La empresa también apuesta por la integración de la realidad virtual con inteligencia artificial, en la que el alumno tiene su desempeño analizado y recibe recursos personalizados para complementar el aprendizaje (imagen: Infinity Academy 3D)
Startup apoyada por la FAPESP crea soluciones educativas inmersivas que van desde los laboratorios académicos hasta la capacitación de equipos en industrias
Startup apoyada por la FAPESP crea soluciones educativas inmersivas que van desde los laboratorios académicos hasta la capacitación de equipos en industrias
La empresa también apuesta por la integración de la realidad virtual con inteligencia artificial, en la que el alumno tiene su desempeño analizado y recibe recursos personalizados para complementar el aprendizaje (imagen: Infinity Academy 3D)
Por Roseli Andrion | Agência FAPESP – Imagine poder multiplicar la experiencia de un laboratorio de química para todos los alumnos de una escuela, simultáneamente, sin necesidad de vidriería costosa ni reactivos peligrosos. Para millones de brasileños que estudian en escuelas sin infraestructura adecuada, esto ya no es ciencia ficción: es una alternativa cada vez más cercana, gracias al uso de la realidad virtual aplicada a la educación.
La práctica en laboratorios reales es fantástica, pero no siempre está disponible. De acuerdo con el Anuario Brasileño de la Educación Básica 2025, apenas el 20.3 % de las escuelas públicas de enseñanza fundamental y menos de la mitad de las instituciones de enseñanza media (46.9 %) cuentan con laboratorios de ciencias.
En este escenario, Infinity Academy 3D, una startup incubada en el Parque de Innovación Tecnológica de São José dos Campos (estado de São Paulo, Brasil), pasó a utilizar la realidad virtual para complementar y ampliar el acceso a experiencias prácticas de aprendizaje. “Hacer un laboratorio virtual de química sería mucho más fácil que montar un entorno real con toda la vidriería necesaria y un especialista”, señala el ingeniero Lucio Veraldo Jr., CEO y cofundador de Infinity Academy 3D, apoyada por el Programa FAPESP Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE, por sus siglas en portugués).
Además del costo, eso abarca la seguridad y la versatilidad. “Para tener un laboratorio de biología se necesitan, digamos, diez microscopios. Ese equipo tiene una actuación bastante limitada: solo sirve para aumentar. Las gafas de realidad virtual permiten aumentar, disminuir, simular, evidenciar, generar interacción y muchas otras acciones.”
La startup comenzó con el laboratorio virtual de química y luego creó soluciones para física, biología y robótica. Además, la empresa desarrolló una clase de matemáticas en una tiendita virtual: allí, los alumnos aprenden con naranjas, bananas y el “troco do Joãozinho” (cambio de Juanito, es una expresión usada en ejemplos de matemáticas para niños, como cuando enseñan sumas y restas usando situaciones cotidianas), exactamente como aprendimos en la infancia, pero de forma inmersiva e interactiva. Esa misma tiendita puede adaptarse a clases de idiomas para enseñar frutas, colores y números.
Educación financiera
Antes de crear los laboratorios, el primer proyecto de la empresa utilizó la realidad virtual en un diagnóstico de educación financiera para conocer cómo las personas se comportan con los recursos financieros. El resultado fue una jornada gamificada de ocho a diez minutos: el participante sale del cuarto, va hasta una parada de autobús y, allí, necesita elegir entre usar Uber, taxi o autobús.
Luego llega a una plaza donde interactúa con un banco para obtener dinero, sigue hacia un centro comercial con varias tiendas y, finalmente, va al cine para ver un video explicativo sobre el recorrido que acaba de realizar. “Existe interacción real con manipulación de objetos. En una tienda puede comprar una funda para celular; en otra, una lata de refresco”, describe Veraldo. “El objetivo es hacer un diagnóstico a partir de esas tomas de decisión.”
Con el trabajo intenso de dos personas, la creación de esta solución llevó cuatro meses. El alto nivel de inmersión llevó, en las pruebas iniciales, a un descubrimiento inesperado: mujeres de entre 25 y 40 años presentaron síntomas de laberintitis durante la experiencia. “En la solución piloto, era como si la persona pudiera atravesar una calle en un instante en el entorno virtual. Ningún ser humano puede hacer eso y, como el participante está totalmente inmerso, esa sensación hace que su cerebro entienda que realmente está en el mundo virtual.”
Ciencia de la inmersión
Veraldo resalta que, según investigaciones, la realidad virtual en la enseñanza aumenta el compromiso y la motivación estudiantil. Además, la experiencia inmersiva facilita el proceso de enseñanza-aprendizaje y la comprensión significativa de contenidos específicos.
Es necesario, sin embargo, prestar atención a la franja etaria. “En nuestras investigaciones descubrimos que, por debajo de los 13 años, las gafas no deben utilizarse porque pueden afectar la formación cognitiva”, explica Veraldo. “En cuanto al tiempo de exposición, la recomendación es de un máximo de 15 minutos continuos. Cuando se ve un video, una clase, cualquier cosa durante mucho tiempo, la atención disminuye.”
A pesar del potencial, el uso de la realidad virtual en las escuelas puede enfrentar obstáculos. El costo de las gafas, aunque menor que el de laboratorios completos, aún representa una barrera. La solución encontrada por Infinity Academy 3D fue mantener la propiedad de los equipos y alquilarlos conforme la necesidad. “Si se dañan, los sustituimos y nos encargamos de la reparación.”
La estrategia también alcanza a escuelas que tienen las gafas, pero no cuentan con soluciones educativas adecuadas para utilizarlas. “No tenemos soluciones listas: son desarrolladas para cada institución, de acuerdo con las necesidades y metodologías adoptadas por la entidad.”
Ambiente corporativo
Actualmente, la startup crea soluciones educativas y corporativas a medida: desde la enseñanza de matemáticas en una tiendita virtual hasta la capacitación en mantenimiento de equipos hospitalarios, pasando por la simulación de operaciones complejas en una línea de producción industrial. “Hacemos simulaciones gamificadas con riesgo cero y bajo costo. Es posible practicar tantas veces como sea necesario, sin riesgo de accidentes.”
Ante las posibilidades de la tecnología, el mercado corporativo presentó muchas demandas. “Si la empresa quiere simular un entrenamiento en altura, el trabajador tiene la posibilidad de practicar antes. Se coloca las gafas, realiza la simulación y, así, percibe si tiene condiciones de realizar la tarea.”
Infinity Academy 3D, entonces, desarrolló soluciones para diversos segmentos industriales. Una de ellas simula el montaje de conjuntos automotrices: el trabajador utiliza gafas de realidad mixta —que combinan el mundo real con la superposición de información virtual— y recibe instrucciones sobre qué pieza tomar, en qué caja y cómo montarla. “Si intenta avanzar demasiado rápido a la siguiente etapa, el sistema identifica que el montaje anterior puede no haberse realizado correctamente.”
Hay, además, soluciones para el área de la salud. La empresa creó, por ejemplo, un corazón virtual que permite a estudiantes de medicina entrenar procedimientos. Para el Hospital Regional de Taubaté (también en São Paulo), desarrolló un simulador de electrocardiógrafo para capacitar a enfermeros y técnicos. “La responsable clínica del hospital percibió que la mayoría de los problemas en los equipos estaban relacionados con el mal uso”, relata Veraldo. “Con las gafas, ellos ven todo lo que debe hacerse en la vida real: presionar este botón, tomar los electrodos para colocarlos en el cuerpo humano, y así sucesivamente.”
El éxito de las soluciones para el área de la salud incluso llevó a la startup a crear una spin-off dedicada exclusivamente a ese segmento, Bioverse Solutions. “Los profesionales de la salud quieren soluciones para estudiar el corazón, quieren salas de anatomía, quieren un cuerpo humano lo más real posible”, comenta Veraldo. “Son demandas muy particulares y que exigen un conocimiento técnico profundo.”
Multiplayer e inteligencia artificial
Para el futuro, la startup ya desarrolla experiencias multiplayer, en las que varios participantes —independientemente de dónde se encuentren físicamente— podrán reunirse en el mismo entorno virtual. Esa funcionalidad es especialmente relevante para la educación. “No sirve, por ejemplo, colocar a un alumno solo en una clase de inglés: es una situación de conversación que incluye a más personas en el ambiente. El multiplayer permite crear situaciones reales de interacción.”
Otra apuesta de la empresa es una plataforma de integración con inteligencia artificial. Así, después de una experiencia en realidad virtual, es posible analizar el desempeño del alumno y ofrecer recursos personalizados para complementar el aprendizaje en las áreas en que presenta más dificultades. “Si el alumno saca ocho, la inteligencia artificial sugiere recursos para que mejore el 20 % que no aprendió”, detalla Veraldo. “Es una plataforma que personaliza la educación: sabe lo que cada alumno necesita y ofrece opciones específicas individualmente.”
El uso de la realidad virtual en la educación representa una revolución pedagógica que puede redefinir el modelo de enseñanza-aprendizaje. En Brasil, 4,600 escuelas no tienen energía eléctrica (3 % del total), el 54 % de las unidades de la red estatal no tienen laboratorio de ciencias y la escolarización de los jóvenes de 15 a 17 años alcanza el 93.4 %, por debajo de lo previsto por la Ley de Directrices y Bases (LDB). Soluciones innovadoras y de bajo costo, por tanto, son urgentes y necesarias.
Infinity Academy 3D creó, además, una plataforma integrada de laboratorios virtuales, Metalab3D. La idea es que este entorno se conecte a la plataforma educativa con inteligencia artificial. “Así, tendremos una solución que incluye todo lo que queríamos: realidad virtual, interacción con el profesor y una plataforma de personalización de la educación”, describe Veraldo.
El nombre de la empresa, incluso, no fue elegido al azar. “Llamamos a la empresa Infinity porque las posibilidades con la tecnología son infinitas”, explica Veraldo. Cuando se considera que la falta de laboratorios perjudica el repertorio de recursos de los docentes y dificulta el compromiso de los estudiantes, el concepto se vuelve aún más tangible: con la realidad virtual, los límites son apenas los de la imaginación, ya que las gafas cuestan una fracción de lo que costaría montar estructuras físicas completas.
La trayectoria de Infinity Academy 3D refleja el camino de muchas startups de tecnología. La aprobación del proyecto por la FAPESP posibilitó la creación formal de la empresa y la candidatura a la incubación en el Parque Tecnológico de São José dos Campos. “Tuvimos el proyecto aprobado en la misma época en que ingresamos al Parque. Ya llevamos tres años allí”, cuenta Veraldo. En la incubadora, se conectaron con clientes potenciales. “Si no estuviéramos allí, no nos habrían conectado con esos proyectos”, reconoce el investigador.
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