En un seminario organizado por la FAPESP, expertos ponen de relieve la importancia de la producción audiovisual de los pueblos originarios para la comprensión y la difusión de los conflictos que se viven sus territorios y en las unidades de conservación existentes en la Amazonia (imagen: captura de pantalla realizada durante el webinario)

Imágenes de la lógica de la apropiación, la minería y el agronegocio en la invasión de tierras indígenas
27-10-2022
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En un seminario organizado por la FAPESP, expertos ponen de relieve la importancia de la producción audiovisual de los pueblos originarios para la comprensión y la difusión de los conflictos que se viven sus territorios y en las unidades de conservación existentes en la Amazonia

Imágenes de la lógica de la apropiación, la minería y el agronegocio en la invasión de tierras indígenas

En un seminario organizado por la FAPESP, expertos ponen de relieve la importancia de la producción audiovisual de los pueblos originarios para la comprensión y la difusión de los conflictos que se viven sus territorios y en las unidades de conservación existentes en la Amazonia

27-10-2022
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En un seminario organizado por la FAPESP, expertos ponen de relieve la importancia de la producción audiovisual de los pueblos originarios para la comprensión y la difusión de los conflictos que se viven sus territorios y en las unidades de conservación existentes en la Amazonia (imagen: captura de pantalla realizada durante el webinario)

 

Por Maria Fernanda Ziegler  |  Agência FAPESP – “Los invasores dicen que quieren las tierras. Pero desde mi óptica, quieren algo más que las tierras. Pretenden terminar con los pueblos indígenas, con los [indígenas] aislados. No vamos a permitir que esto suceda”. Estas fueron las palabras de Bitaté, líder indígena del pueblo Uru-Eu-Wau-Wau, en el documental O Território, que denuncia las constantes invasiones a la Terra Indígena Uru-Eu-Wau-Wau, en el estado de Rondônia, en la región norte de Brasil.

Rodeado por ciudades y áreas de deforestación, ese territorio de casi 2.000 hectáreas de selva preservada es habitado por nueve pueblos, incluidos cuatro pueblos aislados (sin ningún contacto con la sociedad). La película atestigua los avances sobre tierras indígenas ya homologadas y también la defensa de los pueblos originarios contra amenazas tales como la deforestación, los incendios, la frontera agrícola, la minería y las acciones de apropiadores de tierras. Dirigido por Alex Pritz y coproducido por indígenas del pueblo Uru-Eu-Wau-Wau, el documental ganó en las categorías “Premio del Público” y “Premio Especial del Jurado para Arte Documental” en el Festival Sundance de Cine 2022. 

“Se hace bastante difícil hablar de la Amazonia, de la minería y de los pueblos indígenas, pues esto remite a las persecuciones, a las amenazas de muerte y al asesinato de activistas. La invasión de las tierras indígenas lleva allí a los madereros, a los garimpeiros, a los cazadores y a los pescadores, y también las drogas, la prostitución y mucha deforestación. Para defenderse de las invasiones y contra todos estos problemas, los indígenas aprendieron a comunicarse y documentar las acciones por la vía audiovisual, aparte de formar el grupo de guardianes que protegen la selva”, dijo Ivaneide Bandeira Cardozo, historiadora, indigenista y una de las protagonistas de la película O Território.

Bandeira Cardozo participó en el tercer evento de la serie intitulada La Amazonia en imágenes y movimiento: las historias del extractivismo amazónico registradas por las lentes de documentales brasileños, organizado por la FAPESP.

La propuesta de debate partió de investigadores que integran el proyecto Después de las hidroeléctricas. Los procesos sociales y ambientales que tras la construcción de las centrales de Belo Monte, Jirau y Santo Antônio en la Amazonia Brasileña, coordinado por el profesor de la Universidad de Campinas Emilio Moran y apoyado por la FAPESP en el marco del programa São Paulo Excellence Chair (SPEC). 

El documental O Território narra ese conflicto entre indígenas e invasores partiendo de dos puntos de vista. La parte indígena, de defensa de la selva, fue documentada por los propios miembros del pueblo Uru-Eu-Wau-Wau, quienes desde hace algunos años han venido estudiando en el campo audiovisual y de la comunicación como parte de la estrategia tendiente a proteger sus tierras. En tanto, la parte de los invasores fue grabada por el equipo no indígena del director Alex Pritz.

“La película contiene imágenes de los ataques de invasores desde la mirada del pueblo indígena y también de la de los invasores. Me parece que es importante escuchar a los invasores para entender cómo piensan y cuáles son sus motivaciones”, afirma.

La indigenista comenta que desde hace algunos años los indígenas han venido enviado las imágenes de las invasiones a la Fundación Nacional Indígena (Funai) y al Ministerio Público con el objetivo de iniciar acciones. “Por desdicha, en los últimos seis años esas invasiones han aumentado mucho. Los Catastros Ambientales Rurales [CAR] han venido utilizándose para promover esas invasiones. La Terra Indígena Uru-Eu-Wau-Wau cuenta con 1.400 Catastros Ambientales Rurales ilegales, que sirven precisamente para impulsar las invasiones”, denuncia.

El año pasado, un relevamiento del Ministerio Público dado a conocer por CNN Brasil, constató la existencia de 9.986 propiedades rurales inscritas en el CAR en áreas superpuestas a tierras indígenas. Esta difusión se concretó precisamente cuando el Supremo Tribunal Federal (STF), la Corte Suprema de Brasil, juzgó el denominado marco temporal de tierras indígenas para determinar si los pueblos originarios tienen derecho al usufructuar únicamente las áreas que afirman que pertenecieron a sus antepasados y que ya ocupaban cuando se promulgó la Constitución Federal, el 5 de octubre de 1988, o si ese derecho se extiende también a tierras ocupadas después de esa fecha. Ese juicio sigue suspendido y ha salido de la agenda del STF. 

De acuerdo con o Instituto Socioambiental, el territorio fue declarado como de posesión permanente de los indígenas en 1985, una medida revocada en 1990 por el presidente José Sarney. La Terra Indígena Uru-Eu-Wau-Wau quedó nuevamente homologada por decreto del entonces presidente Fernando Collor de Mello en 1991.

Según Bandeira Cardozo, el documental constituye una forma de que los indígenas le muestren al mundo el tipo de violencia y los conflictos que vivencian en sus territorios. “Este documental ahonda en la cuestión de la apropiación de tierras, sumamente ligada a diversos incentivadores y vectores de la invasión, que son los políticos que fomentan la flexibilización de leyes y usan las tierras indígenas y las unidades de conservación como moneda de cambio por votos. Aparte de los políticos en los ámbitos legislativos y ejecutivos, están también los grandes empresarios que suministran las condiciones financieras y de estructura para que los pequeños empresarios invadan esas tierras”, dijo.

Si bien las invasiones han sido documentadas y difundidas por los miembros del pueblo Uru-Eu-Wau-Wau, este conflicto adquirió mayor visibilidad con ese documental premiado. “La película se vio en todo el mundo y pasó a presionar al gobierno, incluso para arrestar al responsable de la muerte de Ari Uru-Eu-Wau-Wau durante el rodaje, quien fue asesinado precisamente porque era un guardián de la selva”, dijo.

Cómo piensan los mineros y los garimpeiros

En otra conferencia durante el seminario, Bruno Milanez, docente del Programa de Posgrado en Geografía y en el Departamento de Ingeniería de Producción y Mecánica de la Universidad Federal de Juiz de Fora (en el estado de Minas Gerais), afirmó que la presión que se vive en las tierras indígenas y en las unidades de conservación constituye un problema complejo y que la sociedad en general debe entender mejor.

“La minería, la minería ilegal y la labor de los garimpeiros, por ejemplo, son ejercidas por grupos distintos que tienen cada vez más poder político. Para contraponerse a esas fuerzas es importante que la sociedad se percate de cómo todo eso está asociado. La producción audiovisual puede comunicar la complejidad de este problema y mostrarle a la sociedad que no existe una solución fácil. Existen soluciones sumamente difíciles. Es fundamental que la sociedad tome conocimiento de esta destrucción ambiental, social y cultural que la minería y que los garimpeiros están llevando a cabo”, dijo.

“La minería ilegal en Brasil actualmente está extrapolando la labor exclusiva de los garimpeiros en sí misma, y existe una relación cada vez mayor con el narcotráfico, con el tráfico de armas y con las bandas paramilitares de la región sudeste del país. Vemos a la delincuencia organizada que encuentra en la minería una forma alternativa de actividad y una forma mucho fácil de lavar dinero”, añadió.

El investigador explicó que la deforestación que la minería y los garimpeiros causan posee una lógica distinta a la que provoca la producción agropecuaria. “El desmonte causado por la producción agropecuaria se ubica en lo que denominamos como el arco de la deforestación, un área situada al sur y al sudeste de la Amazonia, que avanza gradualmente. Los garimpeiros y la minería van en busca de las reservas indígenas: tienden a causar la deforestación en áreas sumamente preservadas. Gracias a las facilidades de transporte asociadas a las pistas de aterrizaje clandestinas, abren claros en áreas antes impenetrables donde vivían comunidades indígenas aisladas. La minería posee esa capacidad de llegar a áreas aisladas”, dijo.

Y es precisamente alrededor de las tierras indígenas de la Amazonia, en áreas de acción de garimpeiros legales o ilegales donde hay grandes y medianas empresas operando.

“Los medios de comunicación vienen tratando a los garimpeiros como los únicos extractores. Pero es necesario destacar que existen dos ejes: los garimpeiros de batea, artesanales, como les decimos, y el eje más empresarial, con su ordenamiento propio, mayor escala y capacidad para comprar retroexcavadoras que cuestan de 500 mil reales a 1.000.000 de reales”, comentó.

“Si se ingresa en el área de los garimpeiros en la tierra [del pueblo] Cinta-larga, pueden hallarse grandes maquinarias. Aunque ellos dicen que son de los indígenas, no es verdad, pues son máquinas que cuestan más de un millón de reales cada una. Y el pueblo Cinta-larga pasa hambre. Yo sé que es así, pues la asociación en donde trabajo les dona canastas básicas de alimentos”, dijo Bandeira Cardozo, coordinadora general de la Asociación de Defensa Etnoambiental Kanindé, en la ciudad de Porto Velho, capital de Rondônia.

Para Milanez, el oro es uno de los minerales más contradictorios desde el punto de vista social y ambiental. “Minas económicamente viables, de extracción a gran escala dentro de una reserva, tienden a tener entre 0,5 % y 1,3 % de oro. Es una cantidad mínima. Para hacer un arete pequeño, de aquellos con una perla, hay que sacar un camión de tierra. Un camión que la rueda nomás mide tres metros de altura”, dijo.

Según el profesor, los datos de 2010 mostraban que alrededor del 50 % del oro extraído va a parar a la industria joyera, que no es esencial ni prioritaria. “Alrededor del 40 % va a inversiones y a la especulación, es decir, el oro como activo financiero, y un 10 % va a la industria de la tecnología, que quizá tiene un uso más importante en nuestra sociedad. ¿Por qué extraerlo? ¿Cuál es la racionalidad de eso?”, se indagó.

Aunque en lo atinente a la cuestión socioambiental la minería de oro no tiene ningún sentido, el profesor recuerda que este metal sigue siendo sumamente valorado. “La extracción de oro sigue valorizada en todo el mundo debido a su gran valor y a sus múltiples usos. Los bancos centrales operan como reguladores de ese oro y lo utilizan como reserva de valor. Existe una imagen que muestra cuán irracional es este sistema. Alrededor del 90 % del oro brasileño se exporta, sobre todo a Suiza. Ese oro es extraído entonces del subsuelo brasileño, con todos los problemas relacionados con esta actividad. Se lo pone en un helicóptero, después en un avión y se lo envía al subsuelo de Suiza o de Inglaterra. El oro sigue en el subsuelo: solo se lo traslada y se genera con ello un pasivo muy grande”, se lamenta.

La serie de webinarios “La Amazonia en imágenes y movimiento: las historias del extractivismo en la región amazónica registradas por las lentes de documentales brasileños” está compuesta por tres encuentros.

La primera mesa abordó las transformaciones de la actividad extractivista en la Amazonia y cómo esas transformaciones han venido siendo registradas por documentales nacionales. El evento completo se encuentra disponible en: www.youtube.com/watch?v=TbaACBwT3VM&ab_channel=Ag%C3%AAnciaFAPESP

El segundo webinario debatió la relevancia de la difusión a través de películas de otras versiones de la historia en la legitimación de relatos sobre los impactos de los megaemprendimientos hidroeléctricos concretados en la Amazonia brasileña durante las dos primeras décadas del siglo XXI. Ingrese al siguiente enlace para verlo: www.youtube.com/watch?v=6988Ep67U48

Y la tercera mesa, con la cual culmina el ciclo, aborda las producciones más recientes sobre las consecuencias del extractivismo, en especial de la minería, realizadas por cineastas y colectivos audiovisuales provenientes de los propios territorios afectados. Puede seguirse este debate en: www.youtube.com/watch?v=MwdJPXKoyUA&ab_channel=Ag%C3%AAnciaFAPESP.

 

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