Investigadores analizan en un estudio registros espontáneos hechos por niños

Imágenes captadas con cámaras y tablets por infantes de hasta 3 años inspiran reflexiones sobre la educación y se transforman en un cortometraje producido por científicos brasileños

Por Diego Freire

Agência FAPESP – Investigadores del Instituto de Biociencias de Rio Claro, de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), utilizan fotos y videos producidos por niños para plantear nuevas reflexiones sobre el desarrollo infantil. Y el resultado de ello puede verse en el cortometraje “O que pode a imagem?” [“¿Qué puede la imagen?”], que exhibe un análisis sobre estos registros realizado por los científicos.

Esta iniciativa forma parte de la investigación intitulada “Infancia, investigación y experiencia: reflexiones y miradas sobre el desarrollo infantil con base en producciones de imágenes de docentes y niños”, coordinada por César Donizetti Pereira Leite, profesor adjunto de la Unesp, y realizada con el apoyo de la FAPESP. El trabajo práctico se realizó en un jardín maternal público de la localidad de Rio Claro.

Las visitas a dicho jardín maternal se concretaron una vez por semana, con una duración promedio de 2 horas y durante siete meses correspondientes al período lectivo 2012. Los 45 niños participantes en el experimento produjeron más de 3.500 fotos digitales y 10 horas de filmaciones.

A los niños y niñas de uno a tres años de edad se les ofrecieron aparatos de grabación digital: cámaras fotográficas y de video y tablets. Los docentes participaron, pero sin impartir ninguna orientación que pudiese influir sobre la espontaneidad con respecto al uso de los artefactos.

De acuerdo con Donizetti Pereira Leite, el objetivo consistió en descubrir nuevas percepciones acerca del universo infantil mediante el registro espontáneo de los niños. “La manera de hacer las grabaciones permitió formular reflexiones importantes sobre las modalidades mediante las cuales el cuerpo y la memoria crean y generan sentidos”, dijo.

Sucede que los aparatos terminan por usarse no como cámaras sino como juguetes o como extensiones del propio cuerpo, lo cual deriva en un registro muy cercano a la manera en que los niños ven a los objetos y a las personas que los rodean cotidianamente.

“Las imágenes produjeron la perspectiva de un mirar desde el punto de vista de los niños: detalles antes no percibidos, tales como los botones de las camisas, una nariz sucia o una baba, aparte de ciertas minuciosidades de los movimientos, tales como las miradas rápidas, fuera de foco, los cortes bruscos y las pausas largas”, dijo Donizetti Pereira Leite.

Para el investigador, esta experiencia sugiere una inversión en la mirada del profesional que trabaja con niños. “En lugar de ofrecer técnicas, conocimientos, teorías y sentidos para educar nuestra mirada sobre los niños, los videos lanzan al cuerpo hacia una aventura”, dijo.

En la investigación se analizó también la percepción de los docentes sobre los videos. Para Donizetti Pereira Leite, existe “una dictadura de los sentidos y de la cognición”, que en las grabaciones quedan en jaque. “Para los adultos, todas las imágenes, por más difusas o por más vertiginosas que sean, deben decir algo, deben abrochar un sentido final”, dijo.

Según el investigador, los docentes tienden a asociar las imágenes producidas con mayor nitidez o claridad, aunque sea casualmente, a niños que ellos los tienen como más inteligentes o vivos, así como los registros más caóticos se les adjudicaron a aquéllos que exhiben mayores dificultades en el universo escolar. “Es una comprensión que refleja nuestra usual falta de sensibilidad para ver el mundo con los ojos de los niños”, analizó.

Nuevos abordajes

Entre las posibilidades de abordajes para la educación infantil que este experimento inspiró se encuentra una nova visión del paso del tiempo. “Nuestros currículos, nuestras prácticas educativas y nuestros modos de pensar y de vivir la educación se pautan de acuerdo con un tiempo cronológico que está presente en las teorías del desarrollo humano en el campo de la Psicología: las ideas de estadios, períodos y etapas, y también la idea de que evolucionamos; todo eso se organiza en una esfera de una modalidad de tiempo: el tiempo cronológico y lineal. Con las imágenes nos vemos ante otro desplazamiento”, sostuvo Donizetti Pereira Leite.

Para el investigador, las imágenes rápidas, distorsionadas y confusas captadas por los niños sugieren una idea no lineal del tiempo: “el tiempo kairológico”, en una referencia a “kairós”, del griego antiguo, que significa “momento oportuno”.

“Se trata del tiempo de la oportunidad, cuando estamos completamente absorbidos por el momento presente”, dijo Donizetti Pereira Leite. Esta noción de tiempo, según el investigador, resulta fundamental para entender el universo de los niños en el proceso de desarrollo infantil.

Resulta importante también contra con otra noción de tiempo relacionada con la intensidad del momento, no con su duración. “Es el tiempo aiónico, el de la experiencia. Un juego, por más banal que le parezca a un adulto, puede acaparar toda la concentración de un niño. Y en ese momento en que nada lo distrae, el niño vivencia más esa dimensión del tiempo que debe considerarse en el proceso educativo”, dijo.

El cortometraje realizado con las grabaciones de los niños constituye un desdoblamiento de experiencias que se vienen llevando a cabo desde 2010 en la red pública de enseñanza de la localidad de Rio Claro y que han redundado en posibilidades de elaboración de políticas educativas para el municipio, de acuerdo con Donizetti Pereira Leite.

El proyecto intitulado “Acción, cámara, luz: entre imágenes y miradas: una experiencia de infancia y de montajes”, también realizado con el apoyo de la FAPESP, llevó a la Secretaria de Educación de Rio Claro a crear un grupo de estudios sobre el tema integrado por docentes, directores y coordinadores de escuelas de educación infantil. Existe también un proyecto con la municipalidad destinado a la formación docente orientada según la temática de la imagen y del cine en la educación.

En la Unesp, estos trabajos dieron origen al Laboratorio de Estudios e Investigaciones de la Imagen, la Experiencia y la Creación (Imago).