Ejemplo de un servicio ecosistémico proporcionado por las aves; en la imagen, un jacamar colirrufo (Galbula ruficauda) alimentándose de una libélula. El ave actúa en el control de poblaciones de artrópodos (foto: Enzo Coletti Manzoli)
Las zonas más deforestadas tienen menos especies, que además son más similares entre sí y ejercen las mismas funciones ecológicas, revela un estudio realizado por investigadores del estado de São Paulo, Brasil. Según los autores, este fenómeno compromete la resiliencia del ecosistema
Las zonas más deforestadas tienen menos especies, que además son más similares entre sí y ejercen las mismas funciones ecológicas, revela un estudio realizado por investigadores del estado de São Paulo, Brasil. Según los autores, este fenómeno compromete la resiliencia del ecosistema
Ejemplo de un servicio ecosistémico proporcionado por las aves; en la imagen, un jacamar colirrufo (Galbula ruficauda) alimentándose de una libélula. El ave actúa en el control de poblaciones de artrópodos (foto: Enzo Coletti Manzoli)
Por Emilio Sant’Anna | Agência FAPESP – Cinco siglos de explotación económica y deforestación han dejado huellas profundas en la Mata Atlántica. Un estudio publicado en la revista Environmental Conservation revela una de ellas al mostrar que la cobertura forestal y el tipo de ambiente son factores determinantes en la configuración de la diversidad funcional de aves insectívoras en este bioma. La investigación muestra que la fragmentación del bosque puede provocar la pérdida de especies que desempeñan funciones ecológicas específicas, como el control de plagas, y destaca la importancia de mantener la conectividad entre los fragmentos forestales para preservar la biodiversidad y las funciones ecológicas esenciales.
El estudio fue realizado en Brasil por investigadores de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar) y de la Universidad Estatal Paulista (Unesp), con el apoyo de la FAPESP (proyectos 13/50421-2, 20/01779-5, 21/08534-0, 21/10195-0 y 22/10760-1). El área investigada fue el corredor ecológico de la región Cantareira-Mantiqueira, en el sureste de la Mata Atlántica, en el estado de São Paulo. Cubre aproximadamente 700 mil hectáreas y conecta el Parque Estatal de Cantareira con el Parque Estatal de la Sierra de Mantiqueira. La región está compuesta por diversos mosaicos paisajísticos, con variaciones en la pérdida forestal y diferentes usos del suelo.
La mayoría de los fragmentos forestales tienen menos de 100 hectáreas, están aislados y consisten en bosques secundarios en etapas iniciales a intermedias de sucesión. Estas áreas están rodeadas por distintos usos del suelo, como pastizales, agricultura a pequeña escala, silvicultura, bosques en regeneración y zonas urbanas.
Los resultados mostraron que las áreas con mayor cobertura forestal albergan más especies con funciones ecológicas diversas. En cambio, las zonas con menor cobertura florestal presentan una diversidad funcional reducida, lo que compromete la resiliencia del ecosistema y la provisión de servicios ecológicos esenciales.
“Esto es particularmente importante en nuestras áreas de estudio, muchas veces compuestas por bosques secundarios. Es decir, estas regiones albergan hoy solo una fracción de las especies que tenían originalmente, debido a la degradación ambiental que han sufrido”, explica el biólogo Enzo Coletti Manzoli, quien realizó el trabajo durante su maestría en la UFSCar bajo la dirección de Augusto João Piratelli, profesor del Departamento de Ciencias Ambientales.
Especies sensibles
La Mata Atlántica cubre aproximadamente el 15 % del territorio brasileño y está presente en 17 estados. En esas áreas viven más del 70 % de la población brasileña, que genera el 80 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Actualmente, solo queda cerca del 12 % de su cobertura original, según datos de la Fundación SOS Mata Atlântica.
Además de la cobertura forestal, el tipo de ambiente juega un papel crucial. Los bosques secundarios y áreas en regeneración, aunque no equivalentes a los bosques primarios en términos de biodiversidad, aún proporcionan hábitats importantes para aves insectívoras. No obstante, las zonas altamente urbanizadas o convertidas en agricultura intensiva presentaron una drástica reducción en la diversidad funcional de estas aves.
“La deforestación y la fragmentación han sido los principales factores de impacto sobre las especies de aves en las últimas décadas. En nuestra investigación, observamos cómo estos ambientes impactados ofrecen menos nichos disponibles para que las especies de aves los ocupen. En consecuencia, el comportamiento de las comunidades se ve afectado, lo que puede llevar a una falta de compensación ecológica entre especies”, explica Manzoli.
Uno de los hallazgos más preocupantes fue la constatación de que la fragmentación del bosque puede provocar la pérdida de especies con funciones ecológicas específicas, como el control de plagas. Esto sucede porque las especies con características funcionales únicas suelen ser las más sensibles a la pérdida de hábitat y a los cambios ambientales. “Esto significa que las aves especialistas y sus funciones ecosistémicas podrían estar siendo excluidas de estos ambientes, porque ya hay especies generalistas ocupando los nichos que estas aves necesitan para sobrevivir en estos bosques en regeneración”, dice Manzoli.
El resultado de esa pérdida de diversidad funcional no afecta solo al propio bosque degradado. Las áreas ocupadas por cultivos, donde antes había bosque, también pueden verse afectadas por la menor presencia de aves insectívoras. Es decir, la actividad económica responsable de la deforestación de la Mata Atlántica sufre las consecuencias del daño causado al bioma.
Piratelli subraya además que las áreas de pastizales albergan solo una pequeña parte de la avifauna original, mientras que ambientes como los humedales contienen algunas especies que no se encuentran en zonas más boscosas. “La fragmentación y degradación de los hábitats puede llevar a extinciones locales y a la pérdida de funciones ecológicas. Esto es preocupante tanto para la conservación de la biodiversidad de la Mata Atlántica como para la producción agrícola”, afirma el tutor de la investigación.
Los investigadores utilizaron una combinación de métodos de campo, incluyendo observación directa y grabación de sonidos de aves, para catalogar las especies presentes en distintas áreas de estudio. Para evaluar la relación entre cobertura forestal, tipo de ambiente y diversidad funcional de aves, aplicaron técnicas avanzadas de análisis estadístico.
La investigación destaca la necesidad de integrar la conservación de la biodiversidad con prácticas sostenibles de uso del suelo. En zonas donde la agricultura y la urbanización son inevitables, medidas como la creación de áreas protegidas, el manejo sostenible de bosques secundarios y la implementación de prácticas agrícolas favorables a la biodiversidad pueden mitigar los impactos negativos sobre la diversidad funcional de las aves.
“El poder predictivo de los índices de diversidad funcional puede ser muy útil para apoyar decisiones en proyectos de uso del suelo. Podemos tener ambientes con baja diversidad de especies, pero que funcionalmente las aves allí presentes sean muy distintas en características entre sí y, por tanto, proporcionen servicios ecosistémicos variados”, explica Manzoli.
Los autores del estudio también destacan la importancia de políticas de conservación que promuevan la restauración y la conectividad de los fragmentos forestales, así como la necesidad de considerar la diversidad funcional en las decisiones sobre el uso del suelo. “Los próximos pasos son verificar cómo se ven afectados los servicios ecosistémicos y cuantificar en modelos ecológicos cuánto de eso se refleja económicamente”, dice Manzoli. “En mi doctorado, evaluaremos los impactos sobre las funciones ecológicas junto con los efectos sobre los índices de diversidad funcional. Estoy ansioso por ver los nuevos resultados”.
El artículo Forest cover and environment type shape functional diversity of insectivorous birds within the Brazilian Atlantic Forest puede ser leído en: doi.org/10.1017/S0376892924000080.
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