Imagen elaborada por la plataforma de la empresa. El sistema es capaz de mapear en un solo análisis más de 300 mil microorganismos (imagen: ByMyCell)

Agricultura de precisión
Una plataforma detecta en el suelo microorganismos causantes de enfermedades
16-11-2023
PT EN

Es una tecnología desarrollada por la startup ByMyCell en São Paulo, Brasil, con el apoyo de la FAPESP, y ayuda a los agricultores a tomar decisiones con la mira puesta en el incremento de la productividad y la disminución del uso de productos agroquímicos

Agricultura de precisión
Una plataforma detecta en el suelo microorganismos causantes de enfermedades

Es una tecnología desarrollada por la startup ByMyCell en São Paulo, Brasil, con el apoyo de la FAPESP, y ayuda a los agricultores a tomar decisiones con la mira puesta en el incremento de la productividad y la disminución del uso de productos agroquímicos

16-11-2023
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Imagen elaborada por la plataforma de la empresa. El sistema es capaz de mapear en un solo análisis más de 300 mil microorganismos (imagen: ByMyCell)

 

Por Roseli Andrion  |  Agência FAPESP – Uno de los mayores desafíos de la agricultura de precisión es el mapeo de la comunidad de microorganismos beneficiosos y causantes de enfermedades (patogénicos) existentes en los suelos. Para ayudar en este proceso, el biólogo Rafael Silva Rocha creó la startup de biotecnología ByMyCell.

Mediante el empleo de la secuenciación de ADN de nueva generación, los investigadores de la empresa identifican en muestras de suelo la diversidad de microorganismos (la microbiota) en forma rápida, con una alta resolución y a costos más accesibles que otras alternativas existentes en el mercado. De esta forma, logran detectar focos de patógenos y ayudan a los productores a tomar decisiones con miras a incrementar la productividad y disminuir el empleo de productos agroquímicos.

“Suministramos genómica de manera facilitada en una plataforma de análisis de datos robusta y en la nube, que agiliza la investigación y el desarrollo de los clientes”, dice Silva Rocha. Con base en esta operación, su equipo creó una solución para el agronegocio, y actualmente vuelca sus esfuerzos hacia este segmento.

De entrada, el objetivo era atender la demanda de empresas y grupos de investigación. Tan es así que la lista de clientes de ByMyCell incluye a instituciones tales como las universidades de São Paulo (USP), de Campinas (Unicamp), Estadual Paulista (Unesp) y otras casas de altos estudios federales, a la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) y al Instituto Butantan, entre otras. Más de 200 clientes ya han utilizado esta plataforma.

Al notar que el agronegocio afronta dificultades para identificar microorganismos patogénicos, los fundadores de ByMyCell decidieron cambiar de dirección y “pivotar” la empresa: el vocablo hace alusión a “moverse alrededor del propio eje”. “Efectuamos algunas modificaciones en la plataforma y pasamos a ofrecerle la solución a los productores rurales. Fue una necesidad que surgió durante el proceso”, explica Silva Rocha.

La plataforma de ByMyCell, perfeccionada en el marco de un proyecto apoyado por el Programa de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE) de la FAPESP, es capaz de identificar cualquier microorganismo: con un solo análisis se pueden mapear más de 300 mil agentes. “Y lo que es mejor: su costo es muy accesible”, afirma Silva Rocha. En el caso del agronegocio, esta metodología se ha venido aplicando en la identificación de hongos patogénicos, el principal problema del sector.

Pese a tener competidores, el modelo de ByMyCell es único: nadie ofrece el mismo servicio en Brasil. La mayoría suministra datos brutos, según compara el investigador. “Esto nos ha permitido crecer rápidamente. Algunas empresas cuentan con soluciones importadas, pero su costo es alto y su precisión es baja, ya que no son específicas para Brasil.”

El sistema de ByMyCell calcula el riesgo de enfermedad en una propiedad, lo compara con el banco de datos exclusivo creado por el propio equipo y apunta pronósticos. “Esto se emite tanto en forma de gráfico como directamente en el mapa de la granja. Para el agrónomo, es mucho más intuitivo: logra ver espacialmente dónde puede actuar exactamente cada microorganismo”, sostiene.

Asimismo, la empresa ofrece sugerencias de bioinsumos nacionales que para tratar cada enfermedad. Actualmente, el 50 % del costo de la producción va a parar a productos químicos importados. “Es un gasto que el productor procurar achicar. Con este mapeo, su actuación se vuelve más precisa, ya que los microorganismos aparecen identificados. Y puede aplicar entonces productos nacionales y más sostenibles”, señala.

En la actualidad, se pierde en promedio en el mundo un 23 % de las producciones agrícolas a causa de enfermedades causadas por hongos. Es posible que, a mediano y largo plazo, los análisis que suministra esta plataforma generen una diminución en esta incidencia, toda vez que las plagas serán atacadas correctamente. “Los productores pueden controlar enfermedades que ni siquiera sabían que existían en sus tierras”, dice Silva Rocha.

El investigador destaca que el precio del análisis varía de 0,3 % a 0,5 % del costo de producción. “Es un porcentaje sumamente bajo, especialmente cuando se lo compara con el 50 % que va a parar a productos químicos”, afirma.

En colaboración con universidades

El biólogo posee una vasta experiencia en el segmento. Graduado en la Universidad Federal del Pará (UFPA), en Brasil, cursó su doctorado en un centro de biotecnología de Madrid, en España, donde se especializó en bioinformática. Posteriormente pasó por la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto, en São Paulo, durante su posdoctorado; y trabajó como docente en la Universidad de São Paulo (USP).

Pero en 2022 decidió dedicarse de lleno a la creación y a la operación de ByMyCell. Toda su expertise de análisis de datos genómicos se orientó entonces hacia el desarrollo de la mencionada solución. “Identifiqué la demanda de este producto cuando me desempeñaba aún en la universidad”, dice.

La startup sigue manteniendo colaboraciones con la academia. “Tenemos tres proyectos en curso. Mientras que la empresa posee una agilidad que no se encuentra disponible en la universidad, la universidad cuenta con beneficios de los cuales la empresa carece”, compara. “Estos convenios ayudan en la formación de recursos humanos, es decir, permiten el desarrollo de los profesionales y ofrecen la posibilidad de la incorporación de talentos a la empresa.”

Silva Rocha comenta que en Brasil hoy en día pocas universidades trabajan con genómica un 100 % en la nube. “Hasta hace poco, aún compraban servidores físicos. Por eso muchos estudiantes no tienen experiencia con la nube. La USP ha sido una gran aliada: traemos pasantes del último año, los capacitamos en esta tecnología y los dejamos preparados para el mercado de trabajo. De los cinco que estuvieron con nosotros durante este tiempo, dos han sido efectivizados.”

La startup cuenta con dos socios fundadores y diez empleados. En los últimos dos meses, el equipo aumentó un 100 % merced al proyecto apoyado por el PIPE-FAPESP. “ByMyCell factura, paga sus cuentas y los recursos del proyecto se destinaron a crear un grupo de investigación y desarrollo”. Para fin de año, más especialistas se integrarán al equipo y la cantidad total de personal ascenderá a 15.

Según él, el PIPE-FAPESP fue fundamental para el crecimiento de la empresa, que efectuó un movimiento diferente que el que realizan la mayoría de las startups apoyadas por la Fundación. “Cuando arrancamos con la startup, utilizamos capital propio. Luego recibimos una inversión ángel que nos permitió acelerar el desarrollo”. Con el aprendizaje obtenido directamente con los clientes, ByMyCell pudo postularse al PIPE a comienzos de 2023.

La aplicación en la salud humana

La tecnología que desarrollaron los investigadores de ByMyCell puede utilizarse incluso en el segmento de salud humana. Serviría para secuenciar el ADN de un virus, por ejemplo, como sucedió durante la pandemia de COVID-19, cuando fue necesario develar las características del coronavirus causante de la enfermedad para desarrollar medicamentos capaces de combatirlo.

Y la startup tiene planes para ese nicho. “Muchos patógenos humanos no se conocen y existen casos de infecciones que no se las trata adecuadamente porque su diagnóstico es impreciso. Un ejemplo es Sporothrix, un hongo al que suele confundírselo con Leishmania, un protozoario”, explica. “¿Imagínese contar con un test para todos los microorganismos, en lugar de tener que analizar cada uno de ellos individualmente?”.

Como este sector se encuentra mucho más regulado, se harían necesarias adaptaciones. “Para que nuestro laboratorio cuente con una certificación a los efectos de actuar en esta área, la inversión inicial sería de al menos 100 mil reales”. La empresa estudia esta posibilidad, y tiene una meta audaz: ByMyCell pretende ofrecerle este tipo de solución al mercado en un lapso de tres a cinco años. “Durante los próximos tres años nos dedicaremos al agronegocio, en donde existe una mayor atracción por el momento. A partir de allí tendremos a mano la madurez tecnológica y la de la propia empresa como para actuar en la salud humana.”

 

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