Carlos Jaramillo es graduado en geología egresado de la Universidad Nacional de Colombia (foto: Daniel Antônio/Agência FAPESP)

Difusión del conocimiento
El impacto de un asteroide y la elevación de los Andes ayudaron a moldear los ecosistemas de Sudamérica
06-06-2024
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Durante la cuarta Conferencia FAPESP 2024, Carlos Jaramillo, científico en jefe de paleobiología del Smithsonian Tropical Research Institute (STRI), mostró de qué manera el continente adquirió su actual fisonomía

Difusión del conocimiento
El impacto de un asteroide y la elevación de los Andes ayudaron a moldear los ecosistemas de Sudamérica

Durante la cuarta Conferencia FAPESP 2024, Carlos Jaramillo, científico en jefe de paleobiología del Smithsonian Tropical Research Institute (STRI), mostró de qué manera el continente adquirió su actual fisonomía

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Carlos Jaramillo es graduado en geología egresado de la Universidad Nacional de Colombia (foto: Daniel Antônio/Agência FAPESP)

 

Por José Tadeu Arantes  |  Agência FAPESP – La selva húmeda neotropical es un bioma de dosel cerrado dominado por especies vegetales angiospermas dispuestas a diferentes altitudes. Y cabe recordar que las semillas de las angiospermas se encuentran protegidas por sus frutos. Con raíz, tallo, hojas, flores, frutos y semillas, éstas componen el más grande y el más moderno grupo de plantas, que abarca a alrededor del 90 % de todas las especies vegetales. La transición desde regiones que carecían de angiospermas durante el Cretácico (hace entre 145 millones y 66 millones de años) hacia zonas totalmente dominadas por este tipo de vegetación constituye el rasgo más notable de la evolución ecosistémica del continente sudamericano.

Y éste fue también el principal destacado de la 4ª Conferencia FAPESP 2024: “La Formación de los ecosistemas de América del Sur”, dictada por Carlos Jaramillo, científico en jefe de paleobiología del Smithsonian Tropical Research Institute (STRI). Graduado en geología en la Universidad Nacional de Colombia (1992), Jaramillo obtuvo su maestría por la University of Missouri-Rolla (1995) y su doctorado por la University of Florida (1999), ambas en Estados Unidos. Es autor de más de 200 artículos y se ha hecho acreedor a diversos premios científicos.

“El período Cretácico se caracterizó por la existencia de bosques sin copas cerradas, compuestos fundamentalmente por gimnospermas [plantas con semillas desnudas, es decir, no envueltas por frutos] y fetos [plantas vasculares que exhiben verdaderas raíces, tallos y hojas y que se reproducen mediante esporas, como los helechos], en contraste acentuado con los bosques tropicales multiniveles y ricos en angiospermas que emergieron luego de la megaperturbación que significó el fin del Cretácico [y de la era Mesozoica] y el comienzo del Paleógeno [y de la era Cenozoica]”, dijo.

Esta megaperturbación, como se sabe, fue causada por el impacto de un gran asteroide hace más o menos 65,5 millones de años. Este hecho provocó una extinción masiva que eliminó a una buena parte de los seres vivos, incluso a los grandes reptiles (los dinosaurios y otros) que habían dominado el período anterior, y reconfiguró la biodiversidad del planeta. “Este evento singular alteró toda la trayectoria evolutiva de la Tierra”, afirmó el investigador.

Durante el Cretácico, la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera era mucho más alta que la actual, lo que contribuyó para que las temperaturas medias globales fuesen significativamente más altas. Estas condiciones favorecieron la dominancia de las gimnospermas y los grandes fetos. La subsiguiente disminución del CO2, particularmente durante el Neógeno, promovió la expansión de las angiospermas, que dominan actualmente los biomas tropicales.

Otro cambio importante, acaecido progresivamente en el transcurso de la era Cenozoica, fue la mayor diferenciación de los ecosistemas, con el achicamiento de un 30 % de la selva húmeda tropical. “Esto acompañó la baja de los niveles de CO2 en la atmósfera y el consiguiente enfriamiento del planeta”, explicó Jaramillo. Tras el Eoceno, varios nuevos biomas, como los bosques tropicales secos, las sabanas y los bosques de montaña, empezaron a aparecer y a expandirse, reformulando así el paisaje sudamericano.

En convergencia con las alteraciones del clima global, un proceso geológico de enormes proporciones hizo su aporte a esta reconfiguración: el levantamiento de los Andes, que sucedió en el transcurso del Cenozoico. Este proceso no solamente remodeló a gran escala el escenario físico, sino que también tuvo implicaciones directas en la distribución de las precipitaciones y en el surgimiento de nuevos biomas. La elevación andina alteró los patrones de circulación atmosférica y creó barreras que redundaron en el surgimiento de una gran diversidad de microclimas. Una de las formaciones resultantes fue la de los páramos colombianos, un bioma de altura compuesto de gramíneas y árboles enanos, a menudo nublado, que es el gran proveedor de agua de la población en esa zona.

Jaramillo demostró que, en un mismo nivel de temperatura, distintos regímenes de precipitaciones pueden provocar cambios ecosistémicos que van del bosque húmedo tropical al bosque seco, a la sabana y al desierto.

La convergencia de estos eventos geológicos y climáticos no solamente moldeó la estructura física y la composición florística de los biomas sudamericanos, sino que también tuvo influjo sobre procesos ecológicos tales como la dispersión de semillas, la competencia entre especies y las interacciones entre predadores y presas. La conexión entre la geología y el clima sigue erigiéndose como un factor dinámico en la evolución de los biomas, con lo cual pone de relieve la complejidad y la interconectividad de los sistemas naturales.

La apertura de la 4ª Conferencia FAPESP 2024, intitulada “La formación de los ecosistemas de América del Sur”, estuvo a cargo del profesor Marcio de Castro Silva Filho, director científico de la FAPESP, y la misma contó con la participación en carácter de moderadora de la profesora Cristina Yumi Miyaki, del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (IB-USP). En la mesa de apertura participó el profesor Fernando Ferreira Costa, coordinador de la comisión científica que organiza el ciclo de Conferencias FAPESP.

La conferencia “La formación de los ecosistemas de América del Sur” se encuentra disponible completa en este enlace: www.youtube.com/live/0QnJJldKnAo.

 

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