En un artículo publicado en The Journal of Clinical Pharmacology, científicos brasileños demuestran que los beneficios de esta nueva estrategia terapéutica equivalen a los de una dosis diaria, pero con un menor riesgo gastrointestinal (foto: Wikimedia Commons)

Contra infartos y ACVs, una dosis de ácido acetilsalicílico cada tres días
15-09-2016

Investigadores brasileños demuestran que los beneficios de esta nueva estrategia terapéutica equivalen a los de una dosis diaria, pero con un menor riesgo gastrointestinal

Contra infartos y ACVs, una dosis de ácido acetilsalicílico cada tres días

Investigadores brasileños demuestran que los beneficios de esta nueva estrategia terapéutica equivalen a los de una dosis diaria, pero con un menor riesgo gastrointestinal

15-09-2016

En un artículo publicado en The Journal of Clinical Pharmacology, científicos brasileños demuestran que los beneficios de esta nueva estrategia terapéutica equivalen a los de una dosis diaria, pero con un menor riesgo gastrointestinal (foto: Wikimedia Commons)

 

Por Karina Toledo  |  Agência FAPESP – Para pacientes de riesgo, la ingestión de una dosis de ácido acetilsalicílico (AAS) cada tres días puede ser tan eficiente en la prevención de infartos, accidentes cerebrovasculares (ACVs) y enfermedad vascular periférica como tomar esta medicación diariamente. Pero con una ventaja: la disminución de la probabilidad de complicaciones gastrointestinales.

Esta conclusión surge de un estudio brasileño que contó con el apoyo de la FAPESP y de la empresa Biolab Farmacêutica. Los resultados salieron publicados en The Journal of Clinical Pharmacology y el artículo apareció como destacado en carácter de “elección del editor”.

“El AAS se utiliza desde hace 50 años en la prevención de eventos cardiovasculares, pero su uso constante puede provocar irritación y sangrado gástrico, muchas veces sin síntomas previos. Por eso en los últimos años se está intentando reducir la dosis. En este estudio proponemos una estrategia terapéutica distinta”, dijo Gilberto De Nucci, docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Campinas (FCM-Unicamp) y del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de São Paulo (ICB-USP), coordinador del Proyecto Temático al cual está vinculado el estudio.

De acuerdo con la explicación de De Nucci, el ácido acetilsalicílico inhibe la acción de la enzima cicloxigenasa (COX). En las plaquetas, esto disminuye la producción de tromboxano, un tipo de lípido que favorece el agrupamiento plaquetario. Por esta razón, en el lenguaje popular, suele decirse que el AAS “licúa” la sangre o, en otras palabras, hace que disminuya la probabilidad de formación de coágulos, que pueden obstruir el flujo sanguíneo.

Por otra parte, en la mucosa gástrica, la inhibición de la enzima COX disminuye la producción de prostaglandinas, sustancias lipídicas que protegen el estómago y el intestino.

“Originariamente, el AAS americano poseía 325 miligramos (mg) del principio activo. En un intento tendiente a disminuir los efectos adversos, se redujo la dosis a 162 mg y después a 81 mg. También existen comprimidos de 75 mg. Pero la verdad es que, hasta el día de hoy, aún no se sabe a ciencia cierta cuál es la dosis necesaria para obtener beneficios cardiovasculares”, comentó De Nucci.

En el ensayo clínico que realizó durante su doctorado en la USP, bajo la dirección de De Nucci, Plinio Minghin Freitas Ferreira utilizó la dosis de 81 mg. Veinticuatro voluntarios sanos quedaron divididos en dos grupos. La mitad recibió AAS todos los días durante un mes. Los restantes recibieron el fármaco cada tres días y, en el intervalo, solamente se les administró un placebo.

Antes y al final del tratamiento, todos los voluntarios pasaron por diversos exámenes, entre ellos endoscopía, biopsia gástrica y análisis de agregación plaquetaria. También se les midió el nivel de tromboxano en sangre y, en el estómago, el de prostaglandina tipo 2 (PGE2).

“En el grupo que tomó AAS todos los días se registró una merma del 50% en la síntesis de PGE2, en tanto que en los voluntarios que lo tomaron cada tres días no se observó una diferencia con relación a los niveles basales. Por otra parte, en ambos grupos, la inhibición de tromboxano fue superior al 95% y el resultado de los análisis de agregación plaquetaria fueron equivalentes”, comentó De Nucci.

A juicio de Freitas Ferreira, estos datos permiten arribar a la conclusión de que el uso de AAS cada 72 horas es tan eficaz como su administración diaria, y más seguro. Según el investigador, este descubrimiento abre la posibilidad de utilizar este fármaco también en la prevención primaria de eventos cardiovasculares.

Actualmente, la Food and Drug Administration (FDA) –el organismo que regula el consumo de alimentos y medicamentos en Estados Unidos– recomienda que se administre AAS únicamente en la prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares, es decir, en pacientes diagnosticados con enfermedad vascular periférica y en aquéllos que ya han sufrido algún episodio de infarto o ACV y corren el riesgo de padecer un segundo evento. Solamente en tales situaciones, de acuerdo con la FDA, los beneficios del tratamiento estarían por encima de los riesgos de aparición de efectos adversos.

“Con este nuevo esquema terapéutico, podría utilizarse también el AAS en el tratamiento de pacientes que nunca han padecido un evento cardiovascular, pero que presentan un alto riesgo, tales como los diabéticos”, dijo Freitas Ferreira.

Patente

A los dos grupos de voluntarios que participaron en el ensayo clínico se les administró, aparte de AAS, el antihipertensivo losartán. De acuerdo con la explicación de De Nucci, el objetivo de esto consistió en mostrar que una droga no influye sobre la acción de la otra.

En un estudio anterior, publicado en Journal of Bioequivalence & Bioavailability, el grupo ya había demostrado que el AAS no disminuye la biodisponibilidad del losartán. Ambos fármacos se administran a menudo en forma asociada en el tratamiento de personas con insuficiencia cardíaca, hipertensión y enfermedades isquémicas.

“En sociedad con Biolab, solicitamos en Estados Unidos la patente de esta estrategia terapéutica adoptada en el estudio. Una de las posibilidades que se están analizando consiste en lanzar un producto que recomiende en el mismo blíster el AAS y el losartán o algún otro medicamento. El primer día, el paciente tomaría ambos fármacos; el segundo y el tercero, sólo el antihipertensivo y un placebo, y así sucesivamente. Esto les ayudaría a las personas a tomar los medicamentos en forma correcta”, afirmó De Nucci.

Puede leerse el artículo intitulado Acetylsalicylic Acid Daily vs Acetylsalicylic Acid Every 3 Days in Healthy Volunteers: Effect on Platelet Aggregation, Gastric Mucosa, and Prostaglandin E2 Synthesis (doi: 10.1002/jcph.685) en: onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/jcph.685/full.

 

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