Al analizar datos de 5.037 habitantes de la zona metropolitana de la ciudad de São Paulo, investigadores registran de qué manera factores tales como el sexo, la edad, la condición socioeconómica y el área de residencia influyen en la multimorbilidad por enfermedades crónicas (foto: Wikimedia)

Identifican en una investigación un patrón de asociación entre enfermedades crónicas
05-06-2014

Al analizar datos de 5.037 habitantes de la zona metropolitana de la ciudad de São Paulo, investigadores registran de qué manera factores tales como la edad y la condición socioeconómica influyen en la multimorbilidad por enfermedades crónicas

Identifican en una investigación un patrón de asociación entre enfermedades crónicas

Al analizar datos de 5.037 habitantes de la zona metropolitana de la ciudad de São Paulo, investigadores registran de qué manera factores tales como la edad y la condición socioeconómica influyen en la multimorbilidad por enfermedades crónicas

05-06-2014

Al analizar datos de 5.037 habitantes de la zona metropolitana de la ciudad de São Paulo, investigadores registran de qué manera factores tales como el sexo, la edad, la condición socioeconómica y el área de residencia influyen en la multimorbilidad por enfermedades crónicas (foto: Wikimedia)

 

Por Karina Toledo

Agência FAPESP – Al analizar datos de entrevistas realizadas con 5.037 habitantes de la Región Metropolitana de São Paulo, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FMUSP) registraron de qué manera factores individuales, entre ellos el sexo, la edad, la condición socioeconómica y la zona de residencia, influyen sobre el patrón de multimorbilidad, un término que en la jerga médica describe la ocurrencia concomitante de dos o más enfermedades crónicas en un mismo individuo.

De acuerdo con estos resultados, la ocurrencia simultánea de jaqueca y otros cuadros dolorosos, trastornos de ansiedad, depresión e insomnio fue alrededor de dos veces más frecuente entre las mujeres. En tanto, la asociación entre artritis y enfermedades metabólicas como las cardiovasculares y la diabetes fue más común entre los ancianos y entre los habitantes de los barrios con mayor desigualdad de ingresos.

La asociación concomitante de problemas relacionados con drogas, alcohol y tabaco fue más frecuente entre los jóvenes y entre personas del sexo masculino y con mayor poder económico. En tanto, el grupo de enfermedades compuesto por el cáncer y los cuadros neurológicos, entre ellos el Alzheimer, no evidenció relación con ninguno de los factores individuales y contextuales estudiados.

“Nuestros resultados, como así también los de estudios internacionales, indican que personas con dos o más enfermedades crónicas sufren un riesgo aumentado de desarrollar otros cuadros crónicos asociados. Cuanto más avanzada es su edad y menor es el nivel socioeconómico, mayor es el riesgo. Y esto termina por crear clusters de morbilidad físico-mental en la población”, dijo Wang Yuan Pang, investigador del Instituto de Psiquiatría del Hospital de Clínicas (HC) de la FMUSP y coordinador de la investigación junto a Laura Helena Andrade, también de la FMUSP.

Wang dio a conocer estos resultados el pasado 8 de abril, durante el evento internacional World Health Summit – Regional Meeting Latin America, y saldrán publicados en una edición especial de la revista The Lancet cuya presentación está prevista para octubre en la ciudad de Berlín, Alemania.

Este análisis constituye un desdoblamiento del São Paulo Megacity Mental Health Survey (lea más en http://agencia.fapesp.br/15215, en portugués), un estudio concluido en 2009 en el marco del Proyecto Temático “Estudios epidemiológicos de los trastornos psiquiátricos en la Región Metropolitana de São Paulo: prevalencias, factores de riesgo y sobrecarga social y económica”, financiado por la FAPESP y que contó con la coordinación de Andrade.

Las entrevistas se realizaron entre los años 2005 y 2007 con una muestra representativa de la población de la Región Metropolitana de São Paulo mayor de 18 años. El objetivo inicial consistió en estimar la prevalencia de trastornos mentales en una área altamente urbanizada. El porcentaje registrado se ubicó alrededor del 30%, el más alto entre los 24 países que formaron parte del Estudio Mundial sobre Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los trastornos de ansiedad fueron los más comunes: afectaban al 19,9% de los entrevistados. Luego se ubicaban los trastornos del humor (11%), los trastornos del control de los impulsos (4,3%) y problemas relacionados con el uso de sustancias (3,6%). Se consideró casos graves a alrededor del 10%. De éstos, tan sólo el 30% de las personas accedió al tratamiento.

“En nuestro cuestionario había una sección sobre enfermedades crónicas. Les preguntábamos a las personas si en algún momento un médico les había dado el diagnóstico relativo a problemas cardiovasculares, hipertensión o diabetes, entre otras afecciones. Y empleamos escalas validadas para evaluar condiciones tales como la migraña y el insomnio”, comentó Andrade.

São Paulo Megacity

De acuerdo con Wang, el análisis del banco de datos de São Paulo Megacity permitió separar las 14 condiciones crónicas que citaron los entrevistados en cuatro patrones de enfermedades que se correlacionan fuertemente, es decir, la llamada multimorbilidad: uno de enfermedades dolorosas, ansiedad y depresión; otro de enfermedades metabólicas y artritis; un tercero relacionado con el abuso de sustancias, y un cuarto, más biológico, que abarca al cáncer y a los cuadros neurológicos.

“Decidimos entonces investigar qué determinaba ese patrón de concentración de enfermedades. A tal fin, nos valimos de una técnica estadística denominada análisis factorial. Creamos un indicador, que es un coeficiente de regresión, y probamos con varios modelos de análisis multinivel para evaluar en qué medida influyen cada uno de los factores individuales y contextuales en cada uno de los cuatro patrones de multimorbilidad”, dijo Wang.

Los resultados mostraron también que las enfermedades cardiovasculares, los trastornos de ansiedad y la depresión fueron las enfermedades que exhibieron una mayor asociación con otras condiciones crónicas. Los investigadores estiman que son aquéllas que impactan con mayor fuerza sobre la calidad de vida de los afectados. Estos resultados confirman la información reciente del estudio llamado Carga Global de Enfermedades 2010 para Brasil.

A juicio de los científicos, los datos señalan la importancia de reformular la capacitación médica, a los efectos de poder ofrecerles a los pacientes un tratamiento más integrado.

“En Brasil la medicina se ha especializado en demasía. El cardiólogo se encarga del corazón, el neumólogo, del pulmón y por allí va la cosa. Pero en realidad el cardiólogo debería también preocuparse con la depresión, con la ansiedad o con el dolor, pues esas condiciones a menudo aparecen asociadas”, opinó Wang.

“Los trastornos mentales son sumamente prevalentes y suelen aparecer junto a las demás enfermedades crónicas. Por ende, resulta necesario incluir a la psiquiatría en la planificación de estrategias de prevención y tratamiento”, subrayó Andrade.

La investigación también contó con el apoyo de la FAPESP en el marco del proyecto intitulado “La detección de los distintos subgrupos de usuarios de alcohol y factores asociados en la región metropolitana de São Paulo: diferencias entre géneros, datos sociodemográficos y comorbilidades psiquiátricas”, concluido recientemente.

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