Se estima que el insomnio crónico afecta aproximadamente al 10 % de la población (foto: Freepik*)
Mientras que la Terapia Cognitivo-Conductual mostró resultados más rápidos, el efecto de la Terapia de Aceptación y Compromiso fue más duradero, según muestra un ensayo realizado en la Universidad de São Paulo con 227 voluntarios
Mientras que la Terapia Cognitivo-Conductual mostró resultados más rápidos, el efecto de la Terapia de Aceptación y Compromiso fue más duradero, según muestra un ensayo realizado en la Universidad de São Paulo con 227 voluntarios
Se estima que el insomnio crónico afecta aproximadamente al 10 % de la población (foto: Freepik*)
Por Maria Fernanda Ziegler | Agência FAPESP – Un estudio realizado en la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil, con 227 voluntarios, evaluó la eficacia de dos enfoques distintos de psicoterapia para tratar el insomnio. Los resultados, publicados en el Journal of Consulting and Clinical Psychology, indican que la llamada Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), que se enfoca en trabajar comportamientos y pensamientos relacionados con el sueño, presentó efectos más rápidos. En cambio, la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), que busca ampliar la flexibilidad psicológica del individuo, mostró mejores efectos después de algunos meses de tratamiento, incluso en ausencia de orientaciones específicas sobre el sueño.
“Es una gran noticia para quienes sufren de insomnio. Ya se sabía que la TCC es eficaz en el tratamiento del insomnio, con excelentes resultados. Nuestro trabajo, sin embargo, es el primero en evaluar, con un número grande de participantes, las respuestas a la ACT y compararlas con las de la TCC y con la ausencia de tratamiento. Esto es importante, porque no todos los pacientes logran mejorar con la TCC”, explica Renatha El Rafihi-Ferreira, profesora del Departamento de Psicología Clínica del Instituto de Psicología de la USP y primera autora del artículo.
Se estima que una de cada cuatro personas en el mundo sufre síntomas de insomnio. En la mayoría de los casos, son de corta duración y están provocados por situaciones puntuales, como estrés o enfermedad. El insomnio crónico, por su parte, afecta al 10 % de la población. Este índice incluye a personas con dificultades para conciliar el sueño o mantenerse durmiendo, así como a quienes se despiertan antes del tiempo deseado, al menos tres veces por semana durante tres meses o más.
En la investigación financiada por la FAPESP, los 227 participantes diagnosticados con insomnio fueron divididos en tres grupos. Uno recibió sesiones grupales de TCC, otro de ACT, y el tercero fue colocado en una supuesta lista de espera y no realizó ninguna terapia. El objetivo fue comparar las tres condiciones al final de un período de seis semanas. Todas las evaluaciones e intervenciones del ensayo clínico se realizaron de forma online.
Como explica la investigadora, ambos enfoques siguen lógicas diferentes. Mientras que la TCC se enfoca en los hábitos e higiene del sueño, así como en modificar creencias y pensamientos sobre las causas y consecuencias del insomnio, la ACT busca comprender la forma en que el individuo se relaciona con el sueño, además de analizar la función de los comportamientos que mantienen el insomnio.
De este modo, una persona con una higiene del sueño muy deficiente, por ejemplo —que no realiza actividad física, llega tarde a casa, tiene poco espacio en su rutina para dormir o para el autocuidado—, en la TCC recibirá recomendaciones para modificar esta rutina a través de técnicas conductuales y cambios de creencias (es decir, las interpretaciones que el individuo tiene sobre sí mismo, el mundo y los demás). En cambio, en la ACT, el enfoque está en entender la función de mantener determinado comportamiento o estilo de vida que lleva al paciente a tener hábitos perjudiciales para el sueño.
El Rafihi-Ferreira explica que la ACT busca desarrollar la flexibilidad del individuo, aumentando su capacidad de conectarse con el presente (incluso mediante prácticas de mindfulness). “De esta forma, el paciente primero aprende a aceptar la dificultad para dormir, para luego comprometerse a resolverla. El insomnio es un problema que afecta la vida del individuo en muchos aspectos, haciéndole enfocar más en su dificultad y desatender otros varios aspectos de su vida. Al cambiar el enfoque de las quejas hacia la aceptación de los sentimientos y pensamientos relacionados con el problema, la ACT puede ser una buena opción de tratamiento”, explica.
Cabe destacar que, para evitar el malestar de pasar una noche en vela, es relativamente común que las personas adopten comportamientos que perjudican el sueño, como mirar el celular antes de dormir o consumir bebidas alcohólicas en el intento de dormir. “La ACT propone abrirse a experimentar ese malestar, lo que llamamos aceptación, junto con el compromiso de alcanzar lo que realmente importa para la persona a largo plazo, es decir, sus valores, incluso si eso implica sentir incomodidad a corto plazo. Tal vez, por tener un enfoque más global, abordando cuestiones que van más allá de los malos hábitos de sueño, la ACT no muestre resultados tan rápidos como la TCC”, señala.
Según El Rafihi-Ferreira, este es el tercer estudio de una serie que compara la Terapia Cognitivo-Conductual con la Terapia de Aceptación y Compromiso en personas con insomnio crónico.
En el primero de ellos, ambas terapias tuvieron efectos similares en la mejora del insomnio. “En ese primer ensayo incluimos estrategias conductuales específicas para el sueño en la ACT, como por ejemplo la recomendación de usar la cama solo para dormir o para la actividad sexual, estrategia presente en el protocolo de la TCC”, explica la investigadora.
Ya en el segundo estudio la ACT fue aplicada sin estrategias conductuales específicas para el sueño. “En ese estudio, durante las primeras semanas, la ACT mostró mejoras del insomnio en el 50 % de los participantes, mientras que la TCC presentó mejoras en el 65 % de ellos. Sin embargo, seis meses después de finalizado el tratamiento, los participantes que hicieron ACT continuaron mejorando, subiendo del 50 % al 56 % los que reportaron menos quejas de insomnio, mientras que en la TCC el porcentaje disminuyó del 65 % al 58 % con el paso del tiempo”, señala.
“Eso demuestra que la ACT es más eficaz a largo plazo, mientras que los resultados de la TCC se obtienen más rápidamente, aunque son más difíciles de mantener”, afirma.
El tercer estudio, realizado con los 227 participantes con insomnio, mostró que la TCC tuvo mejores resultados a corto plazo, y que la ACT y la TCC son similares a largo plazo. “Este estudio mostró que la diferencia entre las dos terapias es muy pequeña y que ambas son eficaces. Sin embargo, el protocolo de la TCC incluye orientaciones que son difíciles de seguir para algunos pacientes. Como, por ejemplo, la indicación de levantarse de la cama si uno se despierta en medio de la noche. Nuestro estudio demostró que, incluso sin esas recomendaciones específicas sobre el sueño, la ACT también es eficaz”, dice.
Además del artículo, el estudio dio origen a un libro dirigido a psicólogos y otros profesionales de la salud, con un análisis más detallado de los dos tipos de psicoterapia. También se incluyen relatos de casos de pacientes con insomnio. El trabajo fue premiado en el Congreso de la Association for Contextual Behavioral Science (ACBS) en 2023. La investigadora también recibió un premio de la American Psychological Association (APA) en 2024, por el conjunto de estudios realizados.
Impactos
La privación del sueño tiene un peso económico relevante, ya que está asociada a una mayor susceptibilidad a infecciones, obesidad, problemas cardiovasculares y trastornos psiquiátricos, como ansiedad y depresión. Además, provoca una reducción de la productividad, un aumento del ausentismo y un mayor uso de los servicios médicos. Se estima que una persona con insomnio necesita seis veces más atención médica que alguien que duerme bien.
“Además de mejorar la calidad de vida del individuo en general, los tratamientos para el insomnio generan impactos en términos de salud pública, al reducir los costos del uso de los servicios sanitarios y mejorar aspectos como la productividad laboral, por ejemplo. Por eso es tan importante, especialmente para países de renta baja y media, como es el caso de Brasil, demostrar que otro enfoque de psicoterapia realizado en grupo y en formato en línea puede tener efectos tan eficaces”, afirma la investigadora.
Otro punto destacado por la investigadora es que, con la comprobación de su eficacia, la ACT puede representar una esperanza para los pacientes refractarios a la TCC o que no lograron seguir las recomendaciones de esta terapia a largo plazo. El Rafihi-Ferreira explica que una de las técnicas más eficaces para el insomnio, presente en el protocolo de la TCC, también es una de las más difíciles para lograr la adherencia de los pacientes.
Esto se debe a que, en la técnica de restricción del tiempo en la cama, incluida en el protocolo de la TCC, se calcula el tiempo que el individuo pasa en la cama y el tiempo que realmente duerme, y luego se establece una “ventana de sueño” con horarios de dormir y levantarse que se aproximen al tiempo real de sueño. Por ejemplo, si una persona pasa nueve horas en la cama pero solo duerme seis, su ventana de sueño será de seis horas. Según esta estrategia, la restricción parcial del tiempo en la cama y del sueño aumenta la presión del sueño, lo que tendría el efecto de reducir los despertares nocturnos. Posteriormente, con acompañamiento profesional, el tiempo de permanencia en la cama se va incrementando gradualmente.
“A pesar de ser eficaz, esta técnica es difícil de seguir. Nuestro estudio demostró que, incluso sin esta técnica, la ACT también fue eficaz para el insomnio. Lo que puede facilitar el tratamiento para aquellas personas que no logran seguir este tipo de indicaciones”, afirma.
El artículo Acceptance and Commitment Therapy Versus Cognitive Behavioral Therapy for Insomnia: A Randomized Controlled Trial puede ser leído en: psycnet.apa.org/fulltext/2025-05522-002.html.
El estudio Acceptance and commitment therapy-based behavioral intervention for insomnia: a pilot randomized controlled trial está disponible en: www.scielo.br/j/rbp/a/GJXW97vNSPqkH7Vp5xS7BmF/?lang=en.
Y el artículo A Pilot Randomized Controlled Trial (RCT) of Acceptance and Commitment Therapy Versus Cognitive Behavioral Therapy for Chronic Insomnia puede ser encontrado en: www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/15402002.2022.2071272.
* Imagen de diana.grytsku en Freepik
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