Un 30% entre 358 bebés evaluados en una ciudad brasileña presentó esa condición, de acuerdo con una investigación llevada a cabo en la Escuela de Enfermería de la Universidad de São Paulo (foto: USP Imagens)

Verifican en un estudio el sobrepeso de niños menores de 3 años
15-05-2014

Un 30% entre 358 bebés evaluados en una ciudad brasileña presentó esa condición, de acuerdo con una investigación llevada a cabo en la Escuela de Enfermería de la Universidad de São Paulo

Verifican en un estudio el sobrepeso de niños menores de 3 años

Un 30% entre 358 bebés evaluados en una ciudad brasileña presentó esa condición, de acuerdo con una investigación llevada a cabo en la Escuela de Enfermería de la Universidad de São Paulo

15-05-2014

Un 30% entre 358 bebés evaluados en una ciudad brasileña presentó esa condición, de acuerdo con una investigación llevada a cabo en la Escuela de Enfermería de la Universidad de São Paulo (foto: USP Imagens)

 

Por Karina Toledo y Fernando Cunha

Agência FAPESP – Una evaluación nutricional realizada con 358 niños menores de 3 años en el municipio de Itupeva, en el interior de São Paulo, reveló que casi un 30% de ellos padece exceso de peso, pero tan sólo el 20% de las madres manifiesta tener una percepción del problema. Los datos también apuntan evidencias de retraso en el desarrollo del 28% y anemia por deficiencia de hierro en un 38% de los niños estudiados.

Este estudio se realizó entre los meses de febrero y abril de 2013, y estuvo a cargo de investigadores de la Escuela de Enfermería de la Universidad de São Paulo (USP), coordinados por la profesora Elizabeth Fujimori.

La investigación, intitulada “El efecto de la asesoría nutricional de la estrategia Aiepi sobre las prácticas alimentarias, el estado nutricional y el desarrollo infantil”, cuenta con financiación de la FAPESP y de la fundación Maria Cecília Souto Vidigal, en el marco de un acuerdo de cooperación suscrito entre ambas instituciones.

Los resultados de este trabajo se dieron a conocer en marzo pasado, durante el Primer Seminario de Investigaciones sobre el Desarrollo Infantil, realizado en la sede de la FAPESP.

“Cuando los padres no reconocen el problema [de sobrepeso], tardan mucho tiempo para buscar ayuda. Cualquier alteración en la nutrición en esa etapa de intenso crecimiento puede afectar al niño, y a menudo en forma irreversible. La posibilidad de crecer con exceso de peso y convertirse en un adolescente y un adulto obeso y con riesgos cardiovasculares aumenta mucho”, afirmó Fujimori.

De acuerdo con la investigadora, el estudio tenía el objetivo de evaluar los efectos de la asesoría nutricional –mediante la aplicación de la estrategia de Acción Integrada a las Enfermedades Prevalentes de la Infancia (Aiepi)– con respecto a las prácticas alimentarias, el crecimiento y el desarrollo infantil, y también con relación a la capacidad de las madres para reconocer el estado nutricional de sus niños.

“La estrategia Aiepi es una propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) de la década de 1990, que se implementó en todos los países latinoamericanos, pero en Brasil lo fue sólo parcialmente. Hemos trabajado con esa estrategia en el aspecto de la formación en enfermería, pues resulta sumamente importante en la atención integral de la salud en la infancia”, dijo Fujimori.

La investigación se estructuró en tres etapas. El primer paso consistió en evaluar las condiciones de salud, nutrición y desarrollo infantil, y también las prácticas maternas relacionadas con la alimentación de los niños menores de 3 años atendidos en las Unidades Básicas de Salud (UBS) de la ciudad de Itupeva.

En una segunda etapa, los profesionales de la salud que fueron invitados a participar en una capacitación para la asesoría nutricional a través de la Aiepi adaptada, que incorporó orientaciones de la Estrategia Nacional para la Alimentación Complementaria Saludable (Enpacs), una iniciativa gubernamental cuyo objetivo consiste en calificar a los profesionales de la atención básica con miras a fortalecer las acciones de promoción de la alimentación complementaria en el Sistema Único de Salud.

Se realizó a su vez una capacitación que tuvo una carga horaria de 24 horas con un grupo de enfermeros. A otros tres grupos de auxiliares, técnicos en enfermería y agentes de salud comunitarios se les impartió una capacitación de 16 horas. No se contó con la adhesión de los médicos invitados.

La capacitación se realizó entre los meses de septiembre de 2013 y enero de 2014, con dramatizaciones y ejercicios prácticos referentes a la temática abordada.

La tercera fase, prevista para concretarse entre los meses de abril y junio de 2014, apunta a evaluar el efecto de la capacitación en muestras de dúos madre-niño atendidos en las UBS.

Según Fujimori, el índice de anemia detectado en el estudio inicial es muy similar al de un trabajo anterior, de 2001. “Fue una sorpresa ver que los índices siguen siendo altos más de diez años después, pese a la implementación de políticas públicas tales como la de la fortificación de las harinas con hierro y la complementación medicamentosa profiláctica”, afirmó.

Los resultados preliminares apuntan que tan sólo el 45% de las niños de entre 6 y 18 meses reciben complementación medicamentosa profiláctica de hierro tal como lo prescribe el Ministerio de Salud. Y solamente el 40% recibe regularmente el medicamento Aditil, que combina vitaminas A y D. Ambos suplementos se suministran gratuitamente en la red pública. Aun con la prescripción de estos suplementos, hay niños que puede que no los reciban como rutina, según informó la investigadora.

Estos temas estuvieron en la base de las capacitaciones, con la perspectiva de contribuir para que los profesionales actúen en los servicios de salud en busca de promover cambios efectivos en la salud infantil del municipio, dijo Fujimori.

Un lenguaje unificado

Durante el Primer Seminario de Investigaciones sobre el Desarrollo Infantil se presentó otro estudio en marcha actualmente en la Escuela de Enfermería de la USP, que apunta a mejorar la atención de los niños.

Este proyecto, intitulado “La calificación de las prácticas de los enfermeros en la promoción del desarrollo infantil integral”, cuenta con la coordinación de la profesora Maria de La Ó Ramallo Veríssimo y con la financiación de la FAPESP y de la FMCSV.

“La búsqueda de la unificación del lenguaje es algo reciente, que se encuentra todavía construcción en el área de enfermería. Un lenguaje científico unificado y más amplio mejora la observación y refina las acciones de enfermería en la atención de los niños con edades entre 0 y 3 años”, afirmó Ramallo Veríssimo.

Con base en una revisión de la literatura científica, el grupo planteó una nueva definición del concepto de “desarrollo infantil” y elaboró un catálogo tendiente a expandir la visión de los profesionales de enfermería en la atención que se brinda en la red de atención primaria de salud.

“El nuevo concepto va más allá del riesgo biológico, descrito a menudo en la literatura, y abarca la noción de riesgos ambientales del desarrollo infantil, que pueden relacionarse con la gestación, el parto, las enfermedades mentales maternas o la falta de recursos para el acceso a los servicios de salud, entre otros factores”, dijo Ramallo Veríssimo.

El punto de partida para la revisión del concepto fue la realización de entrevistas con profesionales que trabajan en la red municipal de las localidades de São Carlos, Itupeva, São José do Rio Pardo, Penápolis y Votuporanga. Todos ellos ya habían participado en la capacitación organizada por la FMCSV referente a la ampliación de las acciones de enfermería, educación, asistencia social y salud en general en la práctica de atención de los niños. En las etapas siguientes, el equipo trabajó con dos de las clasificaciones de Enfermería más conocidas.

La clasificación de la North American Nursing Diagnoses Association – International (Nanda-I) fue revisada con la participación de 20 enfermeros con experiencia en el área de salud del niño y validada por un grupo de especialistas. Este trabajo se llevó a cabo durante el proyecto de doctorado de Juliana Martins de Souza.

La revisión de la terminología referente a los diagnósticos, los resultados y las intervenciones en el desarrollo infantil de la Clasificación Internacional para la Práctica de Enfermería (Cipe) –un programa del Consejo Internacional de Enfermeros (ICN, por sus siglas en inglés)– estuvo coordinada por la becaria de doctorado Soraia Matilde Marques Buchhorn. Este estudio contó con 84 cuestionarios respondidos por enfermeros en dos etapas y con la validación de grupos de expertos en cada etapa.

Las clasificaciones de diagnósticos de Enfermería relativos al desarrollo infantil fueron sistematizadas y ampliadas considerando los impactos del ambiente sobre el desarrollo de los niños. Otros cambios importantes fueron la distinción entre los conceptos de crecimiento y desarrollo y el énfasis en la promoción del desarrollo mediante el estímulo de los niños en el ambiente familiar.

Entre los productos del proyecto se encuentra una nueva aplicación que les ofrece a los profesionales de enfermería los posibles diagnósticos y la lista de intervenciones que deben tenerse en cuenta en la elaboración del plan de cuidados, de acuerdo con el modelo de la Cipe. También se están entablando contactos con asociaciones encargadas de la sistematización y la difusión internacional de las clasificaciones revisadas.

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