Un proyecto para mejorar la atención de los pacientes con zika, dengue y chikunguña

Es una iniciativa con la participación de científicos brasileños y franceses, y apunta a la búsqueda de biomarcadores para la detección precoz de personas propensas a desarrollar manifestaciones severas de arbovirosis

Por Karina Toledo  |  Agência FAPESP – Para la mayoría de la gente, el contacto con los virus que transmite el mosquito Aedes aegypti resulta únicamente en un malestar pasajero que causa síntomas tales como fiebre alta y dolor de cabeza o en las articulaciones. Pero en algunos casos, pueden surgir complicaciones más serias, e incluso fatales.

Con el objetivo de hallar biomarcadores que ayuden a los médicos a detectar precozmente a individuos propensos a desarrollar manifestaciones severas de dengue, zika o chikunguña, se puso en marcha el proyecto Arbobios. Con una duración prevista de cuatro años, esta iniciativa cuenta con el apoyo de la FAPESP, la Universidad de São Paulo (USP) y la empresa francesa bioMérieux en el marco del Programa de Investigación en Asociación para la Innovación Tecnológica (PITE).

“Pretendemos realizar un seguimiento de una gran cantidad de personas infectadas por alguno de estos tres virus. Vamos a extraer muestras de sangre y después las separaremos en dos grupos: individuos con y sin manifestaciones severas. Estimamos que será necesario incluir a alrededor de 2 mil pacientes en el estudio”, dijo Ester Cerdeira Sabino, docente del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la FMUSP, directora del Instituto de Medicina Tropical (IMT-USP) y coordinadora del proyecto.

Las muestras extraídas serán sometidas a análisis de transcriptómica, que permiten la identificación de todas las moléculas de ARN y de micro ARN expresadas en los dos grupos. “Una vez que esas muestras estén claramente caracterizadas, intentaremos encontrar un patrón que pueda diferenciar a los individuos que desarrollan manifestaciones severas de las referidas arbovirosis”, dijo Cerdeira Sabino.

En el caso del dengue, el objetivo consistirá en obtener un biomarcador capaz de indicar qué pacientes corren más riesgos de evolucionar hacia la forma hemorrágica de la enfermedad y que, por ese motivo, deben permanecer internados. En el caso del chikunguña, la idea es detectar a los individuos propensos a desarrollar inflamación crónica en las articulaciones, una condición considerada incapacitante.

“En tanto, con relación al zika, sabemos actualmente que no todas las mujeres embarazadas infectadas dan a luz bebés con microcefalia u otros problemas en el sistema nervioso central. Nuestra meta es encontrar biomarcadores que les permitan a los médicos saber que un niño tendrá problemas antes incluso de que dichos problemas aparezcan en la ecografía”, dijo Cerdeira Sabino.

Los grupos de pacientes o cohortes se organizarán en diversas ciudades brasileñas donde existen grandes posibilidades de que ocurran epidemias. El primer lugar definido es Divinópolis (en Minas Gerais), donde el seguimiento de los pacientes se llevará a cabo en colaboración con investigadores de la Universidad Federal de São João del-Rei (UFSJ).

“Si logramos hallar esos marcadores, el paso siguiente consistirá en transferir ese conocimiento para la producción de un test que pueda utilizarse clínicamente. Será una gran oportunidad de trabajar en colaboración con bioMérieux. La FMUSP y el IMT realmente anhelan mantener este lazo con el sector privado”, afirmó Cerdeira Sabino durante el lanzamiento del proyecto el pasado 26 de octubre, en la Facultad de Medicina de la USP (FMUSP).  

Colaboración público-privada

Considerada una compañía líder global en el área de diagnósticos in vitro, bioMérieux es una de las seis empresas que integran el Institut Mérieux, con sede en Lyon, en Francia. Está presente en más de 150 países, entre ellos Brasil, a través de 41 sucursales y una gran cantidad de distribuidores.

En una ceremonia realizada en la FMUSP, el vicepresidente de Temas Médicos y Científicos del Institut Mérieux, Marc Bonneville, destacó que la organización mantiene lazos con Brasil desde la década de 1970, cuando se implantó el Programa Nacional de Combate contra la Meningitis.

“El éxito de esa gran campaña de vacunación fomentó la concreción de muchas otras acciones que estrecharon las relaciones entre nuestro grupo y Brasil, que se ubica entre los primeros países donde creamos centros de investigación y desarrollo. La presentación del programa conjunto entre bioMérieux, la USP y la FAPESP que estamos celebrando hoy constituye otro ejemplo de esta colaboración”, dijo Bonneville.

Según Alexandre Pachot, jefe del Departamento de Descubrimiento de Biomarcadores y Diagnóstico Médico de bioMérieux, el proyecto Arbobios se encuentra “en el corazón de la estrategia” de la empresa e ilustra la visión de su fundador, Alain Mérieux, de invertir en los países en desarrollo.

“Aún existen pocos biomarcadores que se utilizan en la rutina clínica. Creemos que ésta es un área que debemos profesionalizar, y también debemos promover el enlace entre investigación y desarrollo”, afirmó.

Eduardo Moacyr Krieger, vicepresidente de la FAPESP, hizo hincapié en que la Fundación tiene la misión de apoyar todo tipo de investigaciones realizadas en el estado de São Paulo, tanto las de ciencia básica como aquéllas que pueden aplicarse a corto o a largo plazo.

“Nos encontramos llevando adelante el proceso de aprobación de un proyecto que tendrá implicaciones directas en la salud de la población. Y en un área en la cual Brasil goza de reconocimiento internacional, que es la de enfermedades infecciosas”, dijo.

Para el presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la USP, Aluisio Segurado, este proyecto constituye un gran logro para la FMUSP y para el IMT. “Nos brinda la oportunidad de desarrollar investigaciones en un área crítica para la salud pública en Brasil, y representa también un gran logro en términos de internacionalización [de la investigación]”, dijo.

José Eduardo Krieger, prorrector de investigación de la USP, destacó que la epidemia de zika tomó de sorpresa a la sociedad brasileña, pero no así a los científicos.

“Rápidamente, la FAPESP organizó una fuerza operativa con miras a estudiar distintos aspectos de este problema. La FAPESP también ha venido trabajado para ir más allá de la financiación de la investigación básica y para encontrar medios de que los estudios se orienten hacia el sector privado”, dijo.

También según el prorrector de la USP, acciones tales como la creación de los Centros de Ingeniería, a cargo de la FAPESP en colaboración con empresas, “constituyen herramientas que fortalecen las relaciones entre el sector público, el sector privado y los científicos en Brasil”.

El director de la FMUSP, José Otávio Costa Auler Junior, comentó que desde 2011 la institución que representa también ha venido dando apoyo a la innovación y fomentado la interacción con las empresas. “Éste es el primer acuerdo firmado entre el IMT y una compañía internacional, y no podría ser con socios mejores. Esperamos que sea el primer paso de una colaboración fructífera”, dijo.

La ceremonia de firma del acuerdo entre la FAPESP, la USP y bioMérieux también contó con la presencia del agregado de cooperación en Ciencia y Tecnología del Consulado General de Francia en São Paulo, Gérard Perrier, del director científico de la FAPESP, Carlos Henrique de Brito Cruz, y del director administrativo de la Fundación, Fernando Menezes de Almeida. 

Los interesados en colaborar con el proyecto Arbobios pueden entrar en contacto con los investigadores a través de la siguiente dirección de correo electrónico: [e-mail].