Eduardo Krieger presentó datos preliminares de una investigación en que verificó que el 16% de los 1.692 hipertensos evaluados padecía este problema (foto: divulgación/World Health Summit; tapa: USP Imagens)

Evalúan la prevalencia de la hipertensión resistente en Brasil
15-05-2014

Datos preliminares de una investigación indican que el problema afecta al 16% de los 1.692 hipertensos analizados. En una segunda fase del trabajo, se estudiará cuál es el tratamiento más eficaz para estandarizar la atención en el Sistema Único de Salud

Evalúan la prevalencia de la hipertensión resistente en Brasil

Datos preliminares de una investigación indican que el problema afecta al 16% de los 1.692 hipertensos analizados. En una segunda fase del trabajo, se estudiará cuál es el tratamiento más eficaz para estandarizar la atención en el Sistema Único de Salud

15-05-2014

Eduardo Krieger presentó datos preliminares de una investigación en que verificó que el 16% de los 1.692 hipertensos evaluados padecía este problema (foto: divulgación/World Health Summit; tapa: USP Imagens)

 

Por Karina Toledo

Agência FAPESP – Los objetivos de un estudio que se lleva adelante en 25 hospitales universitarios de todo Brasil, bajo la coordinación de investigadores del Instituto do Corazón (InCor) de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FMUSP), consisten en determinar la prevalencia de la hipertensión resistente en la población brasileña y estandarizar el tratamiento de esos pacientes en el Sistema Único de Salud (SUS).

Un análisis preliminar detectó el problema en el 16% de los 1.692 hipertensos evaluados. La presentación de los datos estuvo a cargo de Eduardo Moacyr Krieger, investigador responsable y vicepresidente de la FAPESP, durante el evento internacional World Health Summit – Regional Meeting Latin America, organizado por la FMUSP entre los días 6 y 8 de abril.

“Suele considerarse como hipertensos resistentes a aquellos pacientes cuya presión permanece elevada aun después del tratamiento con dosis adecuadas de tres medicamentos antihipertensivos de distintos tipos, y uno de ellos necesariamente debe ser un diurético”, explicó Krieger.

En esos casos, los especialistas estiman que el riesgo de desarrollar enfermedades graves, tales como accidentes cerebrovasculares, infartos, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal es tres veces mayor que en pacientes con hipertensión controlada, los cuales, a su vez, tienen un riesgo más el evado con relación a la población normotensa.

La hipertensión resistente es considerada un problema emergente de salud pública a nivel global, fundamentalmente en función del aumento de la expectativa de vida y de los casos de apnea del sueño, diabetes y obesidad. Existe también la hipótesis de que el consumo excesivo de sal pueda contribuir al aumento de la cantidad de casos.

“Existe un consenso acerca de la necesidad de tratar a los hipertensos con tres tipos de medicamentos distintos antes de considerarlos resistentes. Sin embargo, cuando el tratamiento falla, siempre queda la duda: ¿cuál debe ser la cuarta o quinta droga que debe escogerse? Prácticamente no existen datos en la literatura científica; por tal motivo, decidimos proponer este proyecto especialmente orientado a la población brasileña”, comentó Krieger.

El estudio multicéntrico, denominado “Resistant Hypertension Optimal Treatment (ReHOT)”, cuenta con el apoyo del Ministerio de salud, del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) y de la FAPESP, a través del Programa de Investigación para el SUS: Gestión Compartida en Salud (PPSUS).

En total fueron incluidos 1.927 pacientes con hipertensión severa –más de 160 milímetros de mercurio (mmHg) de presión sistólica (máxima) y 110 mmHg de presión diastólica (mínima)– en una muestra considerada representativa de la población brasileña. Actualmente se consideran valores de presión ideales a los ubicados en torno a los 120/ 80 mmHg, e hipertensión cuando están arriba de 140/ 90 mmHg.

Se midió la presión tanto en consultorio como mediante un método conocido como MAPA (Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial), mediante el cual se efectúan las mediciones cada 20 minutos durante 24 horas con un monitor acoplado a la cintura, con el objetivo de registrar las variaciones durante el ciclo de sueño y vigilia.

A los pacientes considerados seleccionables se los trató a lo largo de tres meses con dosis adecuadas de medicamentos disponibles en la red pública de salud. Luego de ese período, una segunda evaluación reveló que el 84% estaba con la presión normalizada.

Se consideró como resistentes a aquéllos que al cabo de tres meses de tratamiento exhibían una presión clínica ubicada arriba de 140/ 90 mmHg y una presión ambulatoria de 24 horas de 130/ 80 mmHg. En una segunda etapa de la investigación, se está dividiendo a esos pacientes aleatoriamente en dos grupos. Una mitad será tratada con el medicamento clonidina, y la otra, con la droga espirolactona.

“La droga que demuestre el mejor efecto podrá quedar incluida en el tratamiento estándar del SUS y administrársela junto a los otros tres tipos de antihipertensivos ya empleados”, explicó Krieger.

Para Krieger, el proyecto ReHOT ejemplifica la importancia de la unión entre las universidades y el poder público para la realización de investigaciones destinadas a mejorar la prevención y el tratamiento que se ofrece en la red pública de salud. “La obligación de la universidad no termina con la formación del médico. La universidad posee el conocimiento y los núcleos de investigación, que son los más indicados para hacer los análisis de costo-beneficio. Y el apoyo económico posible para eso proviene de preferencia del poder público”, afirmó.

El objetivo del proyecto ReHOT se dio a conocer en un artículo publicado en 2013 en la revista Clinical Cardiology. Y Krieger presentó los datos preliminares durante el simposio “Deciphering the Public Health Situation in Brazil”, que formó parte de la programación del World Health Summit – Regional Meeting Latin America.

Para descifrar la salud pública

En la misma sesión, el investigador de la FMUSP Paulo Andrade Lotufo presentó datos preliminares del Estudio Longitudinal de Salud del Adulto (ELSA Brasil), cuyo objetivo consiste en investigar la incidencia y los factores de riesgo para enfermedades crónicas, en particular, los cardiovasculares y la diabetes. Integran la muestra 15.105 no docentes de seis universidades públicas con edades entre 35 y 74 años.

Moyses Szklo, docente de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, presentó datos del Proyecto Erica – Estudio de Riesgo Cardiovascular en Adolescentes, que cuenta con una muestra de 75 mil adolescentes de 12 a 17 años e investigadores de 35 instituciones de Brasil.

Otro estudio en marcha, presentado por Flávio Danni Fuchs, docente de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), fue el denominado Prevención de Eventos Cardiovasculares en Pacientes con Prehipertensión e Hipertensión Arterial (Prever). En este caso, el objetivo consiste en investigar si el tratamiento medicamentoso de individuos con prehipertensión reduce la incidencia de hipertensión arterial, y determinar la mejor combinación de drogas.

Joyce Schramm, investigadora de la Escuela Nacional de Salud Pública Sergio Arouca (ENSP-Fiocruz), presentó datos de sus estudios de carga de enfermedad en el país, que muestran una disminución de los casos de muerte e incapacidad causados por enfermedades infecciosas y un aumento en los casos resultantes de enfermedades no infecciosas, tales como las afecciones cardiovasculares y los trastornos mentales.

World Health Summit

El World Health Summit – Regional Meeting Latin America, cuyo enfoque recae sobre los principales desafíos de Latinoamérica en el área de salud, contó con simposios de las Escuelas de Medicina de la M8 Alliance, una red formada por 16 instituciones de 14 países, entre las cuales encuentra la FMUSP.

El encuentro tiene por objeto reunir a la comunidad científica, los políticos y los representantes de la sociedad civil y del sector privado para debatir soluciones basadas en el conocimiento científico con miras a afrontar los desafíos de la salud global, tales como la prevención y el control de enfermedades y el desarrollo de abordajes innovadores y prácticas más eficaces.

La programación estuvo organizada alrededor de cinco líneas temáticas: “Expectativa de vida saludable”, “La salud urbana/ La salud en las megaciudades”, “El aumento en la capacidad de investigación para incorporar tecnologías”, “La gestión de sistemas de salud para asegurar la cobertura universal” y “La educación en salud”.

El día 7 de abril, el encuentro contó con la participación del presidente de la FAPESP, Celso Lafer, quien presidió la mesa de la disertación a cargo de Gary Gibbons, director del National Heart, Lung and Blood Institute (NHLBI), un organismo ligado al National Institutes of Health (NIH) de Estados Unidos.

El director científico de la FAPESP, Carlos Henrique de Brito Cruz, fue moderador junto a José Eduardo Krieger (InCor-USP), prorrector de investigación de la USP, del simposio “Challenge to Improve Prevention and Outcomes in Cardiovascular Diseases”. Además de Gibbons, la sesión reunió a Joaquim Bernoya (director de Investigación de la Unidad Cardiovascular de Guatemala), José Patricio López-Jaramillo (de la Universidad de Santander, en Colombia) y Alexandre da Costa Pereira (del InCor-USP).

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