los varones con VPH tuvieron lesiones pretumorales: las neoplasias intraepiteliales penianas.

Uno de cada cuatro casos de infección causada por VPH 6 o por VPH 11 generó condilomas con los mismos virus. El tiempo entre la infección y el surgimiento de las verrugas fue de casi ocho meses para el primer virus y de cuatro para el segundo. Casi el 60% de las lesiones precancerígenas contenía el VPH 16, de alto riesgo. En la mayoría de las ocasiones, pasaron casi dos años entre la infección y el desarrollo de la neoplasia, de acuerdo con un artículo publicado en 2015 en la revista European Urology.

El análisis de los datos brasileños salió publicado en abril de este año en la revista Brazilian Journal of Infectious Diseases. De los 1.118 participantes de São Paulo, 815 tuvieron VPH y 35 desarrollaron lesiones en los genitales. Durante el seguimiento, el 16% de las personas con el VPH 6 y el 16% de las infectadas con el VPH 11 desarrollaron verrugas genitales al cabo de nueve meses y al cabo de siete meses respectivamente, a un ritmo más lento que el que se detectó en el estudio con los mexicanos y los estadounidenses. En la muestra brasileña, el 1% de los individuos con VPH 16 desarrolló lesiones pretumorales al cabo de 25 meses.

En su conclusión, el estudio brasileño llama la atención con relación a que los tipos 6, 11, 16 y 18 del VPH, contra los cuales la vacuna tetravalente brinda protección, fueron hallados en el 80% de los condilomas y de las lesiones pretumorales. E indica que sería recomendable implementar una política amplia de vacunación de los chicos, toda vez que los varones siguen infectándose con el virus a lo largo de la vida y transmitiéndoselo a sus parejas, ya sean varones o mujeres. En uno de los artículos del HIM, los investigadores recuerdan el caso exitoso de Australia, el primer país que implementó un programa nacional de inmunización contra el VPH. Allí, la cobertura de la vacuna supera el 80% y se registró una disminución de entre el 70% y el 90% en la frecuencia de verrugas genitales entre las mujeres.

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