Entre las startups que cuentan con el apoyo de la FAPESP, crece el interés en desarrollar proyectos vinculados con la automatización y la inteligencia artificial, la fotónica y la robótica, entre otros temas (foto: Wikimedia Commons)

Brasil necesita un proyecto de reindustrialización con énfasis en la industria 4.0
18-01-2018
PT EN

Esta afirmación partió de los participantes en el primer congreso brasileño del tema, organizado por una de las principales entidades industriales del país

Brasil necesita un proyecto de reindustrialización con énfasis en la industria 4.0

Esta afirmación partió de los participantes en el primer congreso brasileño del tema, organizado por una de las principales entidades industriales del país

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Entre las startups que cuentan con el apoyo de la FAPESP, crece el interés en desarrollar proyectos vinculados con la automatización y la inteligencia artificial, la fotónica y la robótica, entre otros temas (foto: Wikimedia Commons)

 

Por Elton Alisson  |  FAPESP Investigación para la Innovación – Brasil necesita implementar urgentemente un proyecto de reindustrialización que ponga su énfasis en la industria 4.0, tal como se define a la integración a la industria de transformación de tecnologías de Big Data, inteligencia artificial e Internet de las Cosas, entre otras, con el objetivo de aumentar el nivel de automatización y hacer posibles nuevas formas de organización de los sistemas de producción.

Éste fue el análisis de los participantes en el 1º Congreso Brasileño de la Industria 4.0, realizado por la Federación Industrial del Estado de São Paulo (Fiesp) en colaboración con el Centro de Industrias del Estado de São Paulo (Ciesp), el Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial de São Paulo (Senai-SP) y la Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI) el pasado 5 de diciembre, en São Paulo.

Este evento congregó a representantes de empresas y de agencias de fomento de la investigación científica, el desarrollo y la innovación, con el objetivo de discutir de qué manera Brasil puede construir ventajas competitivas en el marco de la industria 4.0.

De acuerdo con los datos que dio a conocer José Ricardo Roriz Coelho, vicepresidente de la Fiesp y director titular del Departamento de Competitividad y Tecnología de dicha institución, Brasil enfrenta un fuerte proceso de desindustrialización, tal como se define a la disminución de la capacidad industrial de un país.

La participación de la industria brasileña en la industria mundial ha caído prácticamente a la mitad en los últimos 20 años, del 3,47% en 1995 al 1,84% en 2016. En tanto, la participación de la industria en el Producto Interno Bruto (PIB) del país este año fue del 11,1%, con lo cual se ubicó al mismo nivel que en 1953, comparó Roriz Coelho.

“La participación de la industria en el PIB brasileño ha retrocedido 65 años. Debido a ello, la productividad brasileña se ha estancado”, explicó el experto.

La industrialización, según sostuvo Roriz Coelho, fue el motor del incremento de la productividad brasileña durante un largo período de tiempo, lo cual le permitió al país achicar la brecha con relación a Estados Unidos en ese aspecto.

En 1980, cuando la participación de la industria en el PIB brasileño ascendió al 20,2%, la productividad brasileña en comparación con la de Estados Unidos llegó al 40,3%. Sin embargo, en 2015 se había reducido al 24,9%, el mismo índice de 1950.

“Con la merma de la participación de la industria en el PIB brasileño, la productividad del país en comparación con la de Estados Unidos también retrocedió casi 65 años. Esto constituye un motivo de enorme preocupación”, afirmó.

Mientras que el país viene experimentando una profundización muy acentuada del proceso de desindustrialización, las economías de alta y mediana intensidad tecnológica, tales como Estados Unidos, Alemania, Japón y China, han destinado grandes inversiones con miras a acelerar la migración hacia la industria 4.0, comparó Roriz Coelho.

Una investigación realizada en 2016 por la consultora PWC con 2.000 empresas de 26 países apuntó que las mismas invertirán en la industria 4.0 el equivalente a 907 mil millones de dólares anuales hasta 2020, alrededor de un 5% de sus ingresos. De este modo, esas empresas esperan obtener una disminución de 421 millones de dólares en sus costos de operación y obtener incrementos en sus ingresos equivalentes a 493 mil millones de dólares anuales.

Europa, por ejemplo, planea invertir alrededor de 1,35 billones de euros en el transcurso de los próximos 15 años en la industria 4.0. De dicho total, 250 mil millones de euros los aportarán empresas alemanas.

A su vez, China planea invertir 1,8 billones de euros durante los próximos años para modernizar su industria.

“Para poder competir con esos países, Brasil necesita con urgencia un proyecto de reindustrialización con énfasis en la industria 4.0”, sostuvo Roriz Coelho.

Ventaja competitiva

Brasil reúne algunos puntos fuertes que pueden contribuir a dar respuestas a los desafíos inherentes a la nueva realidad de la industria 4.0, de acuerdo con los participantes del evento. Entre dichos puntos se encuentra el hecho de que cuenta con un parque productivo bastante diversificado, con unidades fabriles de empresas líderes de las principales economías desarrolladas.

Así y todo, el país deberá superar algunos obstáculos: debe mejorar su infraestructura tecnológica, como así también crear líneas de financiación apropiadas y desarrollar capacidades y capacitación en tecnologías cruciales para la implementación de la industria 4.0, en robótica avanzada, en manufactura aditiva (la construcción de objetos mediante impresión en 3D), en realidad aumentada y en materiales funcionales, según señalaron los participantes en el evento.

Algunas de estas tecnologías ya han sido explotadas por pequeñas empresas emergentes de base tecnológica (startups), y también por universidades e instituciones de investigación de São Paulo, tal como lo destacó Carlos Américo Pacheco, director presidente del Consejo Técnico Administrativo de la FAPESP.

“Existe una base mínima de capacidad instalada en las universidades y en las empresas, referente a la manufactura avanzada y a Internet de las Cosas, por ejemplo. No partimos del cero en esta carrera”, sostuvo.

El Programa FAPESP de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE) ha brindado apoyo a una cantidad significativa de pequeñas empresas nacientes de base tecnológica con proyectos en áreas relacionadas con la manufactura avanzada.

Entre las más de 200 empresas que cuentan con apoyo de este programa anualmente hay 45 que desarrollan proyectos con enfoque en la manufactura avanzada, consignó Pacheco.

“Existe un creciente interés de las startups que el PIPE apoya, en lo que hace a desarrollar proyectos relacionados con la automatización y la inteligencia artificial, y también con la fotónica, la robótica y la digitalización. Y esta capacidad tecnológica se ha desarrollado en São Paulo”, afirmó.

Por otra parte, existen nuevas aptitudes, más recientes, que requieren una atención mucho mayor en términos de apoyo a proyectos para su desarrollo, consignó. Entre éstas se encuentra la digitalización, la realidad aumentada, la impresión en 3D y los materiales inteligentes o funcionales, tales como los metales livianos y de alta resistencia, las aleaciones de alto rendimiento, las cerámicas avanzadas, los materiales compuestos y los polímeros.

“Hemos venido observando un crecimiento significativo de los proyectos que cuentan con el apoyo del PIPE en áreas tales como Internet de las Cosas, Big Data, computación en la nube y manufactura avanzada. Pero son cosas mucho más recientes y que merecen más atención”, sostuvo Pacheco.

A comienzos del mes de mayo del año pasado, la FAPESP también emitió un llamado a la presentación de propuestas, cuyo plazo se extiende hasta febrero de este año, para la selección de empresas o consorcios de empresas que deseen asociarse a la Fundación para la creación de un Centro de Investigaciones en Ingeniería en Manufactura Avanzada.

Recientemente, el Consejo Superior de la FAPESP aprobó una estrategia tendiente a que la institución pueda apoyar proyectos de investigación orientados al desarrollo de tecnologías en áreas consideradas críticas: agricultura de precisión, Internet de las Cosas y ciudades inteligentes, aeronáutica y espacio y manufactura avanzada, entre otras, según destacó Pacheco.

“Pretendemos estimular proyectos en esas áreas que elegimos como prioritarias, bajo la forma de consorcios entre universidades, empresas e institutos de investigación”, afirmó Pacheco.

La FAPESP y la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) emitieron un pliego de condiciones de apoyo a pequeñas empresas para la realización de investigaciones tendientes al desarrollo de innovación en manufactura avanzada. El plazo para concretar la inscripción de propuestas culminó el pasado 11 de diciembre. 

 

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