En colaboración con la iniciativa privada y con organismos gubernamentales, científicos del estado de São Paulo pretenden fomentar la producción y la ingestión de alimentos de origen acuático en Brasil (foto: Monika Schröder/Pixabay)

Un mayor consumo de pescado puede ser beneficioso para la salud de la población y la economía
10-11-2022
PT EN

En colaboración con la iniciativa privada y con organismos gubernamentales, científicos del estado de São Paulo pretenden fomentar la producción y la ingestión de alimentos de origen acuático en Brasil

Un mayor consumo de pescado puede ser beneficioso para la salud de la población y la economía

En colaboración con la iniciativa privada y con organismos gubernamentales, científicos del estado de São Paulo pretenden fomentar la producción y la ingestión de alimentos de origen acuático en Brasil

10-11-2022
PT EN

En colaboración con la iniciativa privada y con organismos gubernamentales, científicos del estado de São Paulo pretenden fomentar la producción y la ingestión de alimentos de origen acuático en Brasil (foto: Monika Schröder/Pixabay)

 

Por Karina Toledo  |  Agência FAPESP – El alto valor nutricional y su tenor reducido de grasas hacen del pescado un alimento estratégico para combatir dos grandes problemas de salud pública: la mala nutrición y la obesidad. Con todo, su producción y su consumo en Brasil, como así también el de crustáceos, moluscos y otros productos comestibles de origen acuático aún son pequeños y, según los expertos, se ubican muy por debajo del potencial del país.

Investigadores de la Universidad de São Paulo (USP), del Instituto de Pesca –vinculado a la Agencia Paulista de Tecnologías de Agronegocios (APTA)–, de la Secretaría de Agricultura y Abastecimiento del Estado de São Paulo y de la Universidade de Mogi das Cruzes (UMC) pretenden aportar a la transformación de este panorama durante los próximos años mediante un proyecto de investigación aplicada que se desarrollará en colaboración con empresas brasileñas, estadounidenses y europeas del sector pesquero, aparte de organismos gubernamentales. Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la FAPESP en el marco del programa de Centros de Ciencia para el Desarrollo (CCD). 

La inversión total prevista para ese lapso de tiempo, sumando todas las contrapartidas, la infraestructura y los sueldos, es de aproximadamente 23,8 millones de reales. El grupo espera que los resultados se traduzcan en beneficios tanto en lo concerniente a la salud de la población como para la economía. Brasil es en la actualidad el 16º productor mundial de pescado (mediante cría) y el tercero de Occidente. Así y todo, se importa en el país alrededor del 30 % de los productos de origen acuático que los brasileños consumen.

“Brasil es un país de agronegocios y puede hacerse tan grande en la producción de pescado como lo es hoy en día con relación a la soja, el maíz, el algodón, el café, las naranjas, la carne de pollo o la carne vacuna. Estamos en condiciones de crecer y atender tanto al mercado interno como al mercado externo. Se estima que la necesidad mundial de alimentos podrá duplicarse para el año 2050, y nuestro país puede convertirse en una potencia en la acuicultura”, afirma Daniel Lemos, docente del Instituto Oceanográfico (IO-USP) y coordinador del proyecto.

A juicio del investigador, para fomentar el consumo de pescado entre los brasileños será necesario trabajar al menos en tres vertientes: habrá que bajar el costo de los productos, facilitar el acceso a los mismos y modificar los hábitos alimentarios, poniendo de relieve las ventajas nutricionales que los alimentos de origen acuático tienen con relación a las carnes rojas y, fundamentalmente, con respecto a las comidas rápidas o fast-foods.

Uno de los primeros pasos en este sentido consistirá en estudiar el perfil de consumo de la población en el estado de São Paulo. Luego de identificar las especies de pescado más consumidas, los investigadores pretenden analizar muestras representativas para verificar su perfil de nutrientes. Con base en esta información, buscarán entender de qué manera afectan las prácticas de cría al contenido nutricional de esas especies y poner a prueba estrategias de fortificación.

“Sabemos que los peces de agua fría como el salmón son generalmente más ricos en ácidos grasos de cadena larga [omega-3]. Pero esta es una característica que podemos manipular durante el proceso de cría, añadiendo determinados compuestos naturales al pienso que se les da a los animales, por ejemplo. También pretendemos aplicar técnicas de marcadores genéticos para seleccionar características que vuelvan al pescado aún más nutritivo”, explica Lemos.

Para abaratar la producción, una de las estrategias propuestas consiste en estimular el aprovechamiento de residuos que actualmente se desperdician o se utilizan en productos de bajo valor agregado, como la harina de pescado destinada a la alimentación animal.

“Uno de los alimentos de origen acuático más consumidos en Brasil en la actualidad, fundamentalmente por parte de la población de ingresos más altos, es el filet de tilapia, que es alrededor del 30 % del pescado. El resto del cuerpo del animal puede ser tan nutritivo como el filet y puede emplearse en la fabricación de albóndigas, hamburguesas y productos ahumados, por ejemplo. Esto puede hacer que baje el costo total de la producción”, explica Lemos.

La propagación del conocimiento

Toda la información generada durante el desarrollo del proyecto quedará reunida en una plataforma digital de acceso abierto. El grupo cuenta con un núcleo de comunicación que se encargará de producir boletines y difundir información basada en ciencia en las redes sociales y en sitios web. Los resultados del proyecto también se expondrán en el Museo de la Pesca, vinculado al Instituto de Pesca, con sede en la ciudad portuaria de Santos.

“En la actualidad, los brasileños comen relativamente poco pescado y creemos que el aumento del consumo puede venir aparejado de una mejoría de la salud. El estado de São Paulo posee activos de investigación capaces de contribuir a la solución de este problema, y el pliego de la FAPESP constituye una oportunidad para catalizar esfuerzos de los diversos sectores interesados”, dice Lemos. “La historia del pollo –que antes tenía un costo elevado y con inversiones se transformó en la principal fuente de las proteínas consumidas en el país– nos muestra que las carnes de calidad suscitan interés en el mercado brasileño, siempre y cuando sean accesibles en términos de costos.”

Además de las instituciones de investigación, participan en este proyecto empresas brasileñas tales como Polinutri y Neogen, y extranjeras, como Biomar (Noruega), Veramaris (Países Bajos) y AquaHana (Estados Unidos). Entre los organismos gubernamentales que toman parte en el mismo están el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa, en portugués), la Fundación de Apoyo a la Investigación Agrícola (Fundag) y APTA.

El Programa Ciencia para el Desarrollo prevé un modelo de financiación tripartita. La FAPESP efectuará un aporte de 3,7 millones de reales y las empresas asociadas invertirán un valor económico y financiero equivalente (de alrededor de 5 millones de reales). La contrapartida de las instituciones académicas se hará efectiva bajo la forma de la infraestructura física y los sueldos de los investigadores y técnicos participantes en el proyecto.

 

  Republicar
 

Republicar

The Agency FAPESP licenses news via Creative Commons (CC-BY-NC-ND) so that they can be republished free of charge and in a simple way by other digital or printed vehicles. Agência FAPESP must be credited as the source of the content being republished and the name of the reporter (if any) must be attributed. Using the HMTL button below allows compliance with these rules, detailed in Digital Republishing Policy FAPESP.