La tasa de mutación del virus en los pacientes brasileños es alta, y el surgimiento de nuevos tipos puede comprometer el desarrollo de vacunas y de los test de diagnóstico, según un científico de la Red Zika en São Paulo (imagen: E. A. Goeldi (1905), Os Mosquitos no Pará. Memorias do Museu Goeldi. Pará, Brasil./ Wikimedia Commons)

Investigador advierte sobre el riesgo de que surjan nuevos serotipos del Zika
12-10-2017

La tasa de mutación del virus en los pacientes brasileños es alta, y el surgimiento de nuevos tipos puede comprometer el desarrollo de vacunas y de los test de diagnóstico, según un científico de la Red Zika en São Paulo

Investigador advierte sobre el riesgo de que surjan nuevos serotipos del Zika

La tasa de mutación del virus en los pacientes brasileños es alta, y el surgimiento de nuevos tipos puede comprometer el desarrollo de vacunas y de los test de diagnóstico, según un científico de la Red Zika en São Paulo

12-10-2017

La tasa de mutación del virus en los pacientes brasileños es alta, y el surgimiento de nuevos tipos puede comprometer el desarrollo de vacunas y de los test de diagnóstico, según un científico de la Red Zika en São Paulo (imagen: E. A. Goeldi (1905), Os Mosquitos no Pará. Memorias do Museu Goeldi. Pará, Brasil./ Wikimedia Commons)

 

Por Karina Toledo, desde Campos do Jordão (Brasil)  |  Agência FAPESP – El virus del Zika está modificándose tan rápidamente en los pacientes brasileños que existe el riesgo de que en un futuro cercano surjan serotipos distintos del patógeno, tal como ya ocurre con el virus del dengue. Esto podría dificultar la obtención de una vacuna, como así también comprometer la eficacia de los test de diagnóstico que se han desarrollado.

Esta advertencia se escuchó el pasado día 3 de septiembre de boca de Edison Luiz Durigon, docente del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de São Paulo (ICB-USP), quien dictó la conferencia inaugural de la Reunión Anual de la Federación de Sociedades de Biología Experimental (FeSBE). El evento se extendió hasta el día 6 de ese mes en la localidad paulista de Campos do Jordão, en Brasil.

“En la actualidad existe un solo virus del Zika. Una vez que la persona ha sido infectada, se vuelve inmune a éste. Pero el virus se encuentra en franca mutación y no sería una sorpresa si pronto surgieran el Zika 2, el 3, el 4...”, dijo Durigon en entrevista concedida a Agência FAPESP.

Esta afirmación se basa en el análisis de datos de tres pacientes asintomáticos –dos hombres y una mujer– a los que el equipo del ICB-USP siguió de cerca durante meses. Semanalmente, los investigadores les extraían muestras de sangre, saliva, orina y, en el caso de los varones, también de esperma.

Este material se enviaba a Estados Unidos, donde mediante una colaboración con el ejército de dicho país, se secuenciaba el genoma completo del patógeno. Este estudio se concretó en el marco de la Red de Investigaciones sobre el Virus del Zika de São Paulo (Red Zika), que cuenta con el apoyo de la FAPESP.

“Semana tras semana, comparábamos qué diferencias surgían en el genoma viral. Llegamos a ver en un mismo paciente cepas compartimentadas, es decir, el virus presente en el semen era distinto al que aparecía en la orina. En todos los casos, el patógeno que encontramos en el estadio final de la infección no era el mismo que había entrado en el paciente”, comentó Durigon.

Según el investigador, los pacientes de sexo masculino siguieron eliminando el virus del Zika en grandes cantidades a través del esperma durante seis meses. En uno de ellos se detectó que el virus permaneció en su saliva durante tres meses.

“El virus del Zika siguió replicándose en las células de los testículos durante todo ese tiempo. Mediante microscopía electrónica, pudimos percibir que los espermatozoides ya se formaban infectados. Por ende, existe el riesgo de que se produzca una concepción con esperma contaminado. No tenemos idea de qué pasaría si los embarazos prosperan en tales casos ni de cuáles serían las consecuencias de ello para los fetos”, comentó Durigon.

La posibilidad de transmisión sexual, según el investigador, amplía fuertemente la capacidad de propagación del virus. A juicio de Durigon, es necesario cambiar urgentemente la cultura médica, que aún centra los cuidados prenatales en las mujeres.

“De nada sirve aplicarle los test únicamente a las embarazadas con relación a la presencia del virus, recomendarle tan sólo a las mujeres que usen repelente y que eviten las áreas de riesgo durante la gestación y dejar a los varones cómodos, que sigan sus vidas normalmente. A ellas las pueden contaminar sus propios compañeros, y esto es algo a lo cual los médicos no le están presentando la debida atención”, advirtió.

Análisis serológico

Durante su conferencia, Durigon recordó el comienzo de la formación de la Red Zika en São Paulo e hizo un relato referente a la rápida articulación entre la comunidad científica y la agencia de fomento de la investigación, lo cual permitió avanzar en el conocimiento sobre el virus del Zika.

“El investigador Pedro Vasconcelos, del Instituto Evandro Chagas, con sede en el estado norteño de Pará, aisló el virus por primera vez en Brasil en noviembre de 2015. Nuestro grupo del ICB-USP le solicitó una muestra, que nos llegó por correo cuando estábamos montando nuestro decorado de Navidad”, comentó Durigon.

Entraron en acción entonces los científicos paulistas que entre 2000 y 2007 formaron parte de la Red de Diversidad Genética de Virus (VGDN), un proyecto que contó con el apoyo de la FAPESP y que hizo posible la instalación en el estado de São Paulo de una importante infraestructura destinada a la realización de investigaciones en el área de virología.

“Muchos de los integrantes de esa red en 2015 llevaban adelante proyectos que contaban con apoyo de la FAPESP, pero en otros temas. La Fundación aprobó Fundación rápidamente adendas a esos proyectos y todos los esfuerzos se volcaron al estudio del virus del Zika. De esta forma, y rápidamente, logramos cultivar los aislados virales en laboratorio y distribuirlos entre varios grupos de investigación de Brasil”, recordó.

Según Durigon, la rápida reacción de la comunidad científica paulista inspiró a grupos de otros estados y también a otras agencias de fomento de la investigación, lo cual posibilitó la creación de una Red Zika a nivel nacional.

Entre los avances logrados desde entonces se encuentran el desarrollo de test moleculares de diagnóstico (capaces de detectar el ARN viral en las muestras de pacientes durante la infección), la comprobación de que el virus causa un síndrome congénito que puede o no incluir la microcefalia, el desarrollo de vacunas experimentales y, finalmente, la validación de un test serológico (capaz de detectar anticuerpos contra el virus en la sangre incluso cuando ya ha pasado la infección) que no genera reacción cruzada con los anticuerpos contra el dengue.

“Finalmente, al cabo de dos años, podemos decir con orgullo que hemos obtenido un test serológico realmente eficaz para detectar el virus del Zika. Los hemos validado en más de mil muestras de la población de São José do Rio Preto, en el interior de São Paulo, y en 800 muestras de pacientes de Salvador (estado de Bahía), entre quienes había mujeres que tuvieron hijos con y sin microcefalia, y pacientes que ya tuvieron fiebre amarilla y dengue. Si este test logra identificar el Zika en Salvador, funciona en cualquier parte del mundo”, dijo Durigon.

También integran el equipo que desarrolló este método serológico Paolo Zanotto y Luís Carlos de Souza Ferreira, investigadores del ICB-USP (lea más en: agencia.fapesp.br/23076).

El paso siguiente, según el investigador, consiste en recolectar más muestras del estado de São Paulo y de la capital paulista para investigar cuál es la cantidad real de gente infectada hasta ahora en la región. Dado que hasta el 80% de los casos pueden ser asintomáticos, sin el test serológico se vuelve imposible saber el real tamaño de la epidemia y el porcentaje de la población que aún está susceptible al virus.

“Aparentemente, en São Paulo ha aparecido poco el virus del Zika aún. En Salvador, los test están mostrando que gran parte de la población ha sido contaminada, gestantes inclusive, y por eso se registraron muchos casos de microcefalia. Es probable que los estados de Bahía, Pernambuco y Paraíba sigan durante al menos otros cuatro años sin detectar muchos casos, hasta que surja una nueva población susceptible. Pero en São Paulo aún no lo sabemos”, sostuvo.

La grande preocupación actual, según Durigon, recae sobre los niños nacidos de madres que tuvieron zika durante la gestación sin saberlo. “Los niños puede tener lesiones cerebrales, pero no microcefalia, y no se les hará un seguimiento cuidadoso. El problema sólo aparecerá cuando exhiban dificultades motoras o de aprendizaje, más adelante. Podemos tener una generación de niños con complicaciones sumamente variadas y no sabremos cómo afrontarlas”, advirtió.

Tan pronto como el test serológico se encuentre disponible a gran escala, según dijo Durigon, será importante que se le aplique a la mayor cantidad posible de niños nacidos durante este período de tiempo. Los casos positivos deberán evaluarse con mayor cautela y habrá que someterlos a estudios por imágenes. “Lo que estamos viendo es tan sólo la punta del iceberg: no sabemos lo que viene abajo”, afirmó.

 

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