Se recomienda que niños y adolescentes de 6 a 17 años practiquen al menos 60 minutos diarios de actividad física (imagen: Freepik)

Actividad física
Padres inactivos contribuyen al comportamiento sedentario de los hijos, confirma estudio
04-09-2025
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Por otro lado, cuando mantienen una rutina activa, es raro que los hijos no sigan el mismo camino, indica una investigación de la Universidade Estadual Paulista con 182 niños y adolescentes de entre 6 y 17 años; la influencia de las madres para estimular la actividad física fue más de dos veces superior a la de los padres

Actividad física
Padres inactivos contribuyen al comportamiento sedentario de los hijos, confirma estudio

Por otro lado, cuando mantienen una rutina activa, es raro que los hijos no sigan el mismo camino, indica una investigación de la Universidade Estadual Paulista con 182 niños y adolescentes de entre 6 y 17 años; la influencia de las madres para estimular la actividad física fue más de dos veces superior a la de los padres

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Se recomienda que niños y adolescentes de 6 a 17 años practiquen al menos 60 minutos diarios de actividad física (imagen: Freepik)

 

Por Maria Fernanda Ziegler  |  Agência FAPESP – “Los hijos son el reflejo de los padres” es una frase muy usada, pero describe la realidad en determinados contextos. Al menos en relación con el sedentarismo, así lo demostró un estudio realizado por investigadores de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en Brasil, con 182 jóvenes de entre 6 y 17 años y sus respectivos padres.

A partir de datos obtenidos con acelerómetros –dispositivos utilizados para medir con precisión los niveles de actividad e inactividad de los participantes– se comprobó una asociación directa entre los niveles de actividad física de los adultos y el comportamiento sedentario de los hijos.

Los resultados del estudio muestran que los hijos de padres y madres inactivos tienden a ser más sedentarios. Por el contrario, cuando las madres y los padres mantienen una rutina activa, es raro que los hijos no sigan el mismo camino.

Los investigadores verificaron que la responsabilidad de estimular la actividad física parece recaer más en las madres: su influencia fue más de dos veces superior a la de los padres. Sin embargo, en el estudio no fue posible atribuir la razón del mayor impacto materno.

“Los resultados indican que el nivel de actividad física de los padres puede influir directamente en los hábitos de los hijos. Es decir, cuando los padres mantienen una rutina más activa, sus hijos tienen menor propensión a permanecer largos periodos sentados”, afirma a la Agência FAPESP Diego Christofaro, profesor de la Faculdade de Ciências e Tecnologia (FCT-Unesp), campus de Presidente Prudente, y autor principal del artículo publicado en la revista Sports Medicine and Health Science.

El sedentarismo en la infancia y adolescencia es un problema de salud pública en varios países del mundo. Según la Sociedad Brasileña de Pediatría, entre el 11 % y el 38 % de los niños y adolescentes en Brasil presentan exceso de peso, directamente relacionado con el bajo nivel de actividad física y con el avance del sedentarismo en la población infantil y juvenil.

El estudio, apoyado por la FAPESP, es uno de los primeros en analizar la relación entre el comportamiento sedentario de padres e hijos, estratificando esas relaciones de acuerdo con el nivel de actividad física de los progenitores. Las investigaciones consideraron separadamente a madres y padres, una medida relevante, teniendo en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres tanto en los hábitos de actividad física como en el comportamiento sedentario.

Los análisis también fueron ajustados por factores sociodemográficos, como el sexo y la edad de los niños, y el nivel socioeconómico de la familia. Estudios anteriores ya habían demostrado que la escolaridad de los padres puede influir significativamente tanto en sus propios hábitos como en los de sus hijos en relación con la actividad física y el comportamiento sedentario.

“Los hábitos sedentarios son resultado de múltiples factores, como la falta de acceso, de tiempo y de espacios donde se pueda practicar actividad física”, señala Christofaro. “Sin embargo, nuestro estudio muestra que los hábitos de los padres pueden incidir en la salud de los hijos. Por eso creemos que estos resultados pueden servir de base para políticas públicas y campañas orientadas a promover un estilo de vida más activo en el entorno familiar.”

La Guía de Actividad Física para la Población Brasileña recomienda que niños y adolescentes de 6 a 17 años practiquen al menos 60 minutos diarios de actividad física moderada a vigorosa.

El artículo Parent-child association of sedentary behavior according to parental physical activity level: The EPI-FAMILY health-study se encuentra en: www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2666337625000691.

 

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