Peces de este género recientemente capturados. Con una longitud de entre 5 y 8 centímetros, estos animales cuentan actualmente con 84 especies descritas, pero los estudios están mostrando que es un grupo que puede ser más diverso aún (foto: Angela Zanata)
Con base en análisis morfológicos y moleculares de material recolectado en ríos del nordeste de Brasil, un grupo de científicos está ahondando en la historia evolutiva del género Characidium
Con base en análisis morfológicos y moleculares de material recolectado en ríos del nordeste de Brasil, un grupo de científicos está ahondando en la historia evolutiva del género Characidium
Peces de este género recientemente capturados. Con una longitud de entre 5 y 8 centímetros, estos animales cuentan actualmente con 84 especies descritas, pero los estudios están mostrando que es un grupo que puede ser más diverso aún (foto: Angela Zanata)
André Julião | Agência FAPESP – Con 84 especies actualmente descritas, el género de peces Characidium es posiblemente el más diverso del cual se sepa. Esto es lo que que constataron científicos brasileños tras analizar más de 4.400 ejemplares de los animales de este género endémico de la región neotropical, a los que se conoce en Brasil con los nombres populares de mocinhas o charutinhos.
En un artículo publicado en la revista Systematics and Biodiversity, el grupo que congrega a investigadores de la Universidade Estadual Paulista (Unesp) y de la Universidad Federal de Bahía (UFBA) indica la existencia de 15 especies solamente en ríos que desembocan en la región nordeste de Brasil, en las ecorregiones conocidas como Caatinga Nordeste y Drenajes Costeros, Bosque Atlántico Nordeste, Parnaíba y São Francisco.
De todas esas especies, diez ya han sido descritas, cuatro dependen de análisis moleculares adicionales para su confirmación como nuevas y la restante es seguramente una especie inédita en la literatura científica a la que aún debe dársele un nombre.
“Existen especies de Characidium muy similares entre sí que difícilmente se las diferencia tan solo por su morfología exterior [el formato y las características de sus cuerpos]. Otras, aparte de ser muy parecidas visualmente, son bastante cercanas desde el punto de vista genético y no puede diferenciárselas únicamente con base en el marcador molecular que más se emplea para efectuar este tipo de comparaciones”, explica Leonardo Oliveira Silva, el autor principal del estudio y becario posdoctoral de la FAPESP en el Instituto de Biociencias de Botucatu (IBB) de la Unesp.
El trabajo se puso en marcha aún durante el doctorado de Oliveira Silva, cuando él y su entonces directora de tesis Angela Zanata, docente del Instituto de Biología de la UFBA, recorrieron los principales ríos que atraviesan la región nordeste de Brasil en busca de definir cuántas especies de Characidium existen realmente allí.
Aparte del material recolectado, se incluyeron ejemplares depositados en colecciones científicas tanto por la propia Zanata como por otros investigadores. Más de 4.400 ejemplares formaron parte del análisis, el mayor concretado hasta ahora con ese grupo mediante la integración de datos morfológicos y moleculares. Estos últimos se obtuvieron en muestras de tejidos de los peces.
“Las propias colecciones contienen muchos ejemplares designados únicamente por su género, ya que incluso los especialistas del grupo se ven en dificultades para diferenciar a algunas especies entre sí. Asimismo, suele suceder que algunas descripciones existentes no dan cuenta de la variabilidad dentro de una misma especie. De allí la importancia de definir con claridad cada una de ellas”, comenta Zanata, quien fue becaria de la FAPESP durante su doctorado y su posdoctorado en el Instituto de Biociencias (IB) y en el Museo de Zoología (MZ), ambos de la Universidad de São Paulo (USP).
La diversidad reciente
Entre sus diversos hallazgos, los investigadores encontraron una distancia genética de menos del 2 % entre dos especies con morfologías bastante distintas entre sí, Characidium bimaculatum y Characidium deludens.
“Esto constituye un problema, pues el marcador molecular que más se emplea para delimitar especies de peces de agua dulce, que es el gen conocido por sus siglas COI, determina que el 2 % es el límite para diferenciar a una especie de otra. Sin embargo, diversos estudios recientes han demostrado que esto no es necesariamente una verdad absoluta y que es de suma importancia que se considere la historia evolutiva de las especies antes de tomar decisiones con respecto a alteraciones en sus nombres”, afirma Oliveira Silva.
Por ende, las dos especies en cuestión tienen una relación de parentesco muy cercana, pero es necesario incluir otros genes en el análisis para establecer si se trata efectivamente de especies distintas y cuál es el parentesco y la historia evolutiva existente entre ellas.
Y se esperan otras discrepancias como ésa. En parte porque el género Characidium fue definido como monofilético (todos los elementos descienden de un antepasado común) en un estudio de 1993, a partir de tan solo 18 especies. Esto se hizo en un tiempo en el cual las herramientas moleculares aún no se encontraban disponibles para la realización de análisis filogenéticos, es decir, de la historia evolutiva; y aún no se conocía la gran riqueza de este grupo.
La monofilia, en este caso, es la hipótesis según la cual las especies reunidas en el género Characidium corresponden un mismo linaje, es decir que comparten una historia evolutiva con un único ancestro en común. En el actual estudio, los autores consignan que un subgrupo, del cual forma parte Characidium chancoense, se ubica más cerca de los géneros Leptocharacidium y Microcharacidium, lo que volvería a Characidium no monofilético.
Otro hallazgo concretado mediante análisis filogenéticos que delinea la historia evolutiva de un determinado grupo apunta que varias de las especies de Characidium del nordeste de Brasil tienen una relación muy cercana con especies de otras ecorregiones de América del Sur, tales como Alto Paraná, Fluminense, Paraíba do Sul y Tocantins-Araguaia.
Toda vez que se trata de cuencas hidrográficas actualmente desconectadas, la hipótesis más probable indica que antepasados en común de esos peces habría migrado de una cuenca a otra durante períodos en los cuales los cuerpos de agua confluían.
Con estas evidencias en manos, los científicos están ahora expandiendo sus búsquedas mucho más allá de los límites del nordeste brasileño. El proyecto liderado por Oliveira Silva en la Unesp tiene por objeto analizar los Characidium de todos los ríos de América del Sur con el fin de establecer la filogenia más completa de este grupo hasta ahora concretada. Asimismo, el investigador, juntamente con sus colaboradores de la investigación, se encuentra abocado a la búsqueda de especies aún no descritas.
Recientemente, él y Zanata estuvieron en Perú y en Colombia, donde pudieron analizar ejemplares depositados en colecciones y, mediante la colaboración con investigadores de esos países, pudieron obtener tejidos para la concreción de análisis moleculares.
“Merced a esas colaboraciones, estamos obteniendo tejidos de especies de toda América del Sur. De este modo, podremos resolver interrogantes fundamentales que aún rodean a estos peces”, culmina diciendo Zanata.
Puede leerse el artículo intitulado Underestimated diversity in Characidium (Characiformes: Crenuchidae) from Neotropical rivers revealed by an integrative approach en el siguiente enlace: https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/14772000.2024.2346510.
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