Imagen: Difusión
Mediante la aplicación de una técnica que se emplea para elaborar bebidas fermentadas y medicamentos biológicos, una biotech con sede en el MIT desarrolla versiones bioactivas de este producto
Mediante la aplicación de una técnica que se emplea para elaborar bebidas fermentadas y medicamentos biológicos, una biotech con sede en el MIT desarrolla versiones bioactivas de este producto
Imagen: Difusión
Por Elton Alisson | Agência FAPESP – Una startup fundada por brasileños está aplicando una técnica que se utiliza en la producción de cerveza y vino y en la industria farmacéutica para fabricar medicamentos biológicos como la insulina para desarrollar fórmulas infantiles que imitan la composición de la leche materna humana.
Mediante el empleo de la fermentación de precisión –en la cual se utilizan microorganismos genéticamente modificados para producir proteínas, enzimas y otros compuestos–, investigadores de la biotech Harmony Baby Nutrition están elaborando componentes biológicamente idénticos a los que existen en la leche materna.
Con base en dichos componentes, la referida startup, cuya sede se encuentra en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), en Estados Unidos, ha desarrollado productos cuya composición más sencilla es al menos en un 64 % idéntica biológicamente a la de la leche materna, según afirman los fundadores de la empresa.
“Estamos diseñando fórmulas infantiles bioactivas que aparte de su función nutricional logran mimetizar la función de la leche materna de proteger a los bebés durante la etapa inicial de la vida, mientras que aún no se ha desarrollado debidamente el sistema inmunológico. Pero supuesto que este trabajo que estamos llevando adelante no reemplazará al amamantamiento”, ponderó Wendel Afonso, CEO de la empresa, durante la conferencia que dictó en el Segundo Foro Brasileño de Deep Techs, que tuvo lugar el pasado 13 de junio en el Cubo Itaú, en la ciudad de São Paulo, organizado por la agencia de innovación y negocios Wylinka. Dicho evento contó con el apoyo de la FAPESP.
De acuerdo con Afonso, las fórmulas infantiles o cualquier producto alternativo a la leche materna disponibles en el mercado actualmente tienen una función meramente nutricional. Sucede que la tecnología que se emplea para el procesamiento de estos productos destruye las proteínas existentes en la leche de vaca, con la cual se elaboran en un 95 % de los casos las fórmulas infantiles.
El proceso convencional de secado de la leche mediante spray dryer –secado por pulverización− se realiza a casi 200 °C, y además el producto es pasteurizado. De este modo, las proteínas existentes en su composición se destruyen totalmente o se desnaturalizan. Asimismo, las actuales fórmulas infantiles causan efectos colaterales fundamentalmente porque contienen leche de vaca en polvo como ingrediente principal, según consignó el investigador.
“En Estados Unidos, los bebés en un 90 % consumirán la fórmula infantil con menos de 6 meses de edad porque sus madres deben volver a trabajar dos o tres meses después del parto. Y uno de cada cinco bebés tendrá algún tipo de reacción a ese producto, según aparece consignado en una serie de estudios. Y no existen alternativas a esto hoy en día porque aún no se insertan nuevas tecnologías en esa industria”, afirmó.
Una revolución en el sector
Con un valor estimado en más de 100.000 millones de dólares, el mercado de nutrición infantil se ha mantenido prácticamente inmutable durante más de un siglo. Hace más de 150 años que se emplea la misma tecnología para crear fórmulas infantiles, subrayó Afonso.
“Hasta los días actuales elaboramos la fórmula infantil utilizando leche de vaca [que sirve como núcleo del producto, pues constituye alrededor del 95 % de su fórmula]. Nuestro desafío consistió en pensar cómo podríamos sacudir este mercado que no quedará atrás en la revolución que está ocurriendo en la industria de alimentos, con los productos plant-based”, sostuvo.
Para alcanzar este objetivo, los investigadores de la empresa emplearon la tecnología de producción de proteínas –también conocida como de proteínas recombinantes o fermentación de precisión– para cultivar componentes de la leche materna.
El proceso comienza con la selección de microorganismos en los cuales se inserta el ADN de proteínas similares a las halladas en la leche materna humana. Esos microorganismos se ponen entonces en un fermentador o en un reactor –similar a un tanque de fabricación de cerveza o vino– con el fin de producir las proteínas con eficiencia y a gran escala. Una vez elaboradas las mismas, se emplea un sistema de filtración microbiana de calidad farmacéutica para separarlas y purificarlas.
“Los microorganismos nunca salen del reactor. Funcionan como fábricas que producen constantemente las proteínas de interés, a las que se considera idénticas biológicamente a las existentes en la leche materna humana”, explicó Afonso.
Con base en estos componentes, la empresa ya ha producido dos generaciones de productos no lácteos que están lanzándose en Estados Unidos.
La startup tiene planes de sacar al mercado estos productos también en Brasil, donde mantiene uno de sus laboratorios en Belo Horizonte, la capital del estado de Minas Gerais: allí se concreta el trabajo de desarrollo de las fórmulas.
“Desarrollamos estos componentes en nuestro laboratorio de Boston, en Estados Unidos, y los enviamos a Brasil, en donde se elaboran las fórmulas. También tenemos un laboratorio en Hong Kong”, dijo Afonso.
No solo el capital paciente
Algunos de los temas que se debatieron durante el Segundo Foro Brasileño de Deep Techs fueron los instrumentos de inversión en startups de base tecnológica existentes en Brasil para hacer posible que éstas puedan sacar sus innovaciones al mercado y la seguridad jurídica que necesitan para poder arriesgarse y crecer.
“Uno de los focos de las discusiones recae sobre de qué manera los ambientes, las deep techs y los investigadores pueden tener mayor seguridad y agilidad y una menor burocracia para plasmar las innovaciones”, dijo Paulo Mendonça, gerente de asociaciones y relaciones de Wylinka.
En uno de los paneles del evento, sobre innovación e inversiones, los participantes puntualizaron que solamente el capital paciente no será suficiente para desarrollar esas startups intensivas en ciencia y tecnología, y pusieron de relieve la importancia de invertir en los equipos de las startups y en el acceso a herramientas y al capital intelectual como para avanzar en las investigaciones y generar soluciones de impacto.
Otro reto que se abordó fue el de la financiación inestable, que afecta a las startups por la volatilidad en las inversiones debido a los cambios económicos y a la incertidumbre regulatoria, que dificulta la planificación, la escalabilidad y el lanzamiento de innovaciones.
El ejecutivo Diego Dutra, representante de la startup Cromai, apoyada por el Programa de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE) de la FAPESP, ejemplificó la importancia de que los inversores también confíen en la estrategia de negocios de las startups para sacar innovaciones al mercado.
“Cromai solamente tuvo éxito porque no empezó con soja, sino con caña de azúcar”, sostuvo.
Pese a que el mercado de la soja es el más rentable, no sería tan estratégico para la entrada de Cromai, debido a una serie de comportamientos del público consumidor. Si los inversores no hubiesen escuchado a los investigadores y a los emprendedores en la elección del mercado de ingreso, la startup podría haber fenecido antes de validar su negocio, sostuvo Dutra (lea más en: agencia.fapesp.br/50467).
The Agency FAPESP licenses news via Creative Commons (CC-BY-NC-ND) so that they can be republished free of charge and in a simple way by other digital or printed vehicles. Agência FAPESP must be credited as the source of the content being republished and the name of the reporter (if any) must be attributed. Using the HMTL button below allows compliance with these rules, detailed in Digital Republishing Policy FAPESP.