Se trata de un software de análisis disponible online con el que se evaluaron datos de más de un millón de desplazamientos a pie y en bicicleta en Boston, EE.UU., con el objetivo de delinear estrategias de incentivo a formas no motorizadas de movilidad urbana (foto: Adan Coppola/ Wikimedia Commons)

Una aplicación puede ayudar a que las ciudades se vuelvan más amigables para los ciclistas y los peatones
13-02-2020
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Se trata de un software de análisis disponible online con el que se evaluaron datos de más de un millón de desplazamientos a pie y en bicicleta en Boston, EE.UU., con el objetivo de delinear estrategias de incentivo a formas no motorizadas de movilidad urbana

Una aplicación puede ayudar a que las ciudades se vuelvan más amigables para los ciclistas y los peatones

Se trata de un software de análisis disponible online con el que se evaluaron datos de más de un millón de desplazamientos a pie y en bicicleta en Boston, EE.UU., con el objetivo de delinear estrategias de incentivo a formas no motorizadas de movilidad urbana

13-02-2020
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Se trata de un software de análisis disponible online con el que se evaluaron datos de más de un millón de desplazamientos a pie y en bicicleta en Boston, EE.UU., con el objetivo de delinear estrategias de incentivo a formas no motorizadas de movilidad urbana (foto: Adan Coppola/ Wikimedia Commons)

 

Por Maria Fernanda Ziegler  |  Agência FAPESP – Con el apoyo de la FAPESP, un equipo internacional de científicos desarrolló un software con capacidad para analizar el desplazamiento de ciclistas y peatones en las ciudades. El objetivo de esta herramienta, disponible gratuitamente online, consiste en ayudar a gestores públicos a definir estrategias y acciones que estimulen y doten de seguridad a los modos no motorizados de movilidad urbana.

Este estudio, realizado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), en Estados Unidos, comprende el mayor análisis de datos de ciclistas y peatones hasta ahora realizado. Los investigadores se valieron de datos generados por usuarios de bicicletas compartidas y de una aplicación georreferenciada para caminatas en la ciudad de Boston (Estados Unidos). 

Un artículo publicado en el Journal of Transport Geography muestra los resultados obtenidos por el equipo de investigadores luego del análisis georreferenciado de los datos recabados con base en 260 mil desplazamientos de peatones de casi 6 mil usuarios entre los meses de mayo de 2014 y mayo de 2015, y 800 mil trayectos en bicicleta. 

Según los autores, esta metodología puede adaptarse a otras ciudades del mundo. “Luego de desarrollar el método de análisis de datos, creamos un software libre que se encuentra disponible para todos”, dijo Fabio Kon, miembro de la Coordinación Adjunta de Investigación para la Innovación de la FAPESP. “La idea es que sea posible detectar, con base en el análisis de distintos conjuntos de datos, aquello que dificulta el incremento del flujo de ciclistas y peatones en las ciudades con miras a proponer nuevas estrategias y acciones.”

Esta investigación se llevó a cabo en el ámbito del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología (INCT) Internet del Futuro para Ciudades Inteligentes de Brasil, financiado por el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes) y la FAPESP. También contó con el apoyo de una beca de la Comisión Fulbright, a la cual Fabio Kon, docente del Instituto de Matemática y Estadística de la Universidad de São Paulo (USP), se hizo acreedor con el objetivo de realizar estudios en el MIT Senseable City Lab.

El comportamiento de ciclistas y peatones

“Históricamente, las ciudades han destinado inversiones para construir estructuras viales fundamentalmente orientadas hacia los automóviles, al transporte motorizado individual. Hoy en día, sin embargo, se sabe que el incentivo a que las personas caminen y usen las bicicletas como medios de transporte aporta beneficios a la salud y vuelve a las ciudades más humanas y más proclives a la convivencia, amén de llevar a una disminución de los niveles de polución atmosférica”, dijo Kon.

El investigador remarca que esta preocupación ha alterado políticas y la forma de pensar las ciudades en diversas partes del mundo. “Por eso hemos desarrollado una metodología de análisis del flujo de peatones y ciclistas en una ciudad, a los efectos de poder generar acciones teniendo en la mira ese incentivo”, dijo.

De acuerdo con el estudio, pese a que los desplazamientos a pie o en bicicleta son cada vez más reconocidos como soluciones para ciertos problemas urbanos, existe aún una carencia de investigaciones enfocadas en los vehículos no motorizados, y no hay casi ninguna investigación referente a la comparación del comportamiento de peatones y ciclistas.

“No existen muchos análisis sobre el comportamiento de ciclistas y peatones debido a la dificultad para obtener datos de calidad. De los peatones es más raro aún. De este modo, este trabajo constituye un aporte tendiente a lograr una mejor comprensión de las características de movilidad no motorizada con relación a la distancia, la duración, la hora del día, la distribución espacial y la sensibilidad referente al clima”, dijo Kon.

La comparación de las diferencias

El estudio realizado en la ciudad estadounidense mostró que ciclistas y peatones tienen comportamientos sumamente diversos. Una de las principales diferencias reside en la distancia que recorren en sus desplazamientos. Los datos mostraron que los ciclistas recorren trayectos un poco más largos que los peatones, generalmente uniendo barrios cercanos, mientras que los que andan a pie tienden a hacer tal actividad por algunas cuadras, pero dentro de un mismo barrio.

Asimismo, los movimientos a pie tienen sus picos por la mañana (alrededor de las 9:00), a la hora del almuerzo (alrededor de las 12:30) y a la tarde (alrededor de las 18:00). En tanto, los trayectos en bicicleta registraron picos en horarios similares por la mañana y por la tarde, pero no se detectó un pico significativo a la hora del almuerzo. Al contrario que en los desplazamientos a pie, los realizados en bicicleta tienden a tener direcciones opuestas durante la mañana y durante la tarde, lo cual indica su uso para ir y volver del trabajo.

Otro hallazgo del estudio indica que durante los días más calurosos se concretan más desplazamientos en bicicleta. Sin embargo, cuando llueve o cuando hace frío, esos trayectos disminuyen. Lo propio no se registra entre los peatones, que tienden a ser más regulares, independientemente de los factores climáticos, aunque exista una disminución ostensible de los desplazamientos a pie durante los días muy calurosos.

“Si las ciudades desean promover el uso de las bicicletas como medio de transporte, deberán invertir en la infraestructura de ciclovías, ya sean vías reservadas o vías segregadas. Específicamente en Boston, notamos que las personas no se sienten seguras o cómodas para realizar este tipo de desplazamientos cuando llueve o nieva, una situación en la cual el riesgo de ser perjudicadas por los coches parece ser mayor. Si hubiese más estructura, la cantidad de usuarios no se vería tan reducida durante esos días”, dijo Kon.

Puede leerse el artículo intitulado Comparing bicycling and pedestrian mobility: Patterns of non-motorized human mobility in Greater Boston (doi: 10.1016/j.jtrangeo.2019.102501), de Christian Bongiorno, Daniele Santucci, Fabio Kon, Paolo Santi y Carlo Ratti, en el siguiente enlace: interscity.org/assets/journal_of_transport_geography_2019.pdf
 

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