Científicos analizan la estructura genética y la diversidad de variedades de la especie existentes en el estado de Bahía, e identifican árboles resistentes a la escoba de bruja (imagen: divulgación)

Describen la historia genética del cacao en Brasil
19-01-2017

Científicos analizan la estructura genética y la diversidad de variedades de la especie existentes en el estado de Bahía, e identifican árboles resistentes a la escoba de bruja

Describen la historia genética del cacao en Brasil

Científicos analizan la estructura genética y la diversidad de variedades de la especie existentes en el estado de Bahía, e identifican árboles resistentes a la escoba de bruja

19-01-2017

Científicos analizan la estructura genética y la diversidad de variedades de la especie existentes en el estado de Bahía, e identifican árboles resistentes a la escoba de bruja (imagen: divulgación)

 

Por Peter Moon  |  Agência FAPESP – La saga del cacao en el sur del estado de Bahía, en Brasil, forma parte de la historia económica y cultural del país. De no haber sido por la exitosa introducción de esta especie en la región de Ilhéus en el siglo XVIII, no habría habido ciclo del cacao en Bahía, ni motivos para inspirar a Jorge Amado a escribir Gabriela, clavo y canela.

Pero el éxito del cultivo del cacao en Bahía es cosa del pasado. Brasil, que ya fue su segundo productor mundial, hoy en día ocupa el sexto puesto. Y sólo en 2015, al cabo de más de veinte años fuera del mercado mundial, Bahía pudo reanudar sus exportaciones de este producto. 

La culpa de la declinación de la cacaocultura bahiana recae sobre el hongo Moniliophtora perniciosa, que transmite la enfermedad conocida como escoba de bruja. Esta plaga apareció en la zona de Ilhéus-Itabuna en 1989 y se propagó afectando a los frutos, los brotes y las flores de los árboles de cacao. 

Y los árboles dejaron entonces de dar frutos. La producción brasileña, que era de 320 mil toneladas anuales, se desmoronó hasta las 190 mil toneladas por año en 1991. Toda esa caída corresponde al tumbo de la cacaocultura en Bahía, estado que concentraba el 80% de la producción.

Durante las últimas dos décadas se han puesto en marcha grandes esfuerzos en el combate contra la escoba de bruja, especialmente en la búsqueda de nuevas variedades de cacao resistentes a esta plaga, pues el hongo sigue haciéndose presente en el sur de Bahía. 

Una iniciativa innovadora es el estudio de la estructura genética y de la diversidad molecular del así llamado “cacao de Bahía”, un conjunto de variedades locales desarrolladas en el transcurso de los últimos dos siglos. Dicho estudio está a cargo de la profesora Anete Pereira de Souza, del Instituto de Biología y del Centro de Biología Molecular e Ingeniería Genética de la Universidad de Campinas, en São Paulo, junto a investigadores de diversas universidades y centros de investigación de Bahía.

Y algunos resultados del mismo salieron publicados en PLoS One, con el apoyo de la FAPESP.

“La baja resistencia del cacao de Bahía a la plaga de la escoba de bruja siempre me intrigó”, dijo Pereira de Souza. “La Amazonia brasileña es uno de los centros de la especie Theobroma cacao. Por ende, deben existir allí muchas variedades y tipos de cacao distintos, incluso algunos resistentes al hongo M. perniciosa. Pero entonces, ¿cómo se explica que esta plaga prácticamente haya diezmado las plantaciones de cacao del sur de Bahía en pocos años, si llegó proveniente de la Amazonia? Por eso decidimos estudiar la historia genética del cacao de Bahía, para hallar la razón de su escasa resistencia a la escoba de bruja, y así encontrar una manera de dotar al cacao de Bahía de una mayor resistencia al hongo.”

El cacao llegó a Bahía en 1746, cuando un colonizador francés que vivía en Pará, llamado Luiz Frederico Warneau, le envió algunas semillas de la variedad “Forastero” (del grupo Amelonado) al hacendado bahiano Antonio Dias Ribeiro, quien las sembró en el municipio de Canavieiras. 

En 1752, se plantaron las primeras semillas en Ilhéus. Y las plantas se aclimataron bien la zona. Durante el siglo XIX, las propiedades de cacao se propagaron por la región y las exportaciones avanzaron a medida que iba aumentando el consumo de chocolate en Europa y en Estados Unidos. Al llegar las primeras décadas del siglo XX, el cacao era el principal producto de exportación de Bahía.

 “El cacao de Bahía es de excelente calidad; tan es así que los cinco mayores productores mundiales (Costa de Marfil, Ghana, Indonesia, Nigeria y Camerún, en ese orden) cultivan cacao procedente de Bahía. Todas las semillas existentes en esos países pertenecían inicialmente a la variedad Forastero de Bahía,” explicó Pereira de Souza.

La escoba de bruja es endémica de América del Sur y del Caribe: nunca cruzó el océano para infestar los cultivos de África y del Sudeste Asiático. 

Luego del gran combate epidemiológico y científico contra la escoba de bruja, los resultados empezaron a aparecer. La producción brasileña de cacao, que había mermado a un mínimo de 170 mil toneladas en 2003, llegó a las 291 mil toneladas en 2014, que fue la mayor cosecha en 26 años. 

El mayor control de la escoba de bruja le permitió a Bahía regresar al mercado exterior, con la exportación de 6,6 mil toneladas de almendras de cacao al mercado europeo en 2015. 

Una base genética estrecha

Para entender la razón genética de la extrema susceptibilidad del cacao de Bahía a la escoba de bruja, Pereira de Souza y la en ese entonces doctoranda Elisa Santos, de la Universidad Estadual del Sudeste de Bahía, junto a investigadores de la Universidad Estadual de Santa Cruz y de la Comisión Ejecutiva del Plan de Cultivo del Cacao, ambas de Ilhéus (Bahía), salieron al campo. Santos recolectó 219 muestras de hojas de cacao en siete propiedades, como así también otras 51 muestras de híbridos desarrollados durante décadas en el Centro de Investigaciones del Cacao (Cepec/ Ceplac), de Ilhéus. 

De regreso al Centro de Biología Molecular de la Unicamp, se procedió a la secuenciación del ADN nuclear de las 270 muestras, enfocándose en la investigación de 30 marcadores moleculares, que son pequeños tramos de ADN que hacen las veces de parámetros de comparación entre las variedades. 

Se descubrió entonces que la base genética del cacao de Bahía es sumamente estrecha. Literalmente, todos los cacaos bahianos tienen su origen en una cantidad muy reducida de ejemplares, es decir, de semillas de la variedad Forastero. Y que a esas semillas se las seleccionó precisamente debido a la calidad del cacao que producían los árboles que les dieron origen. Entre las mismas se encuentran las semillas que aportó Warneau hace 270 años.

Si bien la baja diversidad genética de las plantas aseguraba la calidad del fruto, por un lado, la población de cacaos se volvía frágil, por otro lado, debido a la ausencia de variedades que pudiesen resistir ante una amenaza, tal como terminó sucediendo con la escoba de bruja. 

Para complicar aún más la situación, los investigadores descubrieron que los híbridos desarrollados en el centro de mejoramiento durante las décadas de 1950 y 1960 (y cultivados hasta los días actuales), en lugar de aumentar la variación genética de la población de árboles, terminaron por mermarla más aún, pues también se los produjo con base únicamente en la calidad del cacao obtenido. 

 “La base genética ya era estrecha. Por eso se seleccionaron únicamente plantas de esa base para obtener híbridos. No se pensó en aportar nuevas variedades provenientes de fuera de Bahía para ampliar la base genética de los árboles de la región. El resultado de ello fue la obtención de híbridos menos resistentes todavía a la escoba de bruja”, dijo Pereira de Souza.

Una buena noticia de la investigación fue el descubrimiento en las propiedades rurales de árboles resistentes a la enfermedad y con una mayor variación genética que la detectada en los híbridos actualmente existentes. “Son cacaos anteriores a la plaga, que jamás fueron atacados, no se los taló y siguen produciendo. Y habría más, aparte de los que recolectamos. Esos árboles no deben perderse. El gobierno y los productores deben preservar esas variedades, pues representan el éxito, el futuro de la cacaocultura bahiana, brasileña y también mundial, ya que el cacao de Bahía se ha exportado a todo el mundo”, dijo Pereira de Souza. 

En la actualidad, los científicos están obteniendo nuevos híbridos de árboles de cacao con resistencia a la escoba de bruja y una mayor variación genética en los centros de investigación de Bahía.

Puede leerse el artículo intitulado Genetic Structure and Molecular Diversity of Cacao Plants Established as Local Varieties for More than Two Centuries: The Genetic History of Cacao Plantations in Bahia, Brazil (doi: http://dx.doi.org/10.1371/journal.pone.0145276), de Elisa S. L. Santos, Carlos Bernard M. Cerqueira-Silva, Gustavo M. Mori, Dario Ahnert, Durval L. N. Mello, José Luis Pires, Ronan X. Corrêa, Anete P. de Souza, en el siguiente enlace: journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0145276.

 

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