La herramienta tuvo como sistema de estudio la Mata Atlántica, uno de los biomas más biodiversos y amenazados del mundo (foto: Clarice Borges-Matos)

Conservación
Herramienta identifica áreas ecológicamente equivalentes para orientar proyectos de restauración
05-06-2025
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Modelo diseñado para cumplir con la legislación vigente utiliza datos de biodiversidad, paisaje y servicios ecosistémicos, y podrá dar soporte a políticas públicas

Conservación
Herramienta identifica áreas ecológicamente equivalentes para orientar proyectos de restauración

Modelo diseñado para cumplir con la legislación vigente utiliza datos de biodiversidad, paisaje y servicios ecosistémicos, y podrá dar soporte a políticas públicas

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La herramienta tuvo como sistema de estudio la Mata Atlántica, uno de los biomas más biodiversos y amenazados del mundo (foto: Clarice Borges-Matos)

 

Por Luciana Constantino  |  Agência FAPESP – Con récords sucesivos de temperaturas elevadas en el mundo y la ocurrencia más frecuente de eventos climáticos extremos, la restauración ecológica de áreas degradadas y los nuevos mercados asociados –como los de carbono y biodiversidad– han cobrado protagonismo. En este contexto, investigadores brasileños desarrollaron una herramienta para hacer más eficaces los esquemas de compensación ambiental, una obligación legal para minimizar o reparar daños causados por la acción humana al medio ambiente.

Llamada de Condition Assessment Framework (nombre en inglés para Marco de Evaluación de Condición Ambiental), la nueva herramienta permite evaluar la equivalencia ecológica de un área a restaurar o proteger en relación con la degradada, considerando tres atributos clave: biodiversidad, paisaje y servicios ecosistémicos. Fue diseñada para cumplir con compensaciones más precisas a las exigencias establecidas en la Ley de Protección de la Vegetación Nativa (promulgada por el gobierno brasileño en 2012, Ley Nº 12.651) y utilizó como sistema de estudio la Mata Atlántica, uno de los biomas más biodiversos y amenazados del planeta.

La herramienta indicó que la combinación de protección y restauración es la mejor alternativa para resolver los llamados “déficits de vegetación nativa”, garantizando beneficios ambientales y socioeconómicos. Estos déficits ocurren cuando la cobertura forestal de una propiedad está por debajo del mínimo exigido por la ley, no siendo suficiente para auxiliar en la manutención de la capacidad de funcionamiento de los ecosistemas, con biodiversidad y ciclos del agua y carbono equilibrados, por ejemplo.

Los resultados de la aplicación del Condition Assessment Framework mostraron que la protección seguida de restauración logró resolver el 99.47 % del déficit en el bioma Mata Atlántica en el estado de São Paulo, con una adicionalidad y un costo (US$ 1.29 billones) intermedios. Cabe destacar que, en el contexto ambiental, adicionalidad significa que los beneficios generados, como la reducción de emisiones, no se habrían producido de otra manera si no se hubiera implementado el proyecto específico.

Al analizarse las estrategias por separado, la restauración resultó ser la más eficaz y con mayor adicionalidad (98.99 % de resolución), pero también la más costosa (US$ 2.1 billones). Le siguieron, con eficacia mucho menor, las estrategias de protección (40.22 % de resolución y US$ 14.3 millones) y regularización fundiaria en Unidades de Conservación (0.15 % y US$ 104 mil).

El modelo, según los científicos, es el primero en integrar las actuales demandas de evaluación de equivalencia, a partir de un método relativamente simple y de datos espacialmente explícitos analizados con Sistemas de Información Geográfica (GIS). Además, es flexible, lo que permite su adaptación a otros biomas y legislaciones, constituyéndose en una innovación prometedora para su uso en proyectos de compensación y conservación.


Distribución espacial del déficit de Reserva Legal (RL) en hectáreas (ha) resuelto en cada hexágono mediante estrategias de compensación aplicadas en los escenarios evaluados. En el primer escenario, se probó solo la estrategia de protección del bosque utilizando únicamente los excedentes de RL. En el segundo, el área de protección fue el excedente sumado a las RL de pequeñas propiedades (< 4 módulos fiscales). En el tercer y cuarto escenarios, se probaron por separado las estrategias de restauración y de regularización fundiaria en Unidades de Conservación (UC). Por último, los últimos escenarios probaron formas de protección seguidas de restauración, mostrando resultados muy similares y que demostraron la mejor relación costo-beneficio para la compensación de RL (imagen: archivo de los investigadores)

En el futuro, podría ser adaptado a créditos de biodiversidad –un nuevo mercado en desarrollo que busca financiar iniciativas de conservación, protegiendo o restaurando especies nativas– y para el análisis de corredores ecológicos.

Los resultados de la aplicación de esta metodología fueron publicados en un artículo en la revista Environmental Impact Assessment Review.

“Probamos el método en la Mata Atlántica, evaluando una región del interior del estado de São Paulo y otra en la zona costera. Observamos que el método realmente detecta las diferencias ambientales entre áreas. En el interior, a pesar de estar más deforestado, es posible encontrar más áreas ecológicamente equivalentes que cerca de la costa, donde hay mucha heterogeneidad ambiental”, afirma la investigadora Clarice Borges-Matos, primera autora del artículo, quien en ese momento estaba en el Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (IB-USP) y actualmente forma parte de la Escuela Politécnica (Poli) de la USP.

Apoyada por FAPESP a través del Programa FAPESP de Investigación en Caracterización, Conservación, Restauración y Uso Sostenible de la Biodiversidad (BIOTA) y de becas (17/26684-4 y 18/22881-2), la investigación forma parte del doctorado de Borges-Matos, bajo la orientación del profesor Jean Paul Metzger.

Borges-Matos y Metzger también cofirman un artículo anterior en la revista Environmental and Sustainability Indicators en el que describen la metodología.

“La tesis se centró en cómo medir la equivalencia ecológica y demostrar la posibilidad de realizar una compensación utilizando estos criterios. Al considerar la equivalencia, las áreas a compensar serán similares a las originalmente devastadas, tanto en biodiversidad como en servicios ecosistémicos. Por ejemplo, si un bosque ofrecía el servicio de polinización, es necesario que este servicio continúe existiendo en las áreas a ser compensadas. La equivalencia debe darse tanto en términos de composición de especies como de función ecológica”, explica Metzger a la Agência FAPESP.

La legislación

La Ley de Protección de la Vegetación Nativa, conocida como el nuevo Código Forestal, establece normas para el uso de la tierra y la protección ambiental dentro de propiedades privadas, las llamadas reservas legales. Exige que una parte del área rural se mantenga con vegetación nativa, sin perjuicio de la aplicación de las normas sobre las Áreas de Preservación Permanente.

En los nueve estados que conforman la Amazonia Legal (zona creada por el gobierno brasileño con fines de desarrollo socioeconómico, que abarca el territorio del bioma amazónico), es obligatorio mantener la cobertura vegetal en el 80 % del área de los inmuebles ubicados en la selva, en un 35 % en el Cerrado (bioma sabánico brasileño) y un 20 % en los campos generales, porcentaje que también se aplica al resto del país.

Los déficits en la extensión de la reserva legal deben ser compensados mediante la protección de vegetación existente en otra propiedad o su restauración. El único requisito ambiental es que la compensación se realice dentro del mismo bioma donde existe el déficit.

En 2018, el Supremo Tribunal Federal (STF), máxima corte del poder judicial brasileño, decidió que debía considerarse la equivalencia ecológica de especies y ecosistemas específicos en las negociaciones de compensación de reserva legal. En un nuevo fallo, cinco años después, estableció que dicha equivalencia debía extenderse a todas las formas de compensación previstas por la ley. Sin embargo, esta exigencia fue cuestionada con argumentos como: la falta de definición de cómo medir la equivalencia ecológica y de los niveles de equivalencia que deben alcanzarse.

En 2024, el STF ratificó que el bioma sea el único criterio compensatorio. Tener solo este criterio como requisito ambiental puede llevar a implementar compensaciones en áreas muy distintas a aquellas donde se produjo la pérdida de vegetación, ya que los biomas brasileños son muy heterogéneos. Además, en algunas regiones como São Paulo, es posible que toda o la mayor parte de las áreas compensadas estén en excedentes de reserva legal, es decir, vegetación ya existente, con poca restauración.

La equivalencia ecológica es importante no solo para asegurar hábitats y recursos para la fauna y flora nativas, sino también para proteger fuentes y cursos de agua, contener la erosión, y mantener otros servicios ecosistémicos, como la polinización natural, indispensable para buena parte de la agricultura.

“La restauración ecológica ha sido vista como una cuestión funcional, no solo de superficie. En la jerarquía de mitigación [un esquema aplicado para controlar los impactos de proyectos sobre el medio ambiente], si no logramos evitar el daño, es necesario minimizarlo y compensarlo con un impacto positivo. En ese sentido, métricas como estas son muy útiles y podrán utilizarse de diversas formas”, añade Metzger, quien estudia el tema desde hace años y participó como autor principal en la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES, por sus siglas en inglés).

Brasil reafirmó recientemente su meta del Acuerdo de París de restaurar al menos 12 millones de hectáreas de bosques hasta 2030 – una superficie apenas menor que la de Grecia. En octubre de 2024, lanzó la revisión del Plan Nacional de Recuperación de la Vegetación Nativa (Planaveg), que define directrices para acelerar y ampliar la restauración.

Según MapBiomas, red colaborativa conformada por organizaciones no gubernamentales, universidades y startups de tecnología que mapea la cobertura y el uso del suelo en Brasil, el país tuvo entre el 11 % y el 25 % de su vegetación nativa susceptible a degradación entre 1986 y 2021, lo que equivale a una superficie que varía de 60.3 millones a 135 millones de hectáreas. La Amazonía, por ejemplo, solo el año pasado tuvo la mayor área degradada de los últimos 15 años debido al aumento de los incendios. A diferencia de la deforestación, donde la vegetación es cortada totalmente, en la degradación hay una pérdida gradual, causada por el fuego, la tala selectiva y los efectos del cambio climático.

En la práctica

Al aplicar el método en la Mata Atlántica, en São Paulo, los investigadores concluyeron que las regiones más cercanas a la costa (sur del estado) presentaron atributos con valores más positivos en términos ambientales y mayor heterogeneidad espacial que las áreas del interior (noroeste), que mostraron el patrón opuesto.

Para seleccionar los atributos de equivalencia ecológica, se analizaron datos que incluyen desde la variedad de especies de aves, anfibios y árboles hasta la cobertura forestal y el almacenamiento de carbono. Los atributos se ingresan de forma individual, lo que permite realizar varios tipos de análisis. Además, los atributos seleccionados se presentan por separado, lo que garantiza transparencia y comprensión de lo que será compensado.

Borges-Matos comenzó los estudios de su tesis realizando una revisión bibliográfica sobre las métricas de equivalencia ecológica utilizadas en compensaciones ambientales ya desarrolladas y propuestas hasta 2023. El resultado fue publicado en la revista Environmental Management.

En el año en que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) se celebra por primera vez en la Amazonía, los resultados obtenidos en esta investigación adquieren aún más relevancia, ya que pueden ampliar la comprensión de que la integración de la equivalencia ecológica en las negociaciones aporta beneficios sociales, económicos y ambientales. Además de conservar la biodiversidad y recuperar servicios ecosistémicos perdidos, contribuyen a la mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático, generando beneficios para las comunidades locales y los productores rurales, según destacan los científicos.

El artículo Combining protection and restoration strategies enables cost-effective compensation with ecological equivalence in Brazil puede ser leído en www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0195925525001192.

 

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