Variaciones en el tamaño corporal de las avispas del género Polistes analizadas en el estudio. Cada ejemplar que aparece en la foto representa a una especie distinta (foto: Alexandre Somavilla)

Entomología
Algunas variedades de avispas son más grandes a medida que sus hábitats se acercan al ecuador
21-11-2024
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Un análisis de 429 ejemplares pertenecientes a 39 especies que representan al territorio del continente americano muestra que en las zonas de mayor proximidad con los trópicos viven las de mayor tamaño corporal. Al contrario de lo que sostenía una teoría postulada en el siglo XIX, los animales más pequeños viven en las altas latitudes

Entomología
Algunas variedades de avispas son más grandes a medida que sus hábitats se acercan al ecuador

Un análisis de 429 ejemplares pertenecientes a 39 especies que representan al territorio del continente americano muestra que en las zonas de mayor proximidad con los trópicos viven las de mayor tamaño corporal. Al contrario de lo que sostenía una teoría postulada en el siglo XIX, los animales más pequeños viven en las altas latitudes

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Variaciones en el tamaño corporal de las avispas del género Polistes analizadas en el estudio. Cada ejemplar que aparece en la foto representa a una especie distinta (foto: Alexandre Somavilla)

 

Por André Julião  |  Agência FAPESP – Un grupo de científicos brasileños logró demostrar la relación existente entre la latitud y las variables ecológicas en el tamaño corporal de las avispas. La conclusión a la que arribaron los investigadores indica que cuanto más cerca del ecuador se ubican sus hábitats, mayores son las especies del género Polistes. Dicho género, ampliamente distribuido en el mundo, sirve como un modelo para analizar patrones más generales de las avispas.

El resultado de este estudio, publicado en el Biological Journal of the Linnean Society, refuta una teoría del siglo XIX con relación a estos insectos según la cual sus mayores ejemplares vivirían en las latitudes más altas o en las regiones más frías del planeta.

“Cuando se observan colecciones de avispas de todo el mundo, se detecta una variación muy grande del tamaño corporal entre las especies. Al analizar una cantidad importante de ejemplares de una cifra representativa de especies, llegamos a la conclusión de que la latitud es determinante para plasmar esas diferencias”, comenta André Rodrigues de Souza, autor principal del estudio e investigador de la Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo (FFCLRP-USP) apoyado por la FAPESP.

Por ende, los investigadores dejaron sentado que las especies de las zonas más cercanas al ecuador, con temperaturas más altas y una menor estacionalidad, tienden a ser más grandes que las que habitan en altas latitudes, es decir, más cercanas al hemisferio norte y más frías. Esto es lo contrario de lo que sostiene la denominada regla de Bergmann.

Postulada en 1847 por Carl Bergmann, dicha hipótesis estima que los organismos más grandes viven en las altas latitudes o en los climas más fríos. Sucede que los ejemplares de mayor tamaño corporal expresarían una menor razón entre su superficie y el volumen de su cuerpo, lo que disminuiría la pérdida de calor. Por ende, un cuerpo más grande se erigiría como una ventaja en las bajas temperaturas.

No obstante, en el estudio que ahora ha salido publicado se arribó a un resultado opuesto, que se adecua al que ya había sido postulado como dejando sentado lo contrario de la regla de Bergmann. Este razonamiento contrario, formulado en el siglo XX por autores que analizaron animales ectotérmicos, es decir, que dependen de la temperatura del ambiente para regular el calor de sus propios cuerpos, define que serían los animales menores lo que vivirían más al norte, en los climas fríos y con baja estacionalidad.

“Una explicación posible de esta oposición a la regla de Bergmann indica que, en las altas latitudes, con ambientes más estacionales y bajas temperaturas, el lapso de tiempo del cual las avispas disponen para alimentarse es sumamente corto, por eso se convierten en ejemplares adultos de tamaño más pequeño. Así las cosas, el desarrollo más rápido generaría una ventaja. El costo de ella sería el menor tamaño corporal”, explica Rodrigues de Souza.

Mientras que en las regiones templadas la estación favorable para las avispas dura entre tres y cuatro meses, en las zonas tropicales ese período es de alrededor de nueve meses. Por eso en dicha extensión habría más tiempo para alimentarse y, por ende, también para crecer.

Las colecciones

Los investigadores les tomaron las medidas a 429 ejemplares de avispas en buen estado de conservación, pertenecientes a 39 especies que habitan un territorio que se extiende desde Canadá hasta Argentina, y que por lo tanto constituyen una representación de todo el continente americano.

Los ejemplares se enviaron a Brasil procedentes de colecciones existentes en diversos países o se los analizó en las propias instituciones en donde se encuentran depositados en el exterior. Fueron 37 especies representadas por ejemplares hembras y 28 de esas mismas especies también representadas por ejemplares machos (en dos de ellas solamente había representantes machos, lo que sumó entonces un total de las 39 especies investigadas). Los datos se analizaron con herramientas estadísticas que mostraron la existencia de una relación directa entre la latitud y tamaño del cuerpo.

La elección de las especies americanas del género Polistes se concretó a causa de la nítida filogenia de este grupo en toda la región. Esto significa que en el continente todas ellas descienden de un mismo antepasado, algo que aún se desconoce con respecto a otras regiones. Además, en América se registra la mayor diversidad del género, con alrededor de 90 especies. De este modo, fue posible acceder entonces a una muestra significativa que permitió postular que el tamaño corporal se define según las condiciones ecológicas.

En un trabajo anterior, Rodrigues de Souza y otro grupo de colaboradores ya habían demostrado que la regulación térmica no es el factor principal para determinar el tamaño, tal como lo postula la regla de Bergmann, en el caso de las avispas.

En estos animales, la latitud es determinante para definir el color, ya que las especies más oscuras se hacen presentes en las áreas más frías, probablemente porque esta tonalidad las ayuda a calentar más rápido sus cuerpos que los colores más claros.

“Trabajos como éstos ayudan a suministrar una perspectiva evolutiva más amplia de las avispas, a comprender mejor la diversidad de las zonas tropicales y a poner de relieve la importancia de la conservación de sus hábitats”, dice Rodrigues de Souza.

Asimismo, el investigador acota que estos estudios ponen de relieve la importancia de la preservación de las colecciones entomológicas, que pueden suministrar material para el estudio continuo de las especies y de las relaciones entre las mismas.

Entre los autores de este trabajo hay también investigadores de las universidades federales de Triângulo Mineiro (UFTM) y de Viçosa (UFV), y del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (Inpa).

Puede leerse el artículo intitulado Interspecific variation in paper wasp body size supports the converse Bergmann’s rule en el siguiente enlace: academic.oup.com/biolinnean/advance-article-abstract/doi/10.1093/biolinnean/blae074/7738264.

 

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