Prisioneros en la base naval estadounidense situada en la bahía de Guantánamo, en Cuba, en foto de 2002. El libro Tortura na Era dos Direitos Humanos fue publicado en marzo (foto: Shane T. McCoy/Wikimedia)

La guerra contra el terror y el debilitamiento del rechazo a la tortura
03-04-2014

El tema es objeto de debate entre expertos de diversos países en el libro Tortura na Era dos Direitos Humanos

La guerra contra el terror y el debilitamiento del rechazo a la tortura

El tema es objeto de debate entre expertos de diversos países en el libro Tortura na Era dos Direitos Humanos

03-04-2014

Prisioneros en la base naval estadounidense situada en la bahía de Guantánamo, en Cuba, en foto de 2002. El libro Tortura na Era dos Direitos Humanos fue publicado en marzo (foto: Shane T. McCoy/Wikimedia)

 

Por Karina Toledo

Agência FAPESP – Uno de los diversos efectos colaterales de la guerra contra el terrorismo que le siguió a los ataques perpetrados en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001 fue la ruptura del consenso internacional contra la práctica de la tortura, que había venido fortaleciéndose en todo el mundo –al menos en el plano de los discursos oficiales– desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

En algunos de los países considerados líderes en la defensa de los derechos humanos, el rechazo absoluto a esta práctica pasó a relativizarse en nombre de la seguridad. Teóricos volvieron a debatir cuestiones tales como las de los métodos que podrían tipificarse como torturas, quiénes podrían o no ser torturados o qué situaciones de riesgo justificarían tales procedimientos.

Algunas de las principales voces que se alzaron en el debate internacional contra la flexibilización de la prohibición de los “métodos agresivos de investigación” se encuentran reunidas en el libro Tortura na Era dos Direitos Humanos, publicado en marzo por la editorial de la Universidad de São Paulo (Edusp).

La obra, organizada por Nancy Cardia y Roberta Astolfi –investigadoras de la Universidad de São Paulo (USP)–, es fruto de un seminario realizado en 2008 en el ámbito del Núcleo de Estudios de la Violencia (NEV), uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CEPIDs) que cuentan con el apoyo de la FAPESP.

“En el momento en que organizamos el evento, existía una gran expectativa de cambio en el escenario internacional, debido al final de la administración George Bush en Estados Unidos y el ascenso de Barack Obama. Existía una expectativa que apuntaba que aquéllos que habían abusado de su condición de poder durante la era Bush serían castigados. Pero nada de ello sucedió, y esto ‒para frustración de muchos– hace que las discusiones del seminario se vuelvan sumamente actuales. El consenso contra la tortura se rompió después de 2001: fue un retroceso para los derechos humanos, y desde entonces no se inició ningún proceso de cura”, evaluó Cardia, coordinadora adjunta del NEV.

De acuerdo con la investigadora, todavía no es posible dimensionar las consecuencias de esa ruptura –ocurrida en países con democracias consolidadas y que sirven de modelo a los demás– en naciones como Brasil, donde la tortura nunca fue totalmente eliminada de las organizaciones policiales, ni contó con un rechazo amplio en el seno de la población.

Brasil, recordó Cardia, ratificó en 1989 la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. En 1997, la tortura quedó legalmente tipificada como crimen tras la divulgación de escenas de violencia policial testimoniadas en la Favela Naval, en la localidad de Diadema, en el gran São Paulo.

“Durante los últimos 29 años de gobierno civil, el tema se ha debatido mucho, se han abierto las puertas del país a la inspección de relatores extranjeros, se han creado instrumentos tales como el “llame tortura” [un servicio telefónico de la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia de la República destinado a recibir denuncias de crímenes y violaciones de los derechos humanos]. Pero no hemos logrado efectivamente alterar las prácticas de las fuerzas policiales”, afirmó Cardia.

Mientras que en el marco internacional el uso de la tortura es debatido en situaciones extremas, cuando corren peligro vidas, y contra personas que no comparten la misma ciudadanía de los torturadores, en Brasil este recurso violento es empleado por agentes del Estado contra los propios ciudadanos del país y en casos de delitos comunes, para la obtención de pruebas que la policía podría obtener de otras maneras, comparó Cardia.

“Investigaciones del NEV, realizadas cada dos años desde 2001 en la ciudad de São Paulo, muestran que la aprobación de la población al uso de acciones tipificadas como tortura en la legislación brasileña han crecido. Y crece fundamentalmente entre los más jóvenes, cosa que es un tanto sorprendente. Nuestra sensación indicaba que era posible que las cosas pudiesen empeorar a partir del momento en que se instaló en el marco internacional el discurso del combate contra el terrorismo. Organizamos el seminario con el objetivo de reunir a teóricos que estaban dialogando en profundidad al respecto de estos temas y para impulsar una reflexión”, comentó Cardia.

El evento reunió en la USP a filósofos, sociólogos, antropólogos, científicos sociales, psicólogos, historiadores, activistas de derechos humanos y profesionales que brindan apoyo a las víctimas de tortura. Las presentaciones –y los debates posteriores– dieron origen a los artículos que integran la publicación.

La introducción, que divide los textos en cuatro grandes líneas de reflexión, está a cargo de Astolfi y de Paulo Sérgio Pinheiro, investigador del NEV, presidente de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria (instituida por la Organización de las Naciones Unidas en 2011), miembro de la Comisión Nacional de la Verdad, ex secretario especial de Derechos Humanos y uno de los elaboradores del Programa Nacional de Derechos Humanos.

En la primera parte del libro, autores tales como Henry Shue (University of Oxford, Reino Unido), Martha Huggins (Tulane University, Estados Unidos), William Scheuerman (Indiana University, Estados Unidos), Jessica Wolfendale (West Virginia University, Estados Unidos) y Dinah PoKempner (Humans Rights Watch) discuten la redefinición del concepto de tortura y el surgimiento de eufemismos que intentan relativizar esta práctica o quitarle su carácter.

Posteriormente, Yuval Ginbar (Amnistía Internacional), Fritz Allhoff (Western Michigan University, Estados Unidos) y David Rodin (University of Oxford) debaten la posibilidad de utilizar la tortura en casos extremos y en las llamadas situaciones de “bomba de tiempo”, cuando existe una presión temporal perentoria y hay vidas en peligro.

En la tercera parte, David DeBatto (agente jubilado del servicio de contrainteligencia del Ejército de Estados Unidos), Jean Maria Arrigo (Coalition for an Ethical Psychology, Estados Unidos) y Henrik Ronsbo (Rehabilitation and Research Centre for Torture Victims, Dinamarca) presentan casos reales para cuestionar la eficiencia de la tortura como método de investigación, debatir las consecuencias de la práctica para los individuos y la sociedad y abordar los errores de estrategia cometidos por grupos contra la tortura.

La parte final, dedicada a incorporar la realidad brasileña en la discusión internacional, reúne a autores tales como Roy King (University of Cambridge, Reino Unido), Fernando Salla (NEV-USP), Mariana Joffily (Universidad Federal de Santa Catarina), Maria Gorete Marques de Jesus (NEV-USP) y Mariana Thorstensen Possas (Comisión de Monitoreo del Programa Estadual de Derechos Humanos del Estado de São Paulo), que así se suman a la organizadoras.

“La mayoría de los autores extranjeros procura deconstruir los argumentos de apoyo a la tortura. Intentan responderles a teóricos que sostienen que esta práctica puede no ser tan repulsiva, dependiendo de la gravedad del contexto y del riesgo que revista la situación. Es un ejercicio lógico, filosófico y político sumamente interesante y ofrece una diversidad muy densa de estilos de razonamiento. En la parte brasileña procuramos suministrar información básica para activistas y formuladores de políticas públicas, de modo tal que puedan hacer diagnósticos más sofisticados y, quizá, implementar medidas más eficaces”, dijo Cardia.

  • Tortura na Era dos Direitos Humanos
    Organizadoras: Nancy Cardia y Roberta Astolfi
    Publicación: marzo de 2014
    Precio: R$ 67,00
    Páginas: 480

    Más información: www.edusp.com.br/detlivro.asp?ID=413810
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