Investigadores en busca de avances en el combate contra el dengue, el zika y el chikunguña con el apoyo de la FAPESP divulgaron resultados de éste y de otros estudios en la sede legislativa de São Paulo, en Brasil (foto: NIAID / Wikimedia)

Científicos identifican bacterias capaces de eliminar larvas del Aedes
18-01-2018
PT EN

Investigadores en busca de avances en el combate contra el dengue, el zika y el chikunguña con el apoyo de la FAPESP divulgaron resultados de éste y de otros estudios en la sede legislativa de São Paulo, en Brasil

Científicos identifican bacterias capaces de eliminar larvas del Aedes

Investigadores en busca de avances en el combate contra el dengue, el zika y el chikunguña con el apoyo de la FAPESP divulgaron resultados de éste y de otros estudios en la sede legislativa de São Paulo, en Brasil

18-01-2018
PT EN

Investigadores en busca de avances en el combate contra el dengue, el zika y el chikunguña con el apoyo de la FAPESP divulgaron resultados de éste y de otros estudios en la sede legislativa de São Paulo, en Brasil (foto: NIAID / Wikimedia)

 

Por Karina Toledo  |  Agência FAPESP – Científicos de la UNESP (la Universidade Estadual Paulista) de Botucatu, localidad del interior del estado brasileño de São Paulo, identificaron seis especies de bacterias con potencial utilización como biolarvicidas en el combate contra el mosquito Aedes aegypti, el vector de enfermedades tales como el dengue, el zika, la fiebre amarilla y la fiebre del chikunguña.

Jayme Souza-Neto, coordinador del Laboratorio de Genómica Funcional & Microbiología de Vectores (Vectomics) del Instituto de Biotecnología (IBTEC), dio a conocer datos preliminares de esta investigación, que cuenta con el apoyo de la FAPESP, durante el segundo encuentro del Ciclo ILP-FAPESP de Ciencia e Innovación, que tuvo lugar el pasado noviembre en la Legislatura del Estado de São Paulo (Alesp).

“Aislamos alrededor de 30 bacterias distintas, presentes en los intestinos de mosquitos recolectados en Botucatu, y las pusimos una por una en contacto con las larvas de esos insectos. Observamos en seis especies bacterianas la capacidad de eliminar entre el 60% y el 90% de las larvas, dependiendo del aislado, en un lapso de tiempo de hasta 48 horas”, comentó Souza-Neto en entrevista concedida a Agência FAPESP.

De acuerdo con el investigador, habrá que realizar nuevos estudios a los efectos de caracterizar mejor el potencial larvicida de estos microorganismos, ya que se deben evaluar las concentraciones necesarias para que transcurra la acción, el período de tiempo mínimo de exposición y el tiempo durante el cual las bacterias permanecen activas, entre otros factores.

“Este estudio se encuentra aún en su fase inicial. En un futuro, pretendemos también aislar algunos productos que esas bacterias liberan en el ambiente para entender cómo transcurre la acción larvicida”, dijo el también docente de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Unesp. 

En trabajos anteriores del grupo de Souza-Neto había quedado demostrado que el Aedes hallado en Botucatu es menos susceptible a la infección por el virus del dengue que los insectos provenientes de las ciudades de Neópolis (en el estado de Sergipe) y Campo Grande (la capital del estado de Mato Grosso do Sul), sitios en donde la incidencia de la enfermedad es mayor.

Luego de alimentar a los mosquitos en el laboratorio con sangre contaminada con el serotipo 4 del virus, el grupo observó que tan sólo el 30% de los insectos recolectados en el interior paulista se contaminaban, mientras que dicho índice se ubicaba entre el 70% y el 80% en las otras dos poblaciones.

Mediante técnicas de secuenciación de genes a gran escala, los científicos identificaron a las especies bacterianas que colonizaban los intestinos de los insectos y observaron que el microbioma presente en los grupos más y menos susceptibles era completamente distinto.

“Entonces empezamos a investigar el potencial de esa microbiota intestinal para actuar como biolarvicida y también como antiviral. En este segundo tipo de ensayo, pusimos a las bacterias o los productos que éstas liberan en contacto con el virus del dengue, y observamos si el patógeno pierde su capacidad de infectar células”, explicó el investigador.

Según Souza-Neto, este mismo tipo de ensayo se llevará a cabo con el virus del Zika en poco tiempo más. “Si logramos hallar una bacteria capaz de neutralizar a esos patógenos, se convertirá en una potencial fuente de nuevos fármacos”, afirmó.

Beneficios para la sociedad

El objetivo del Ciclo ILP-FAPESP de Ciencia e Innovación, que es producto de una colaboración entre el Instituto del Legislativo Paulista (ILP) –dependiente de la Legislatura del Estado (Alesp)– y la FAPESP, consiste en divulgar estudios de relevante impacto social y económico realizados por científicos del estado de São Paulo.

Bajo el tema “La ciencia en el combate contra el dengue, el zika y el chikunguña”, en el segundo encuentro de la serie estuvieron presentes –junto a Souza-Neto– los investigadores José Luiz Proença Modena, de la Universidad de Campinas (Unicamp), Maurício Lacerda Nogueira, de la Facultad de Medicina de São José do Rio Preto (Famerp), y Alexander Roberto Precioso, director de la División de Ensayos Clínicos y Control Farmacológico del Instituto Butantan.

Proença Modena presentó estudios en curso en el Instituto de Biología de la Unicamp, cuyo objetivo consiste en caracterizar factores esenciales para la replicación de virus emergentes tanto en huéspedes invertebrados como vertebrados.

“Al analizar lípidos presentes en los organismos de mosquitos y de pacientes humanos, logramos identificar biomarcadores de la infección por el virus del Zika”, comentó. Algunas de estas moléculas son importantes para que el virus pueda ingresar en las células y replicarse. Por ende, constituyen potenciales blancos terapéuticos (lea más en: agencia.fapesp.br/24235).

El grupo de la Unicamp también descubrió que los niños con complicaciones neurológicas graves como producto de la infección congénita provocada por el virus del Zika exhibían bajos niveles sanguíneos de una sustancia conocida como HGF (Factor de Crecimiento de Hepatocitos).

“Esto abre la posibilidad de emplear moléculas que estimulan la producción de HGF en la prevención de daños neurológicos en niños hijos de madres expuestas al virus durante la gestación”, dijo Proença Modena.

El investigador hizo mención también al desarrollo de un nuevo método molecular para diagnosticar el zika cuyo blanco es la región del genoma viral que codifica la proteína NS5, más sensible para detectar al patógeno en la sangre al cabo de algunos días de que se produjo la contaminación, y una metodología para diagnosticar la presencia del virus en muestras de pacientes mediante espectrometría de masas mucho más barata que los métodos moleculares actualmente disponibles.

“El test que evalúa el genoma viral cuesta aproximadamente 100 reales por paciente, y para que salga el resultado pasan alrededor de tres días. En tanto, mediante el empleo del método que comprende la espectrometría de masas, el costo es de 1,50 reales y está listo en 20 minutos”, dijo Proença Modena.

Durante su presentación, Lacerda Nogueira, quien también es presidente de la Sociedad Brasileña de Virología (SBV), advirtió que en Brasil es todavía imposible calcular impacto económico real que causan los virus del dengue y del Zika, debido a la carencia de datos epidemiológicos precisos. Estudios realizados en la Famerp demostraron que los criterios clínicos que se adoptan en el diagnóstico de estas enfermedades, basados fundamentalmente en la sintomatología de los pacientes, a menudo fallan.

El equipo que coordina Lacerda Nogueira analizó mediante la aplicación test moleculares muestras sanguíneas de 800 pacientes con sospecha de dengue atendidos entre enero y agosto de 2016 en la localidad de São José do Rio Preto. El diagnóstico inicial –realizado con base en los síntomas clínicos y en test serológicos– se confirmó tan sólo en 400 muestras.

Más de 100 de los casos analizados dieron positivo para el virus del Zika, y en una de las muestras se detectó el virus causante de la fiebre del chikungunya. En las otras casi 300 muestras restantes no se detectó la presencia de ninguno de los tres arbovirus transmitidos por el mosquito Aedes aegypti (lea más en: agencia.fapesp.br/23868).

En otros 400 pacientes diagnosticados con zika según el criterio clínico-epidemiológico, sólo el 20% tenía efectivamente el virus, de acuerdo con el test molecular. Otro 11% padecía dengue y un 1% el chikunguña.

“Tenemos una vacuna contra el dengue licenciada y otra en desarrollo en el Instituto Butantan. Empero, para evaluar el costo y la efectividad de esos inmunizantes, es decir, cuánto saldrá vacunar a la población y cuánto se ahorrará con esta iniciativa en internaciones y defunciones, un parámetro importantísimo lo constituye la cantidad de casos de esta enfermedad”, dijo Lacerda Nogueira.

El grupo de la Famerp también realizó un seguimiento prospectivo con un grupo de 55 mujeres de São José do Rio Preto que tenían diagnóstico confirmado de zika durante la gestación. Observaron efectos adversos en un 28% de los casos, tales como pequeñas calcificaciones en el cerebro, pequeñas lesiones en vasos cerebrales, sordera unilateral o daños en la retina.

Este índice fue similar al que se observó en mujeres embarazadas de Río de Janeiro, pero la severidad en el interior de São Paulo fue menor. Todos los bebés nacieran vivos y no se detectó ningún caso de microcefalia o de cualquier otra alteración neurológica grave (lea más en: agencia.fapesp.br/25527).

Este estudio también demostró que fue posible detectar el virus en la orina de las gestantes durante un lapso de hasta siete meses, pero en algunos casos la carga viral desaparecía y luego regresaba, y casi siempre se ubicaba en el umbral de detección. Según Lacerda Nogueira, este dato sugiere que el resultado negativo obtenido en un solo examen prenatal puede no ser suficiente como para descartar la infección por el virus del Zika (lea más en: agencia.fapesp.br/26499).

Por último, Precioso comentó que entre 2003 y 2017 se realizaron 12 ensayos clínicos de posibles vacunas en el Instituto Butantan, en los cuales participaron 497 investigadores y casi 21 mil voluntarios. El mayor de estos ensayos, que se encuentra aún en curso en 16 centros de investigación de Brasil, es el estudio actualmente en fase 3 de la vacuna contra los cuatro serotipos del dengue (lea más en: agencia.fapesp.br/22805).

La fase inicial de desarrollo del inmunizante contó con el apoyo de la FAPESP.

Durante la apertura del evento, el vicepresidente de la FAPESP, Eduardo Moacyr Krieger, puso de relieve que la misión de este ciclo de conferencias consiste en mostrarle a la sociedad los reflejos y las repercusiones de las investigaciones científicas que se realizan en el estado de São Paulo.

“Al pagar sus impuestos, el pueblo paulista es el que mantiene las investigaciones que la FAPESP financia. Es importante saber cuál es el aporte de estos estudios al desarrollo del estado”, dijo.

Carlos Américo Pacheco, director presidente del Consejo Técnico Administrativo (CTA) de la FAPESP, recordó que el primer encuentro del ciclo se centró en las pequeñas empresas innovadoras que cuentan con el apoyo del Programa de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE) de la FAPESP. Y remarcó a su vez que el día 11 de diciembre tendría lugar la tercera edición del evento, sobre cambios climáticos globales.

“Sabemos que son temas de gran interés para el Poder Legislativo y para la sociedad paulista, y que reflejan una parte de la agenda de investigación científica que la FAPESP ha venido financiando durante los últimos años. Esperamos reproducir este ciclo a lo largo de 2018, en colaboración con el ILP”, dijo Pacheco.

 

  Republicar
 

Republicar

The Agency FAPESP licenses news via Creative Commons (CC-BY-NC-ND) so that they can be republished free of charge and in a simple way by other digital or printed vehicles. Agência FAPESP must be credited as the source of the content being republished and the name of the reporter (if any) must be attributed. Using the HMTL button below allows compliance with these rules, detailed in Digital Republishing Policy FAPESP.