Un libro en donde se describe la estructura urbana y el modo de vida en el pueblo surgido en función del São Paulo Railway, el ferrocarril administrado por los ingleses que transportaba el café hasta el puerto de Santos, en Brasil (foto: Wikimedia Commons)

Paranapiacaba: una villa obrera en los tiempos de la esclavitud
18-05-2017

Un libro describe la estructura urbana y el modo de vida en el pueblo surgido en función del São Paulo Railway, el ferrocarril administrado por los ingleses que transportaba el café hasta el puerto de Santos, en Brasil

Paranapiacaba: una villa obrera en los tiempos de la esclavitud

Un libro describe la estructura urbana y el modo de vida en el pueblo surgido en función del São Paulo Railway, el ferrocarril administrado por los ingleses que transportaba el café hasta el puerto de Santos, en Brasil

18-05-2017

Un libro en donde se describe la estructura urbana y el modo de vida en el pueblo surgido en función del São Paulo Railway, el ferrocarril administrado por los ingleses que transportaba el café hasta el puerto de Santos, en Brasil (foto: Wikimedia Commons)

 

Por José Tadeu Arantes  |  Agência FAPESP – La villa de Paranapiacaba, construida para que vivieran los trabajadores del ferrocarril São Paulo Railway (en São Paulo, Brasil), que unía la zona caficultora de Jundiaí con el puerto de Santos, el principal puerto de salida de este producto, constituyó quizá el primer núcleo de poblamiento obrero de Brasil. Situada en la región montañosa de Serra do Mar, a menos de 50 kilómetros de la capital del estado, llegó a albergar a cinco mil trabajadores asalariados en el tiempo de construcción de las vías férreas, y a una cantidad menor durante el período posterior. El ferrocarril se inauguró en 1867.

En el libro intitulado A arqueologia da São Paulo Oitocentista: Paranapiacaba (La arqueología del São Paulo Ochocentista: Paranapiacaba), de la arqueóloga Cláudia Regina Plens, docente de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), se describe la estructura del este poblado y la vida cotidiana de sus habitantes, como así también el papel de la red ferroviaria que le dio origen en la expansión del sistema capitalista en Brasil.

Escrito con base en datos recabados en el marco de una investigación de campo apoyada por la FAPESP, este libro también contó con el incentivo de la Fundación para su publicación.

Plens, quien ha concentrado sus esfuerzos de investigación en el campo de la arqueología brasileña (para obtener más información, ingrese en agencia.fapesp.br/23383), recurrió en este libro a las ideas del filósofo francés Michel Foucault (1926-1984) para explicar de qué manera los ingleses, a la cabeza de la construcción del ferrocarril, implementaron en Paranapiacaba un modelo ordenado y sistemático de sociedad, en consonancia con el paradigma higienista del siglo XIX.

“En el medio del pueblo y en lo alto de un cerro quedaba la casa del ingeniero en jefe, a la que llamamos ‘Castelinho’ en la actualidad. De allí éste podía ver todo lo que pasaba y vigilar a los trabajadores. Era el sistema panóptico descrito por Foucault en su célebre libro Surveiller et Punir: naissance de la prison [Vigiar y castigar. Nacimiento de la prisión], de 1975. Había reglas estrictas no sólo con relación al trabajo sino también con relación al ocio. Los obreros podían andar por las calles sólo hasta una determinada hora. E incluso el club del pueblo, llamado Lírio da Serra, se ubicaba en un plano inferior, a la vista del ingeniero en jefe”, declaró Plens a Agência FAPESP.

Este ordenamiento racional y rígido tenía el objetivo extraer de los obreros la máxima productividad y mantener la villa y el ferrocarril funcionando con la regularidad de las agujas de un reloj. Insertada en una sociedad que todavía era esclavista, Paranapiacaba fue un enclave capitalista modelo, construido y administrado por los ingleses. “El pueblo era todo prefabricado. Las viviendas y otras edificaciones llegaron provenientes de Inglaterra y se montaron acá. Esas construcciones, consideradas patrimonio histórico, se encuentran actualmente bajo custodia del Condephaat [el Consejo de Defensa del Patrimonio Histórico, Arqueológico, Artístico y Turístico]”, informó la investigadora.

Al igual que las calles, que en el área de la Villa Nueva de Paranapiacaba estaban todas alineadas y formaban ángulos rectos, también la estratificación social obedecía a un riguroso ordenamiento. En la base de la pirámide se ubicaban los obreros de distintos orígenes, fundamentalmente españoles e italianos. Un escalón arriba se encontraban los comerciantes portugueses. Más altos, los ingenieros y los médicos ingleses. Y por encima de todos, el ingeniero en jefe. “Los ingleses, interesados en la extinción del sistema esclavista brasileño, ayudaban a los esclavos fugitivos a escapar hacía el Quilombo de Jabaquara, el palenque situado en Santos. Pero no empleaban a los negros en el ferrocarril ni en los servicios de la villa. La población actual de Paranapiacaba no desciende de esos primeros habitantes”, afirmó Plens.

Paranapiacaba se encontraba dividida en tres sectores: la Villa Vieja, con sus calles irregulares donde vivían los primeros trabajadores, los solteros en casas de habitaciones y los casados en casas exclusivas; la Villa Nueva, de calles cuadriculadas y habitada por los ingleses y los ingenieros y los médicos, y el sector comercial, situado del otro lado del cerro y ocupado por los portugueses. Las viviendas eran propiedad de São Paulo Railway, y actualmente, pertenecen a la Municipalidad de Santo André. Uno de los objetivos iniciales de la investigadora consistió determinar los niveles de consumo en esas tres áreas con base en los vestigios arqueológicos hallados.

Al excavar en los patios de las casas de Paranapiacaba, Plens descubrió que los mismos estaban recubiertos por una capa de alquitrán. Los ingleses implementaban este procedimiento, sin paralelo en las ciudades brasileñas de la época, a los efectos de mantener el saneamiento de la villa. “Los residuos, que en otras ciudades se arrojaban a los patios o a las calles, en Paranapiacaba se recolectaban semanalmente y se depositaban en basurales”, reveló la investigadora.

En el vertedero del antiguo Hotel de los Ingenieros, que ya no existe, y en la casa del ingeniero en jefe, Plens halló fragmentos de vidrio y de porcelana variados, en el caso del hotel, y bastante uniformes en la casa del ingeniero en jefe. “La inexistencia de porcelana en la casa de los trabajadores indica que su nivel de consumo probablemente era mucho menor, con el uso de vajillas rústicas, cuyos eventuales vestigios no resistieron a la acción del tiempo, o de materiales más resistentes como el hierro esmaltado, que esos habitantes habrían llevado consigo cuanto dejaron el lugar”, conjeturó Plens.

En Paranapiacaba, los asalariados gozaban de beneficios que no tendrían en otros lugares, tales como atención hospitalaria y escuela para sus hijos. Pero al mismo tiempo quedaron confinados en ese lugar, con su movilidad restringida. Esto respondía a la lógica del capitalismo de ese tiempo en que era interés de la empresa radicar a los trabajadores, lo cual no corresponde a la situación actual.

La palabra “paranapiacaba” significa en tupí “lugar desde donde se ve el mar”. Y en efecto, durante los raros días en que el cielo se encuentra libre de neblina, es posible ver la costa de Cubatão desde lo alto del cerro. “Con todo, aunque existen senderos indígenas en la zona, hasta donde se sabe no había allí ningún poblado prehistórico. La villa nació en función de la construcción de las vías férreas, enteramente financiada por el Barón de Mauá –posteriormente devenido Vizconde–, Irineu Evangelista de Sousa (1813-1889), quien les prestó el dinero a los ingleses y nunca lo recuperó”, subrayó la investigadora.

Emprendedor y abolicionista, considerado el primer gran capitalista brasileño, Mauá poseía en la época de la inauguración del ferrocarril activos estimados en 115 mil millones de reales de ese entonces, mientras que el presupuesto del Imperio ese mismo año contabilizaba 97 mil millones de reales. Con sus iniciativas empresariales minadas debido a la política conservadora, y malogrado el emprendimiento de São Paulo Railway, fue a la quiebra y se vio obligado a vender la mayoría de sus empresas a capitalistas extranjeros y a despojarse de sus bienes personales para pagar las deudas.

A arqueologia da São Paulo Oitocentista: Paranapiacaba
Autora: Cláudia Regina Plens
Editorial: Annablume
Año: 2016
Páginas: 138
Precio: 51,83 reales

Para obtener más información ingrese al siguiente enlace: annablume.com.br/loja/product_info.php?products_id=2108&osCsid=ih6nkjj8p3h.

 

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