Los adolescentes con sobrepeso y obesidad mastican distinto

Investigadores analizan la relación entre el exceso de peso y el comportamiento masticatorio

Por Diego Freire  |  Agência FAPESP – Dos artículos publicados por investigadores de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) y de la Universidad de Campinas (Unicamp), ambas de São Paulo, Brasil, indican que los adolescentes con sobrepeso u obesidad tienen un comportamiento masticatorio distinto al de aquéllos con peso normal, y exhiben una frecuencia mayor de alteraciones en los músculos del rostro y hábitos perjudiciales para la nutrición. La masticación también difiere entre chicos y chicas.

Estos resultados surgen de la investigación intitulada "Análisis de la composición salival y de la calidad de la función masticatoria de adolescentes con sobrepeso y obesidad”, realizada con el apoyo de la FAPESP, coordinada por Paula Midori Castelo, del Instituto de Ciencias Ambientales, Químicas y Farmacéuticas de la Unifesp, con sede en la ciudad de Diadema (São Paulo), y desarrollada junto a investigadoras de la Unicamp en su campus de la localidad de Piracicaba (también São Paulo).

En dicho estudio se evaluaron los hábitos alimentarios y la calidad de la función masticatoria de 230 adolescentes con edades entre 14 y 17 años residentes en el municipio de Piracicaba.

Las evaluaciones se concretaron en dos etapas: primeramente con 115 muchachos y chicas con peso normal; luego solamente con adolescentes con sobrepeso u obesidad, también de ambos géneros. Ninguno de los adolescentes seleccionados tenía caries ni padecía cualquier otra condición que afectase la salud bucal a punto tal de interferir en la función masticatoria.

“Existe un consenso entre odontólogos y fonoaudiólogos que apunta que es importante alimentarse y masticar lentamente, utilizando ambos costados del arco dental, para que los alimentos puedan ser triturados y procesados adecuadamente antes de la deglución y también para evitar hábitos que dificulten su absorción, como la ingestión de líquidos mientras se come”, dijo Midori Castelo, autora principal de los dos artículos.

“En nuestros test, observamos que individuos con sobrepeso u obesidad –una condición crónica multifactoria– presentaron alteraciones miofuncionales [referentes a las funciones de los músculos] y mayores dificultades para efectuar la masticación. Esto puede afectar la calidad de la alimentación”, dijo.

Por lo que se desprende de esta investigación, las muchachas con sobrepeso u obesidad mastican con mayor frecuencia de un solo lado, lo cual impide que la mandíbula, que posee articulaciones bilaterales, actúe de ambos lados en forma pareja. Entre otros problemas, esto puede derivar en alteraciones estructurales en uno de los costados del arco dental, sumadas a un detrimento de la formación del bolo alimenticio y a pérdidas nutricionales.

“Los test no determinaron si esta alteración está relacionada con las causas del sobrepeso y de la obesidad o a sus efectos, pero ayudan a comprender qué comportamientos y qué hábitos deben observarse y corregirse en la alimentación de esos adolescentes. Las alteraciones miofuncionales pueden acarrear desequilibrios esqueléticos y musculares, entre otros problemas”, dijo Midori Castelo.

Para detectar las alteraciones en la función masticatoria, se realizaron grabaciones en video de los adolescentes durante la masticación. Dichas grabaciones fueron analizadas por una fonoaudióloga, quien evaluó el comportamiento masticatorio y contabilizó los ciclos de masticación de cada costado de la boca.

También se analizó el desempeño durante la masticación de una goma de mascar fabricada en Japón. Dicha goma, de coloración verde, cambia su color al rojo a medida que se la mastica, y el grado de esa alteración suministra datos sobre la eficiencia de la masticación. La fuerza de la mordedura también se midió mediante el empleo de un dinamómetro. En esas pruebas, se observó que los chicos mastican más rápido y mejor que las chicas.

“Es común escuchar que el individuo que come demasiado rápido no mastica bien y se traga los alimentos poco triturados, pero el hombre tiene más masa muscular y mayor fuerza física, por eso logra en menor tiempo imprimirle mayor fuerza a la masticación y procesar mejor la comida. También existen aspectos culturales implicados, como el hábito de las chicas de masticar más delicadamente”, dijo Midori Castelo.

Pero eso no significa que comer rápido sea invariablemente mejor. “Cuando masticamos durante más tiempo, tendemos a comer menos, porque la información del procesamiento del alimento va transmitiéndose al sistema nervioso central y entonces se van liberando las hormonas que generan la sensación de saciedad. De este modo, quienes mastican rápido, aunque lo hagan con la fuerza adecuada, puede tender a comer más. Es necesario observar la propia masticación”, dijo la investigadora.

Líquidos con alimentos

Los test también contemplaron entrevistas en las cuales los adolescentes reportaron información sobre sus hábitos alimentarios: relataron si suelen cortar los alimentos en trozos pequeños, si desmenuzan la carne, si logran morder una manzana con facilidad o si comen las frutas con sus cáscaras, entre otras cosas.

Los adolescentes con sobrepeso u obesidad exhibieron con mayor frecuencia hábitos que pueden perjudicar la masticación y la digestión, tales como agregarles muchas salsas a las comidas o ingerir líquidos junto con el alimento.

“Si ingerimos un alimento mientras bebemos o le agregamos muchas salsas a la comida, terminamos masticando menos y deglutiéndola antes de haberla masticado bien. Esto dificulta la digestión y puede tener consecuencias que van desde las molestias estomacales hasta la absorción ineficiente de los nutrientes”, dijo Midori Castelo.

Los investigadores apuntan ahora a estudiar la microbiota de la saliva de los adolescentes y marcadores salivales relacionados con aspectos nutricionales.

“Les tomamos muestras de saliva a los adolescentes que participaron en la investigación para analizar entre otras cosas si esa microbiota se relaciona con su estado nutricional, ya que estudios han demostrado que la misma puede relacionarse con la microbiota del tracto intestinal”, dijo Midori Castelo.

Los resultados del estudio con adolescentes con sobrepeso y obesidad figuran en el artículo intitulado Chewing in adolescents with overweight and obesity: An exploratory study with behavioral approach, publicado por la revista Appetite y que se encuentra disponible en el siguiente enlace: www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0195666316304469. Este trabajo fue premiado durante la 33ª Reunión Anual de la Sociedad Brasileña de Investigación Odontológica, realizada en septiembre pasado en la ciudad de Campinas (São Paulo). Además de Midori Castelo, firman dicho artículo las investigadoras Aline Pedroni-Pereira, Darlle Santos Araújo, Kelly Guedes de Oliveira Scudine, Daniela Galvão de Almeida Prado y Débora Nunes Alves Leite Lima.

En tanto, el estudio con adolescentes con peso normal, firmado por Midori Castelo y también por las investigadoras Pedroni-Pareira, Santos Araujo, De Oliveira Scudine, De Almeida Prado y Ana Claudia Rossi, aparece relatado en el artículo intituladoAssessment of the differences in masticatory behavior between male and female adolescents, publicado en la revista Physiology & Behavior y disponible en: www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0031938416302013.