En entrevista concedida a Agência FAPESP, France Córdova se refirió entre otros temas a las iniciativas orientadas a estimular a las mujeres a asumir puestos de liderazgo en el medio académico (foto: Piu Dip/ Agência FAPESP)

“La equidad de género en la ciencia constituye una gran preocupación”, dice la directora de la NSF
23-05-2019
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En entrevista, France Córdova se refiere a las iniciativas tendientes a estimular a las mujeres a ejercer el liderazgo en la universidad y al rol de la ciencia para dehacer mitos y entender la naturaleza de las cosas

“La equidad de género en la ciencia constituye una gran preocupación”, dice la directora de la NSF

En entrevista, France Córdova se refiere a las iniciativas tendientes a estimular a las mujeres a ejercer el liderazgo en la universidad y al rol de la ciencia para dehacer mitos y entender la naturaleza de las cosas

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En entrevista concedida a Agência FAPESP, France Córdova se refirió entre otros temas a las iniciativas orientadas a estimular a las mujeres a asumir puestos de liderazgo en el medio académico (foto: Piu Dip/ Agência FAPESP)

 

Por Karina Toledo  |  Agência FAPESP – A los 71 años, la astrofísica France Córdova dirige la principal agencia de fomento de la investigación científica de Estados Unidos y una de las más importantes del mundo: la National Science Foundation (NSF), cuyo presupuesto anual supera los 8.000 millones de dólares.

Y éste no es el único cargo de liderazgo que ella ha ocupado durante su trayectoria. Córdova fue la primera mujer y la persona más joven en convertirse en científica en jefe de la Nasa, la agencia espacial estadounidense, y también fue la primera rectora de la Purdue University, del estado de Indiana.

Pero su incursión en el territorio hasta ese momento dominado por los varones no estuvo exenta de obstáculos. Cuando era niña, tanto en la escuela como en el seno de su familia la desestimularon a seguir carrera en las áreas conocidas como STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics). Cuando cursaba la enseñanza media, tuvo que solicitarle una autorización a la dirección de la escuela a la cual asistía en California para frecuentar las clases de Física, que se destinaban pura y exclusivamente a los chicos.

Obtuvo la licenciatura en Inglés por la Stanford University en 1969, el año de la llegada del hombre a la Luna. Ese logro la alentó a seguir su vocación y entonces decidió convertirse en astrofísica. Diez años después culminó su doctorado en Física en el California Institute of Technology (Caltech): fue una de las dos mujeres en una cohorte de 18.

Trabajó en el Grupo de Astronomía Espacial y Astrofísica del Laboratorio Nacional de Los Álamos entre los años 1979 y 1989, y fue jefa del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Pennsylvania State University de 1989 a 1993. Entre 1993 y 1996 se desempeñó encarnando la principal interfaz entre la administración de la Nasa y la comunidad científica.

Se convirtió en canciller de la University of California en Riverside en el año 2002, y en rectora de la Purdue University en 2007. Fue designada para formar parte del Consejo de Regentes de la Smithsonian Institution en 2009, institución de la cual se convirtió en presidenta en el año 2012.

En 2014, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la nombró para conducir la NSF. Bajo su dirección, esta agencia financió el proyecto Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory (LIGO), en cuya órbita se detectaron por primera vez ondas gravitacionales en 2015, una hazaña que se hizo acreedora al Premio Nobel de Física en 2017.

Córdova estuvo en Brasil entre los pasados días 1º y 3 de mayo para participar en la 8ª Reunión Anual del Global Research Council (GRC), que reunió a directivos de agencias científicas de fomento de 50 países de los cinco continentes. Este encuentro tuvo lugar en la ciudad de São Paulo y contó con la organización de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo (FAPESP), del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina y de la German Research Foundation (DFG) de Alemania.

En dicha ocasión, Córdova le concedió una entrevista a Agência FAPESP, en la cual se refirió entre otros temas a los proyectos de la NSF tendientes a estimular la participación femenina en la ciencia. Lea a continuación los principales tramos de ese diálogo.

Agência FAPESP – La NSF aplica dos criterios en la financiación de proyectos: “el mérito intelectual”, que es el potencial para hacer avanzar al conocimiento, y el de “impactos más amplios”, que apunta al potencial para aportarle beneficios a la sociedad. Pero en el caso de la investigación básica, no siempre puede preverse el impacto socioeconómico con antelación, ¿no es cierto?
France Córdova – No es necesario adivinar el impacto que tendrá una investigación dentro de diez o de cien años, incluso porque en el caso de las investigaciones impulsadas por la curiosidad [curiosity driven research] se hace difícil saber cuál será su verdadero resultado. Pero lo que sí es necesario demostrar es por qué un proyecto es importante para la gente. En alrededor del 50% de las propuestas que nos envían se hace mención a impactos tales como el de expandir la representatividad de las mujeres o el que apunta a la gente con bajo nivel socioeconómico. O se plantea alguna estrategia tendiente a capacitar a la próxima generación. Todas las propuestas deben incluir un plan que consigne cómo se preservarán y cómo se gestionarán los datos, y también un plan de impacto que abarque a las escuelas y apunte a plasmar un alcance público.

Agência FAPESP – Usted fue científica en jefe de la Nasa, fue la primera mujer que dirigió la Purdue University y actualmente se encuentra al frente de la agencia científica de fomento que posee el mayor presupuesto del mundo. ¿Esto significa que podemos considerar que la equidad de género en la ciencia es un tema resuelto en Estados Unidos? ¿La NSF brinda apoyo a programas tendientes a estimular la participación femenina en la ciencia?
Córdova – La equidad de género es una de nuestras grandes preocupaciones y, en tal sentido, tenemos diversas acciones en marcha. Existen muchas áreas, la mía inclusive, la Física, en las cuales la representación femenina es todavía sumamente baja. Y lo propio sucede también en Ingeniería y Matemática. Este problema es menor en Ciencias Biológicas y en Ciencias Sociales. El panorama cambia en forma constante, pero lentamente. Tenemos un programa llamado Advance, de búsqueda de abordajes sistémicos tendientes a incrementar la participación y el avance de las mujeres en carreras STEM. La idea es incentivar a las mujeres a llegar a puestos de liderazgo en las universidades. Fui investigadora principal de ese programa cuando dirigía la Purdue University. Cuando vine a la NSF se puso en marcha el programa Includes [acrónimo de “inclusión de comunidades de aprendices de descubridores subrepresentados en ingeniería y en ciencia en toda la nación”], que abarca a más de 70 programas piloto de todo el país mediante distintas estrategias tendientes a ampliar la representación de la mujer y de otras minorías. Va de los programas de computación para niños pequeños al aumento de la cantidad de facultades y de asignaturas en áreas estratégicas. Algunas de estas estrategias están encabezadas por grupos comunitarios, otras por universidades, fundaciones y sociedades científicas. Creamos una red para que estos proyectos se comuniquen. Recientemente, otorgamos una financiación para que los participantes se reuniesen con el objetivo de intercambiar experiencias y aprender buenas prácticas unos con otros. Esperamos que esto haga posible algo importante: el escalonamiento de tales iniciativas, para que no mueran cuando culmine el proyecto. Pretendemos descubrir cómo elaborar proyectos que se conviertan efectivamente en ejemplos de buenas prácticas que otros puedan copiar fácilmente, de manera tal que florezcan en muchos otros lugares.

Agência FAPESP – ¿Qué desafíos tuvo usted que encarar para llegar a puestos de liderazgo?
Córdova – Mi opinión es que todos afrontamos desafíos, no importa quién sea usted o qué trabajo esté haciendo. Un chofer de camión enfrenta muchos desafíos sencillamente para ir de una parte a otra del país. Siempre hay obstáculos. En efecto, las mujeres en el área de ciencia y tecnología afrontan tipos particulares de desafíos. Cuando usted es un chofer, aprende con sus compañeros de oficio en qué lugares no hay que detenerse, qué carretera tomar o cuál es la mejor tecnología para escapar del tránsito. Usted aprende en la medida en que experimenta en la carretera y que encuentra gente solícita y capaz de brindarle buenas orientaciones. Y así aprende cuáles son los obstáculos y cómo superaron esos problemas otras personas. Y luego usted intenta cosas nuevas: o rodea un obstáculo o intenta atravesarlo. Empero, por supuesto, he tenido que afrontar muchos desafíos en mi camino y en pocas y raras ocasiones encontré gente aferrada a una posición de poder. Pero siempre hay alguien que puede ayudarnos y hay que aceptar tal ayuda.

Agência FAPESP – ¿Cómo evalúa esta reunión del GRC y cómo podrán ayudar a las agencias a llevar adelante su trabajo de mejor manera los debates que se concretaron durante el evento?
Córdova – Yo he aprendido mucho con el GRC. Ésta es la sexta reunión en que participo y siempre hago nuevos amigos y aprendo mucho. En cada reunión definimos distintos temas de discusión. Lo que mejor hace el GRC es reunir a los financiadores de la investigación científica para conversar sobre los retos comunes y acerca de cuáles soluciones han funcionado bien. Es sumamente interesante poder llevarse ese conocimiento a casa y debatir de qué modo aplicarlo. Les pregunté a los integrantes del governing board [el consejo directivo] de qué manera se benefician sus agencias y ellos me dijeron que las discusiones del GRC permiten impulsar las acciones que se llevan adelante en sus países. Cuando los participantes se reúnen y acuerdan determinados principios, tal como lo hicieron nuevamente este año con relación a la evaluación de los impactos de la investigación científica, esto realmente marca la diferencia. Para las agencias constituye una motivación a los efectos de seguir adelante en tal dirección. El progreso de la ciencia depende de la financiación, y las agencias de fomento deben ser capaces de mostrarles los beneficios de la investigación científica a quienes aportan recursos.

Agência FAPESP – Uno de los temas que se debatieron en esta reunión fue el del acceso abierto a las publicaciones científicas. ¿Usted tiene una postura al respecto del Plan S y de otras iniciativas de esa índole?
Córdova – Estamos siguiendo la política fijada en 2016, bajo la administración anterior. Hay un período de carencia de un año hasta que las publicaciones queden con acceso abierto y disponibles para todos. Ésta es la posición oficial del NSF por el momento, pero esto no significa que no pueda cambiar. El acceso abierto constituye una cuestión importante y estamos discutiéndola.

Agência FAPESP – ¿Usted cree que éste es un buen momento para hacer ciencia, teniendo en cuenta que existe gente en puestos de poder que niega el cambio climático y que ciertos movimientos anticientíficos como el terraplanismo cobran relevancia?
Córdova – Definitivamente sí. Cuantos más elementos anticientíficos surgen, más necesario se hace acelerar en ciencia. No somos una agencia reguladora, no fijamos reglas acerca de qué hacer con la ciencia ni tampoco formulamos políticas públicas. La NSF es una agencia de fomento de la investigación científica, y la mejor forma de echar por tierra mitos y entender la verdadera naturaleza de las cosas consiste en financiar investigaciones sobre este tema. Al hacer investigación de calidad aprendemos cómo funciona el mundo.

Agência FAPESP – La NSF puede sufrir un recorte del 12% en su presupuesto si el Congreso de Estados Unidos aprueba la propuesta que presentó el presidente Donald Trump. ¿Qué expectativas tiene con respecto a esto y que sucederá si se aprueba ese recorte?
Córdova – Por ahora tendremos que esperar que el Congreso decida. Somos gratos por el dinero que percibimos y siempre le decimos al Congreso que haremos lo mejor con lo que nos den. Pero si se aprueba el recorte presupuestario, por supuesto que habrá recortes en las actividades. Procuramos siempre ser más eficientes y más efectivos. Estamos concretando más asociaciones, con empresas tales como Amazon y Boeing, por ejemplo, lo cual expande nuestra base de recursos. El gobierno y la industria pueden trabajar juntos y las asociaciones público-privadas pueden ser profundas. No hay que apuntar únicamente a las ganancias sino también a hacer avanzar a ciertas áreas de investigación científica importantes para el país. Pero esto no reemplaza a la financiación pública, es tan sólo una parte de nuestra cartera. Las empresas procuran obtener retorno a corto plazo: se deben a sus accionistas y deben darles rentabilidad a éstos. En nuestro caso, muchos de nuestros accionistas ni siquiera han nacido. Son nuestros nietos y bisnietos, que se beneficiarán con las investigaciones científicas que estamos haciendo ahora. Buena parte de nuestra cartera está compuesta por investigaciones impulsadas por la curiosidad, y no tenemos idea de qué descubrimientos se harán a partir de éstas, o acerca de cuánto tiempo llevará para beneficiarnos con sus resultados.

*Con Bruno de Pierro, de la revista Pesquisa FAPESP
 

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