En la práctica, el dispositivo identifica la tonalidad de la piel mediante sensores e inteligencia artificial; luego, indica el producto del portafolio de la empresa más adecuado para ese tono específico (imagen: ColoriZe)

Innovación
Dispositivo evalúa la tonalidad de la piel para crear bases faciales personalizadas
23-10-2025
EN

Spin-off de una startup apoyada por la FAPESP desarrolla una tecnología basada en inteligencia artificial para crear productos de belleza individualizados

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Dispositivo evalúa la tonalidad de la piel para crear bases faciales personalizadas

Spin-off de una startup apoyada por la FAPESP desarrolla una tecnología basada en inteligencia artificial para crear productos de belleza individualizados

23-10-2025
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En la práctica, el dispositivo identifica la tonalidad de la piel mediante sensores e inteligencia artificial; luego, indica el producto del portafolio de la empresa más adecuado para ese tono específico (imagen: ColoriZe)

 

Por Roseli Andrion  |  Agência FAPESP – Mucha gente ha salido de casa creyendo que el maquillaje estaba perfecto, pero al llegar a su destino se dio cuenta de que no combinaba con su tono de piel. O peor aún: gastó dinero en un producto que parecía ideal en la tienda, pero en casa descubrió que se veía artificial. Ese problema podría tener los días contados gracias a una innovación tecnológica 100 % brasileña.

ColoriZe, spin-off de la empresa de tecnología Autaza, apoyada por el Programa de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE, por sus siglas en portugués) de la FAPESP, creó un equipo que utiliza inteligencia artificial para evaluar con precisión la tonalidad de la piel y generar fórmulas personalizadas de color para productos de belleza. El sistema, que pronto estará en uso en colaboración con una gran industria cosmética brasileña, busca transformar la experiencia de compra de cosméticos. “El consumidor encontrará en el portafolio la base que mejor se adapte a su tono de piel”, explica Leonardo Marangon, director de tecnología y operaciones de Autaza-ColoriZe.

El dispositivo funciona de manera similar a las máquinas de pintura disponibles en tiendas de materiales de construcción, que mezclan pigmentos con pintura blanca para crear los colores del catálogo. “Sin embargo, hay una diferencia significativa en precisión y sofisticación tecnológica”, señala Marangon. “Nuestro equipo tiene una precisión mucho mayor: las máquinas de pintura presentan un margen de error muy superior al del sistema ColoriZe, lo que nos garantiza una repetibilidad y reproducibilidad muy superiores”, compara.

Y eso no es todo. Mientras los sistemas convencionales utilizan el estándar RGB (que combina los colores rojo, verde y azul), la tecnología de ColoriZe adopta el sistema CIELAB, que ofrece una gama más amplia de tonalidades. “Con este sistema es posible capturar matices que otros no logran detectar”, detalla.

Del concepto a la realidad

Aunque hoy esté enfocada en el mercado de la belleza, ColoriZe comenzó lejos de ese sector: Autaza, empresa matriz del proyecto, desarrolla sistemas de inspección de calidad basados en inteligencia artificial, especialmente para la industria automotriz. El sistema original detecta defectos en la pintura de automóviles mediante deflectometría, una técnica en la que se proyectan imágenes sobre superficies para identificar variaciones que pueden indicar problemas (lea más en: agencia.fapesp.br/29096).

Marangon recuerda que, en la industria automotriz, diferentes partes de un vehículo se ensamblan en líneas de producción distintas. “Después se unen en un mismo coche, y las tonalidades de color deben ser idénticas.” Así, la empresa perfeccionó su experiencia en análisis colorimétrico a partir de esa necesidad de coincidencia cromática entre piezas de automóviles en la línea de montaje.

Posteriormente, la tecnología comenzó a aplicarse en otros sectores. La empresa trabajó en la industria de producción de pinturas, en el área aeronáutica e incluso exploró aplicaciones en el campo de la salud, con soluciones para la odontología estética. “Llegamos a desarrollar tonalidades para carillas dentales, pero encontramos barreras regulatorias, ya que el equipo debe ser homologado por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria [Anvisa].”

Esa aproximación con las áreas de salud y estética llevó naturalmente al equipo al mercado de la belleza. “La transición tuvo todo el sentido, porque ambos sectores trabajan con correcciones estéticas y la personalización de productos.”

Alianza estratégica

La elección de la primera gran socia de ColoriZe en el sector de la belleza no fue casual: Marangon destaca que la empresa está abierta a la innovación tecnológica. “Fue importante para nosotros como ejemplo brasileño, pero ya actúa en todo el mundo: Europa, México, América del Norte y otros lugares. Eso nos abre puertas a los mercados globales.”

En la práctica, el proceso es sorprendentemente simple para el usuario final. Primero, el dispositivo identifica la tonalidad de la piel mediante sensores e inteligencia artificial. Luego, indica el producto del portafolio de la empresa más adecuado para ese tono específico.

Otra modalidad de uso del sistema es aún más revolucionaria: crea una fórmula personalizada para ser producida específicamente para el cliente. “Será como ir a una farmacia de manipulación: después de detectar el tono de piel, el cliente podrá retirar el producto personalizado en pocas horas”, explica Marangon. Además, la información queda almacenada y el producto puede solicitarse en cualquier tienda de la red, incluso en diferentes partes del país.

Tonalidades específicas

ColoriZe es una innovación brasileña, pero la dificultad con las tonalidades de base es un problema global. “En el mercado de la belleza, el tono de piel es un desafío serio, especialmente en los tonos más oscuros, que son más difíciles de reproducir.” Y esto es aún peor cuando se consideran las variaciones de iluminación: una base que parece perfecta bajo la luz del salón de belleza, por ejemplo, puede verse artificial bajo la iluminación de un evento. “Nuestro sistema puede crear fórmulas de color que contemplan esas variaciones de luz.”

Por eso, el foco inicial de la empresa son las bases faciales, consideradas la parte central del maquillaje y la principal fuente de quejas de los consumidores. Aun así, los planes son ambiciosos: la intención es expandirse a otros productos como sombras y labiales, para crear incluso posibilidades de armonización entre diferentes ítems. “¿Por qué no combinar el tono del labial con el del vestido? ¿O el tono de la sombra con el del labial? Esos arreglos también son posibilidades interesantes para el futuro”, proyecta Marangon.

Aunque la tecnología sea sofisticada, la empresa no pretende restringir su uso: el objetivo es que el dispositivo sea accesible para las revendedoras y consultoras de belleza. “Ellas son el público principal de las marcas y pueden tener un dispositivo de ColoriZe en sus manos para detectar los tonos de piel de los clientes”, afirma Marangon. Esta estrategia permitirá que, al ampliar la base de usuarias de la tecnología, ColoriZe aumente su escala de producción y reduzca costos, generando un ciclo virtuoso de accesibilidad.

Nuevo paradigma

En el sector de la belleza, históricamente es común que los consumidores compren múltiples productos hasta encontrar el tono ideal. Con la precisión de la inteligencia artificial, sin embargo, el segmento puede ganar en eficiencia y satisfacción. “La tecnología de ColoriZe puede ir más allá de la conveniencia y representar autoestima y bienestar para quienes dependen del maquillaje para sentirse seguros.”

Marangon resalta la rapidez en el desarrollo de la tecnología: todo el proyecto, desde la concepción hasta la comercialización, duró poco más de un año y medio. “Fue muy rápido, muy dinámico”, destaca. Para el futuro, las expectativas son optimistas: la empresa planea una expansión significativa hasta 2027. “Estamos comenzando a prepararnos principalmente para avanzar globalmente y ampliar nuestro portafolio en el mercado de la belleza”, anticipa.

El equipo de jóvenes técnicos que trabaja en el proyecto está liderado por los cofundadores Enivaldo Amaral, director técnico de la empresa, y Renan Padovani, su CEO. “Por todo este dinamismo y enfoque en la innovación, decimos que Autaza es una empresa de tecnología, pero que aún conserva el alma de una startup.”

 

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